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Análisis de Unicorn Overlord, el Fire Emblem de Vanillaware que no sabías que necesitabas
Vanillaware, estudio responsable de 13 Sentinels: Aegis Rim, da un golpe sobre la mesa y nos sorprende con este refrescante videojuego de rol táctico que hará las delicias de los fans del género
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Es innegable que vivimos en una suerte de resurgimiento de la fantasía medieval, quizá auspiciado por la aún no superada resaca emocional que nos dejó Juego de Tronos. Esta estética la hemos visto recientemente en juegos como Triangle Strategy o en reconocidas sagas como Final Fantasy que llevaban años fuera de esta ambientación. Como vemos, esta apetencia por la fantasía medieval con elfos, dragones (¡y hasta furros!) es algo recurrente en los JRPGs y el videojuego que nos ocupa hoy no es excepción a esta regla.
Unicorn Overlord es un videojuego de rol táctico desarrollado por Vanillaware, estudio japonés conocido especialmente por Odin Sphere y el más reciente 13 Sentinels: Aegis Rim. En Unicorn Overlord seguimos las andanzas de Alain, el otrora príncipe del reino de Cornia. Somos apenas un niño cuando la capital del reino cae en manos del general Valmore. Nuestra reina madre Ilenia pierde la vida intentando protegernos, no sin antes confiar la vida del pequeño Alain a su fiel caballero Josef. Tras años en el exilio, el joven Alain quiere vengarse de Valmore, convertido ahora en emperador del nuevo Imperio zenoirano. Nuestro objetivo es liberar a todos los pueblos de Fevrith (así se llama el mundo en el que sucede la aventura) del yugo de Valmore y volver a reclamar el trono que es nuestro por derecho.
A pesar de ser una premisa bastante arquetípica, la historia de Unicorn Overlord nunca da vergüenza ajena, tiene algún girito que otro y actúa como hilo conductor de la aventura de forma solvente. Es una proeza además tener un desarrollo de personajes mínimamente elaborado cuando tenemos más de 60 personajes jugables a nuestro alcance a lo largo de la aventura, cada uno de ellos con un nombre y una historia detrás. El desarrollo de personajes reposa frecuentemente en conversaciones opcionales entre personajes de una forma similar a como sucede en la serie Tales Of, así que raramente se hace pesado.
Como hemos dicho anteriormente, Fevrith (que consta de los países de Cornia, Drakenhold, Elheim, Bastorias y Albion) se encuentra bajo el yugo de Valmore. Durante el juego iremos conquistando aldea por aldea (y ciudad por ciudad) en un mapamundi por el que nos moveremos libremente en la mayor parte de las ocasiones. Existe alguna que otra limitación argumental, pero normalmente las paredes invisibles que tenemos por el mundo son el alto nivel de algunas batallas, lo que hará que prioricemos las conquistas de algunas ciudades antes que otras. Que pudiéramos ir a por Ganon desde el comienzo en Breath Of The Wild, no significa que quisiéramos o debiéramos hacerlo.
El sistema de batalla como piedra angular
La liberación de cada una de las ciudades que encontramos en Fevrith lleva usualmente consigo una batalla. Al contrario que la mayoría de juegos de rol táctico las batallas no se desarrollan por cuadrículas, sino que las unidades se mueven libremente por el escenario de la batalla. Cada unidad, además, no es simplemente un personaje, sino es en realidad un escuadrón formado por hasta cinco personajes (aunque al principio limitado a dos) dispuestos en dos filas (la delantera más ofensiva, la trasera más defensiva). Parte de la gracia que tiene el juego es descubrir las sinergias entre los distintos personajes de tu escuadrón para así formar el que mejor nos convenga en cada caso. Obviamente no todos los personajes son iguales y cada uno tendrá habilidades únicas según la clase a la que pertenezca. Un soldado usualmente tendrá más vida, sus ataques serán físicos y estará desplegado en la primera fila de tu escuadrón, mientras que una sacerdotisa normalmente servirá de apoyo, usará magias blancas y estará desplegada en la segunda fila de dicho escuadrón.
