Citando a clloses:
Yo no fui chuletero, requería dedicación.
Yo iba al examen. Lo leía, me preguntaba de que iba y suspendía. Al salir a fuera, me aprendía la lección con el intercambio de opiniones y las respuestas escritas por el resto de alumnos. Al día siguiente me iba al profesor/profesora y me lo camelaba con un poco de victimismo y dudas sobre el tema del examen (no del examen en sí), que había aprendido con lo que comentaban los compañeros el día anterior. Hasta que conseguía la para mi, mítica frase: "si te esfuerzas un poco en el examen de recuperación/segundo parcial/trabajo que hace media puedes aprobar".
Y yo literalmente, me esforzaba un poco.
No más de lo necesario. Para sacar un 5 o un 4,5.
Y me ha funcionado hasta que he dejado los estudios. Y todos mis estudios, títulos, créditos, asignaturas los he superado con un orgullosísimo 5.
Siempre pensé que ahí radicaba el secreto, en saber cuanto necesitabas estudiar para simplemente, aprobar.
clloses
Te ha faltado terminar con esta frase: "Hoy puedo decir que gracias a eso soy un reponedor ejemplar"
Yo solo intenté copiar una vez, y me pillaron:
/Me mira el examen.
/Me no tiene ni zorra.
/Me saca un folio con las fórmulas.
/Me ni con las fórmulas (obviamente, si no sabes plantear un problema, las fórmulas a aplicar te sirven de bien poco)
Don Juan: (cogiendo el folio) Lo siento Raúl...
Raúl: (derrotado) Más lo siento yo, créame.
Tras ese examen me entró el amor por la física.