
Wii
Picnic letal
Ubisoft Montpellier nos presenta un enfoque distintivo del universo Rayman que promete explotar las posibilidades del Wiimote y el Nunchuk

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Más allá de la estructura de juego del título, la magia de Rayman Raving Rabbids se encuentra en la duración de sus minijuegos, en algunos casos de varios minutos, así como en la variedad de usos del Wiimote. Pese a que inicialmente se prometan una increíble variedad de formas de emplear ambos mandos, iremos comprobando al avanzar por los diferentes días del modo Historia, como se repiten cíclicamente pruebas de baile, disparos sobre raíles, carreras, incluyéndose además variaciones de minijuegos, llamémoslas secuelas, con un nivel superior de dificultad, que llegan a disminuir el excelente acabado del título ante su reiteración.
Más allá de algunos usos típicos y poco originales del Wiimote, como el excelente apuntado manual en los shooters sobre raíles, que nos recordarán a juegos como Time Crisis, demostrando que esta nueva consola no tiene necesidad de ciertos periféricos; encontraremos algunas dotes de originalidad bastante elevadas, especialmente en el uso del altavoz del Wiimote. En la prueba "Los conejos tratan mal a los cerdos", deberemos entregar sano y salvo a un pequeño cerdito a su madre, atravesando un camino plagado de minas, empleando la habilidad del cerdito para detectarlas. Os preguntaréis como podemos realizar esta tarea, y la respuesta es bastante original, y no está relacionada con la vibración del mando. Moveremos a Rayman con el stick analógico del Nunchuk, mientras que deberemos pegarnos el Wiimote, concretamente el altavoz al oído, para escuchar los gritos de aviso del cerdo, que nos indicarán donde hay peligros enterrados. Deberemos ser bastante rápidos, ya que además del peligro de las minas, tendremos que llegar dentro del tiempo requerido a la meta.
En "Un conejo come el doble/triple de lo que debe", deberemos dibujar la silueta de referencia con el Wiimote, como si fuera un lápiz, con el agravante en la segunda variante, de que el trazo de referencia parpadeará, de nuevo con el acuciante desafío del tiempo. Clásicos como Mercury son recreados en pruebas como "Los conejos reaccionan con lentitud". Deberemos mover el escenario inclinando el mando en cualquiera de las direcciones para atravesar un retorcido y peculiar cerebro, guiando una esfera a una meta, de nuevo con el apremio del tiempo. Pese a que la forma de coger el mando difiera de la prueba de Wario Ware: Smooth Moves, resulta bastante interesante y reacciona con bastante sensibilidad.
Hemos mencionado ya varias veces a lo largo del análisis las pruebas de baile y ritmo del título. Nuestro personaje deberá golpear a los conejos que se dirijan hacia nosotros moviendo, bien el Wiimote o el Nunchuk, de arriba a abajo, teniendo en cuenta que los conejos llegarán siguiendo el ritmo de la música. Si nos adelantamos o golpeamos demasiado tarde, se irá vaciando la barra de ritmo que nos permitirá acumular puntos al golpear a los conejos amarillos que cierran cada uno de los diferentes tramos de los que estará compuesta cada canción. Clásicos como La Bamba, versiones alocadas de temas ochenteros, rockeros, discotequeros, amenizarán estas pruebas, con la gracia innata de Rayman y los conejos moviéndose al compás de la canción.
Los niveles de shooters sobre raíles serán especialmente adictivos para los fans de The House of the Dead y Time Crisis, pese a las distancias en ambientación. Con un excelente acabado gráfico, referencias cinematográficas, incluso guiños a enemigos de estos títulos, estas pruebas de una gran duración, demostrarán la versatilidad del Wiimote y su perfecta adaptabilidad para este tipo de eventos. Más allá de la precisión requerida en Duck Hunt de Wii Play, el ritmo frenético, la variabilidad de enemigos, la presentación incluso cinematográfica de la acción y la banda sonora, consiguen enganchar plenamente, conformando uno de los apartados más completos y divertidos del título.
Tendremos una serie de pruebas que podrían asociarse con los clásicos machacabotones de otras consolas, en este caso exigiéndonos que movamos ambos mandos de arriba a abajo a toda velocidad para ganar impulso. Dentro de este tipo de pruebas encontraríamos "Los conejos nunca regalan nada", donde deberemos correr con un paquete explosivo por un escenario, consiguiendo entregarlo a tiempo, antes de que estalle. "Los conejos no saben ordeñar vacas", o la s carreras previas al disparo en "Los conejos no juegan al fútbol", serían muestras de este tipo de jugabilidad. Este último minijuego, exigirá que vayamos modificando la trayectoria de nuestro disparo, que será algo curioso, como ya veréis, para acumular puntos marcando espectaculares goles a los porteros.