Cada batalla que comencemos tiene bien definida las condiciones de victoria (normalmente conquistar el fuerte enemigo) y las condiciones de derrota (usualmente que nos conquisten nuestra base, que muera alguna unidad con cierta importancia argumental en esa batalla o que se acabe el tiempo máximo que tenemos en la batalla). Todas las batallas comienzan igual: iremos desplegando nuestras unidades y moviéndolas por el escenario de batalla con el objetivo de conquistar la base enemiga. Como cabe esperar, en el campo de batalla, tendrán lugar algunos enfrentamientos. Dichos enfrentamientos comienzan cuando una de tus unidades se topa con un escuadrón enemigo. Se realizan de manera automática siguiendo las estrategias previamente definidas para cada personaje de la unidad, por lo que la pelea en sí no es más que una teatralización. El juego permite ver estos encuentros en cámara rápida, incluso saltar directamente al resultado, lo que acabaremos haciendo la mayor parte del tiempo una vez hayamos aprendido a jugar.
Aparte de estas peleas, podremos ejecutar habilidades que afecten a un grupo de unidades amigas o enemigas que estén en una sección concreta del mapa tales como invocar una lluvia que nos haga recuperar vida o un incendio que afecte a enemigos. Desplegar unidades o realizar estas habilidades especiales no es gratis: gastaremos puntos de valor que normalmente recuperamos al derrotar enemigos o conquistar las bases intermedias que suele haber en cada batalla. Otro detalle a tener en cuenta es que no podemos confiar nuestro éxito en la batalla a una única unidad pues éstas se cansan tras hacer uso de ellas en n batallas consecutivas. Es la forma que tiene el juego de decirnos que toca usar varias unidades y exprimir realmente el rico gameplay que nos ofrece el juego. La batalla finaliza al alcanzar una de las condiciones de victoria.
¿Habéis escuchado aquello de que del amor al odio hay un paso y viceversa? Tras acabar alguna de las batallas, tendremos que decidir si reclutar o ejecutar a los que han sido nuestros enemigos hasta ese momento. Estas pequeñas decisiones variarán ligeramente algunas misiones futuras, pero nunca de forma sustancial la historia que nos cuenta el juego.
Como hemos dicho, las animaciones que ocurren durante los enfrentamientos son automáticas y se basan en las estrategias que hayamos definido antes de comenzar la batalla. ¿Recordáis el sistema de gambits que tenía Final Fantasy XII? Los personajes en Unicorn Overlord atacan en base a las tácticas que hayamos definido, la forma en la cuál hayamos ordenado dichas tácticas y bajo qué condiciones se deben ejecutar. Algunas condiciones son que una unidad amiga tenga menos de un 25% de vida o que el enemigo sea volador, entre muchas otras. Cabe recordar que cada uno de los personajes que forman nuestro escuadrón tiene un equipo y unos stats a los que atender cómo cualquier JRPG que se precie. Estar pendiente de todas estas variables puede ser harto complicado, pero los más gandules están de enhorabuena: tenemos una opción que optimiza este tipo de variables para que dediquemos el tiempo a todo lo demás que nos ofrece el juego.
Aunque describir la jugabilidad de Unicorn Overlord se haga algo verboso, confirmo que el juego es adictivo hasta decir basta, a día de hoy no entiendo ni cómo ni por qué su gameplay funciona tan orgánicamente, pero vaya si lo hace. Sus elementos jugables conforman una orquesta tocando delicadamente al unísono. Unicorn Overlord jugado en dificultad normal se nos antoja un tanto sencillo. Recomendamos el nivel de dificultad táctico, que es el tercero en nivel de dificultad de los cuatro que propone el juego. Sin embargo, esto no es ningún problema dado que siempre podremos cambiar el nivel de dificultad en cualquier momento, sin necesidad siquiera de salir de la partida. Pero te advertimos que para exprimir el sistema de batalla de verdad, precisamos de una dificultad que ofrezca un reto: tú mismo lo vas a querer más duro que blando, ya verás.
No son batallas lo único que nos espera en esta suerte de mundo abierto 2D que nos brinda el juego. Fevrith es un mundo lleno de pequeños secretos, misiones secundarias, minijuegos, armerías, tiendas, tabernas, restauración de ciudades, viajes en barco, recolección de recursos y más. Todas estas pequeñas cosas darán variedad y dinamismo a un juego que podría tornarse repetitivo tras la sucesión de la enésima batalla. Y os aseguramos que os encantará estar entretenido con todos estas misiones secundarias que nos propone el juego. El título sigue introduciendo dinámicas hasta bien pasadas las 10 horas de juego, pero nunca se hace pesado. La alternativa habría sido haber explicado el potencial jugable de Unicorn Overlord en un tutorial interminable al comienzo del juego, lo cual habría sido mortal de necesidad. Agradecemos que no haya sido así.
