Life is Strange 2 - Episodio 4

Analizado en Xbox One X. Copia digital proporcionada por Koch Media.

Después de muchos meses, quizás demasiados, la segunda entrega de Life is Strange se encamina a su fin. El próximo episodio será el último, el que cerrará la trágica historia de los hermanos Díaz. Dontnod Entertainment ha salpimentado con habilidad cada uno de estos capítulos, y nos ha dejado con la miel en los labios para lo que será la traca final. Ya nos conocemos al estudio francés, vemos venir de lejos su afición por dejarnos con el corazón en la garganta con un dramático cliffhanger con el que coronan el final de cada episodio. La buena noticia es que el de este cuarto episodio, será el último, en el siguiente nos espera el final. Ya el Episodio 3 nos dejó descolocados al terminar, pero pocos podían esperar el arranque del cuarto. Avisamos que a partir de aquí vamos a soltar spoilers, no muchos, pero sí los suficientes para entrever lo que pasa en la trama. Avisados estáis.


Y es que tras el arrebato de Daniel que lo mandó todo a freir espárragos, han pasado dos meses en el juego. El hermanísimo mayor arranca este nuevo episodio retenido en un hospital por la policía, instigándole para que detalle lo ocurrido en la plantación de marihuana y para que confiese el asesinato del policía que acabó con la vida de su padre. Para colmo, ha estado varias semanas en coma, su hermano de nueve años está desaparecido y ha perdido un ojo debido al desenfreno telekinético con el terminó el anterior episodio. Pero no todo es lucir un bonito parche en la cara, su perspectiva y la profundidad se han visto seriamente dañadas, por lo que realizar las bellas ilustraciones que guardaba en su cuaderno le provocan enormes migrañas. El panorama no pinta nada bien, la verdad. Ni el apoyo y el buen rollo de su enfermero resultan ayuda suficiente cuando descubre que Jacob, uno de los despojos sociales con los que compartía campamento previamente sabe el paradero de Daniel.

Sí, nuestro protagonista se armará de valor para intentar fugarse del hospital, escapar de la policía y poner rumbo hacia el último paradero conocido de su hermano pequeño. Este episodio se divide en tres partes bien diferenciadas: la fuga, el camino y el reencuentro. La primera parte es amena, previsible en su mayoría pero logra mantener el interés en todo momento. La segunda, repite el tortuoso camino que ya hemos recorrido con anterioridad (sobre todo en el primer episodio), un viaje lleno de problemas que puede minar la sensibilidad de los usuarios más vulnerables. Y luego llega el reencuentro, un encontronazo doble cargado de emotividad y que da todo el significado al nombre del cuarto episodio, Faith. De todos los episodios aparecidos hasta el momento, el cuarto es el que peor recuerdo nos dejará después de terminarlo. Situaciones ásperas, llenos de dolor, de emociones encontradas... en Dontnod Entertainment le han cogido el gusto al sufrimiento y han dejado de lado el cariño entre hermanos para ofrecernos la parte más cruel de Life is Strange. Se trata de un videojuego, ya, pero por momentos nos colmará una impotencia de las que dejan poso en el alma.



Volvemos a lo mismo de siempre, conforme avanzamos en la trama y las situaciones se desmadran, la sensación de que nuestras decisiones no afectan a lo que ocurre aumentan. Al final del episodio, como siempre, veremos ese cuadro resumen en el que se detallan los porcentajes de todas las decisiones tomadas por la comunidad de jugadores. Algunas de estas posibilidades nos sorprenderán, pero la mayor parte del tiempo sentiremos que estamos ante un libro de "elige tu propia aventura" en lugar de tener entre manos una aventura gráfica. Los puzles, cada vez más lógicos y sencillos, se limitan a rebuscar en los escenarios y a usar un objeto concreto en el lugar determinado. Al menos la historia atrapa, los seis coleccionables escondidos invitan a indagar por los rincones y la calidad artística está a un nivel altísimo. Tanto por su apartado gráfico, el trabajo de los dobladores y la fantástica banda sonora convierte a este serie en lo mejorcito del género. Nos queda un episodio, no sé si estamos emocionalmente preparados para el desenlace.

Valoración: