¡La gran pantalla del mal!

Capcom sorprendió hace algo más de un año con un título de acción frenética y concepto muy original llamado Viewtiful Joe. El juego tenía un desarrollo en dos dimensiones y estaba protagonizado por un ferviente fan de las películas de superhéroes de serie B. El protagonista se veía envuelto en una trama llena de humor en la que debía salvar a su novia de las garras de un malvado enemigo de estruendosa carcajada malévola. Ayudado por el Capitán Blue, su héroe más querido, Joe iba consiguiendo superpoderes para controlar el tiempo dentro de la película en la que se había metido. Tras hacerse cargo de todo bicho viviente que se cruzaba en su camino, el renombrado Viewtiful Joe salvaba a su novia Silvia y todo acababa con un final feliz. El juego tuvo una estupenda acogida en la crítica mundial aunque las ventas no fueran tan espectaculares debido quizás a su particular diseño y género. No obstante, Capcom debe haber visto suficientemente rentable el proyecto y aquí nos llega una continuación que repite fórmula. ¿Más de lo mismo? Comprobémoslo.

Nueva historia, más Viewtiful
La segunda entrega de lo que promete ser toda una saga nos pone de nuevo en la piel de Joe, con la novedad de poder usar también en todo momento a su compañera Silvia. Ambos se ven envueltos de nuevo en una trama tan ridícula como divertida, donde la organización Gedow ha decidido en un arrebato de asombrosa originalidad conquistar el mundo, Movieland, y someter a la humanidad a su poder. Nuestros héroes tendrán que introducirse en distintas películas, algunas de ellas parodias de otras reales como Indiana Jones, para recuperar unos Oscars mágicos y evitar que los insolentes Gedow logren su objetivo.

Al igual que en la primera parte, nos encontramos con un argumento muy superficial que solamente sirve de excusa para introducir la acción a lo largo de las siete pantallas, y de paso hacer unas cuantas bromas, especialmente en los momentos previos a las batallas con los jefes finales. A través de varios vídeos creados con el mismo motor del juego iremos conociendo la historia y ahondando un poco más en los personajes, especialmente en Silvia y Joe, descubriendo también al padre de este último, Jet.

Entrando ya en detalles jugables, Clover Studio y su grupo Viewtiful Team han decidido calcar por completo el desarrollo de Viewtiful Joe para esta secuela, con sus pros y sus contras. De nuevo tendremos que desplazarnos por mundos en dos dimensiones, eliminando con nuestros poderes a todo enemigo que asome la cabeza por el escenario y resolviendo ciertos puzzles para poder avanzar. Cada pantalla además está dividida en secciones y en cada una de estas partes se nos dará una puntuación final dependiendo del tiempo que empleemos, lo bien que luchemos y los golpes que recibamos. Conseguir la valoración más alta en todas las etapas es todo un reto de gran dificultad y uno de los pilares fundamentales en la duración del título.

Como ya se ha dicho, siete son los mundos que forman el modo principal y su complejidad ha ganado enteros si los comparamos con los aparecidos en la primera parte, alternando más a menudo desarrollos en vertical y algunas salas con muchas posibilidades, incluido un excelente rompecabezas donde unas habitaciones giratorias nos harán pensar para resolver su enigma y seguir adelante. Por contra, los puzzles son en algunos casos bastante absurdos y poco intuitivos, abusando además de la posibilidad que tenemos de alternar entre Silvia y Joe.