En lo que respecta al apartado gráfico, el juego goza de una dirección artística exquisita, con un diseño de personajes realmente chulo y que confiere a nuestros protagonistas un carisma instantáneo desde el primer momento. El mapamundi, por su parte, sigue un cuidado estilo gráfico 2D, con sprites de gran calidad siguiendo la estela de juegos como Octopath Traveler.
Las melodías que suenan durante el juego acompañan de maravilla las batallas, menús y cinemáticas. Las voces del doblaje en inglés y en japonés están sinceramente muy bien, al igual que la traducción al castellano. Cabe destacar que el juego se encuentra asimismo traducido también a las típicas lenguas europeas, a saber, francés, italiano y alemán. Hay quién se quejará por el uso de modismos o frases actuales como el ya conocido “¿Cómo están los máquinas?” de David Bisbal. Desde mi punto de vista, es una nota cómica que no hace daño a nadie, salvo que no entiendas la referencia. A mí personalmente me preocupa mucho más la sexualización que hay detrás de ciertos personajes a los que les mueven las tetas como si fueran flanes con cada inhalación y exhalación. Desde luego, cada persona es libre de elegir su lucha.
Conclusión
En definitiva, Unicorn Overlord es el videojuego de rol táctico que no sabías que necesitabas. Si le das una oportunidad, descubrirás un videojuego con un gameplay profundo y divertido, aderezado con un estilo gráfico realmente único y una banda sonora y personajes resultones. Si eres fan de sagas como Fire Emblem o Final Fantasy Tactics y no tienes miedo a las más de 60 horas de juego que tienes por delante, debes probar Unicorn Overlord. Y recuerda que puedes disfrutarlo en Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5 o Xbox Series X/S. Hazme caso y date este capricho.
Unicorn Overlord es un videojuego de rol táctico desarrollado por Vanillaware, estudio japonés conocido especialmente por Odin Sphere y el más reciente 13 Sentinels: Aegis Rim. En Unicorn Overlord seguimos las andanzas de Alain, el otrora príncipe del reino de Cornia. Somos apenas un niño cuando la capital del reino cae en manos del general Valmore. Nuestra reina madre Ilenia pierde la vida intentando protegernos, no sin antes confiar la vida del pequeño Alain a su fiel caballero Josef. Tras años en el exilio, el joven Alain quiere vengarse de Valmore, convertido ahora en emperador del nuevo Imperio zenoirano. Nuestro objetivo es liberar a todos los pueblos de Fevrith (así se llama el mundo en el que sucede la aventura) del yugo de Valmore y volver a reclamar el trono que es nuestro por derecho.

A pesar de ser una premisa bastante arquetípica, la historia de Unicorn Overlord nunca da vergüenza ajena, tiene algún girito que otro y actúa como hilo conductor de la aventura de forma solvente. Es una proeza además tener un desarrollo de personajes mínimamente elaborado cuando tenemos más de 60 personajes jugables a nuestro alcance a lo largo de la aventura, cada uno de ellos con un nombre y una historia detrás. El desarrollo de personajes reposa frecuentemente en conversaciones opcionales entre personajes de una forma similar a como sucede en la serie Tales Of, así que raramente se hace pesado.
«Es una proeza además tener un desarrollo de personajes mínimamente elaborado cuando tenemos más de 60 personajes jugables a nuestro alcance a lo largo de la aventura, cada uno de ellos con un nombre y una historia detrás»
Como hemos dicho anteriormente, Fevrith (que consta de los países de Cornia, Drakenhold, Elheim, Bastorias y Albion) se encuentra bajo el yugo de Valmore. Durante el juego iremos conquistando aldea por aldea (y ciudad por ciudad) en un mapamundi por el que nos moveremos libremente en la mayor parte de las ocasiones. Existe alguna que otra limitación argumental, pero normalmente las paredes invisibles que tenemos por el mundo son el alto nivel de algunas batallas, lo que hará que prioricemos las conquistas de algunas ciudades antes que otras. Que pudiéramos ir a por Ganon desde el comienzo en Breath Of The Wild, no significa que quisiéramos o debiéramos hacerlo.