Más allá de algunos usos típicos y poco originales del Wiimote, como el excelente apuntado manual en los shooters sobre raíles, que nos recordarán a juegos como Time Crisis, demostrando que esta nueva consola no tiene necesidad de ciertos periféricos; encontraremos algunas dotes de originalidad bastante elevadas, especialmente en el uso del altavoz del Wiimote. En la prueba "Los conejos tratan mal a los cerdos", deberemos entregar sano y salvo a un pequeño cerdito a su madre, atravesando un camino plagado de minas, empleando la habilidad del cerdito para detectarlas. Os preguntaréis como podemos realizar esta tarea, y la respuesta es bastante original, y no está relacionada con la vibración del mando. Moveremos a Rayman con el stick analógico del Nunchuk, mientras que deberemos pegarnos el Wiimote, concretamente el altavoz al oído, para escuchar los gritos de aviso del cerdo, que nos indicarán donde hay peligros enterrados. Deberemos ser bastante rápidos, ya que además del peligro de las minas, tendremos que llegar dentro del tiempo requerido a la meta.
En "Un conejo come el doble/triple de lo que debe", deberemos dibujar la silueta de referencia con el Wiimote, como si fuera un lápiz, con el agravante en la segunda variante, de que el trazo de referencia parpadeará, de nuevo con el acuciante desafío del tiempo. Clásicos como Mercury son recreados en pruebas como "Los conejos reaccionan con lentitud". Deberemos mover el escenario inclinando el mando en cualquiera de las direcciones para atravesar un retorcido y peculiar cerebro, guiando una esfera a una meta, de nuevo con el apremio del tiempo. Pese a que la forma de coger el mando difiera de la prueba de Wario Ware: Smooth Moves, resulta bastante interesante y reacciona con bastante sensibilidad.
Hemos mencionado ya varias veces a lo largo del análisis las pruebas de baile y ritmo del título. Nuestro personaje deberá golpear a los conejos que se dirijan hacia nosotros moviendo, bien el Wiimote o el Nunchuk, de arriba a abajo, teniendo en cuenta que los conejos llegarán siguiendo el ritmo de la música. Si nos adelantamos o golpeamos demasiado tarde, se irá vaciando la barra de ritmo que nos permitirá acumular puntos al golpear a los conejos amarillos que cierran cada uno de los diferentes tramos de los que estará compuesta cada canción. Clásicos como La Bamba, versiones alocadas de temas ochenteros, rockeros, discotequeros, amenizarán estas pruebas, con la gracia innata de Rayman y los conejos moviéndose al compás de la canción.
Los niveles de shooters sobre raíles serán especialmente adictivos para los fans de The House of the Dead y Time Crisis, pese a las distancias en ambientación. Con un excelente acabado gráfico, referencias cinematográficas, incluso guiños a enemigos de estos títulos, estas pruebas de una gran duración, demostrarán la versatilidad del Wiimote y su perfecta adaptabilidad para este tipo de eventos. Más allá de la precisión requerida en Duck Hunt de Wii Play, el ritmo frenético, la variabilidad de enemigos, la presentación incluso cinematográfica de la acción y la banda sonora, consiguen enganchar plenamente, conformando uno de los apartados más completos y divertidos del título.
Tendremos una serie de pruebas que podrían asociarse con los clásicos machacabotones de otras consolas, en este caso exigiéndonos que movamos ambos mandos de arriba a abajo a toda velocidad para ganar impulso. Dentro de este tipo de pruebas encontraríamos "Los conejos nunca regalan nada", donde deberemos correr con un paquete explosivo por un escenario, consiguiendo entregarlo a tiempo, antes de que estalle. "Los conejos no saben ordeñar vacas", o la s carreras previas al disparo en "Los conejos no juegan al fútbol", serían muestras de este tipo de jugabilidad. Este último minijuego, exigirá que vayamos modificando la trayectoria de nuestro disparo, que será algo curioso, como ya veréis, para acumular puntos marcando espectaculares goles a los porteros.
Información del juego
Fecha de lanzamiento: 9 de diciembre de 2006
Desarrollado por:
Ubisoft Montpellier