El sistema de batalla como piedra angular
La liberación de cada una de las ciudades que encontramos en Fevrith lleva usualmente consigo una batalla. Al contrario que la mayoría de juegos de rol táctico las batallas no se desarrollan por cuadrículas, sino que las unidades se mueven libremente por el escenario de la batalla. Cada unidad, además, no es simplemente un personaje, sino es en realidad un escuadrón formado por hasta cinco personajes (aunque al principio limitado a dos) dispuestos en dos filas (la delantera más ofensiva, la trasera más defensiva). Parte de la gracia que tiene el juego es descubrir las sinergias entre los distintos personajes de tu escuadrón para así formar el que mejor nos convenga en cada caso. Obviamente no todos los personajes son iguales y cada uno tendrá habilidades únicas según la clase a la que pertenezca. Un soldado usualmente tendrá más vida, sus ataques serán físicos y estará desplegado en la primera fila de tu escuadrón, mientras que una sacerdotisa normalmente servirá de apoyo, usará magias blancas y estará desplegada en la segunda fila de dicho escuadrón.

Cada batalla que comencemos tiene bien definida las condiciones de victoria (normalmente conquistar el fuerte enemigo) y las condiciones de derrota (usualmente que nos conquisten nuestra base, que muera alguna unidad con cierta importancia argumental en esa batalla o que se acabe el tiempo máximo que tenemos en la batalla). Todas las batallas comienzan igual: iremos desplegando nuestras unidades y moviéndolas por el escenario de batalla con el objetivo de conquistar la base enemiga. Como cabe esperar, en el campo de batalla, tendrán lugar algunos enfrentamientos. Dichos enfrentamientos comienzan cuando una de tus unidades se topa con un escuadrón enemigo. Se realizan de manera automática siguiendo las estrategias previamente definidas para cada personaje de la unidad, por lo que la pelea en sí no es más que una teatralización. El juego permite ver estos encuentros en cámara rápida, incluso saltar directamente al resultado, lo que acabaremos haciendo la mayor parte del tiempo una vez hayamos aprendido a jugar.
Aparte de estas peleas, podremos ejecutar habilidades que afecten a un grupo de unidades amigas o enemigas que estén en una sección concreta del mapa tales como invocar una lluvia que nos haga recuperar vida o un incendio que afecte a enemigos. Desplegar unidades o realizar estas habilidades especiales no es gratis: gastaremos puntos de valor que normalmente recuperamos al derrotar enemigos o conquistar las bases intermedias que suele haber en cada batalla. Otro detalle a tener en cuenta es que no podemos confiar nuestro éxito en la batalla a una única unidad pues éstas se cansan tras hacer uso de ellas en n batallas consecutivas. Es la forma que tiene el juego de decirnos que toca usar varias unidades y exprimir realmente el rico gameplay que nos ofrece el juego. La batalla finaliza al alcanzar una de las condiciones de victoria.

¿Habéis escuchado aquello de que del amor al odio hay un paso y viceversa? Tras acabar alguna de las batallas, tendremos que decidir si reclutar o ejecutar a los que han sido nuestros enemigos hasta ese momento. Estas pequeñas decisiones variarán ligeramente algunas misiones futuras, pero nunca de forma sustancial la historia que nos cuenta el juego.
Como hemos dicho, las animaciones que ocurren durante los enfrentamientos son automáticas y se basan en las estrategias que hayamos definido antes de comenzar la batalla. ¿Recordáis el sistema de gambits que tenía Final Fantasy XII? Los personajes en Unicorn Overlord atacan en base a las tácticas que hayamos definido, la forma en la cuál hayamos ordenado dichas tácticas y bajo qué condiciones se deben ejecutar. Algunas condiciones son que una unidad amiga tenga menos de un 25% de vida o que el enemigo sea volador, entre muchas otras. Cabe recordar que cada uno de los personajes que forman nuestro escuadrón tiene un equipo y unos stats a los que atender cómo cualquier JRPG que se precie. Estar pendiente de todas estas variables puede ser harto complicado, pero los más gandules están de enhorabuena: tenemos una opción que optimiza este tipo de variables para que dediquemos el tiempo a todo lo demás que nos ofrece el juego.

Aunque describir la jugabilidad de Unicorn Overlord se haga algo verboso, confirmo que el juego es adictivo hasta decir basta, a día de hoy no entiendo ni cómo ni por qué su gameplay funciona tan orgánicamente, pero vaya si lo hace. Sus elementos jugables conforman una orquesta tocando delicadamente al unísono. Unicorn Overlord jugado en dificultad normal se nos antoja un tanto sencillo. Recomendamos el nivel de dificultad táctico, que es el tercero en nivel de dificultad de los cuatro que propone el juego. Sin embargo, esto no es ningún problema dado que siempre podremos cambiar el nivel de dificultad en cualquier momento, sin necesidad siquiera de salir de la partida. Pero te advertimos que para exprimir el sistema de batalla de verdad, precisamos de una dificultad que ofrezca un reto: tú mismo lo vas a querer más duro que blando, ya verás.
«Confirmo que el juego es adictivo hasta decir basta, a día de hoy no entiendo ni cómo ni por qué su gameplay funciona tan orgánicamente, pero vaya si lo hace. Sus elementos jugables conforman una orquesta tocando delicadamente al unísono.»
No son batallas lo único que nos espera en esta suerte de mundo abierto 2D que nos brinda el juego. Fevrith es un mundo lleno de pequeños secretos, misiones secundarias, minijuegos, armerías, tiendas, tabernas, restauración de ciudades, viajes en barco, recolección de recursos y más. Todas estas pequeñas cosas darán variedad y dinamismo a un juego que podría tornarse repetitivo tras la sucesión de la enésima batalla. Y os aseguramos que os encantará estar entretenido con todos estas misiones secundarias que nos propone el juego. El título sigue introduciendo dinámicas hasta bien pasadas las 10 horas de juego, pero nunca se hace pesado. La alternativa habría sido haber explicado el potencial jugable de Unicorn Overlord en un tutorial interminable al comienzo del juego, lo cual habría sido mortal de necesidad. Agradecemos que no haya sido así.
En lo que respecta al apartado gráfico, el juego goza de una dirección artística exquisita, con un diseño de personajes realmente chulo y que confiere a nuestros protagonistas un carisma instantáneo desde el primer momento. El mapamundi, por su parte, sigue un cuidado estilo gráfico 2D, con sprites de gran calidad siguiendo la estela de juegos como Octopath Traveler.

Las melodías que suenan durante el juego acompañan de maravilla las batallas, menús y cinemáticas. Las voces del doblaje en inglés y en japonés están sinceramente muy bien, al igual que la traducción al castellano. Cabe destacar que el juego se encuentra asimismo traducido también a las típicas lenguas europeas, a saber, francés, italiano y alemán. Hay quién se quejará por el uso de modismos o frases actuales como el ya conocido “¿Cómo están los máquinas?” de David Bisbal. Desde mi punto de vista, es una nota cómica que no hace daño a nadie, salvo que no entiendas la referencia. A mí personalmente me preocupa mucho más la sexualización que hay detrás de ciertos personajes a los que les mueven las tetas como si fueran flanes con cada inhalación y exhalación. Desde luego, cada persona es libre de elegir su lucha.
Conclusión
En definitiva, Unicorn Overlord es el videojuego de rol táctico que no sabías que necesitabas. Si le das una oportunidad, descubrirás un videojuego con un gameplay profundo y divertido, aderezado con un estilo gráfico realmente único y una banda sonora y personajes resultones. Si eres fan de sagas como Fire Emblem o Final Fantasy Tactics y no tienes miedo a las más de 60 horas de juego que tienes por delante, debes probar Unicorn Overlord. Y recuerda que puedes disfrutarlo en Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5 o Xbox Series X/S. Hazme caso y date este capricho.
Analizado en Xbox Series X. Copia digital proporcionada por Plaion
Alternativas
Fire Emblem, Tactics Ogre, Final Fantasy Tactics o Triangle Strategy
Su jugabilidad es rica, compleja, llena de matices. El diseño de personajes
Habrá quien la sucesión de batallas pueda hacérsele monótona
Unicorn Overlord es un RPG táctico en el que todo gira de forma acertada alrededor su divertido sistema de batalla.