Más kriptonita para Superman

Antes, hace no muchos años, cuando los padres querían atormentar a sus pequeños hijos por desobedecer o hacer mal las cosas, se les amenazaba con el hombre del saco, el rincón de la escalera o sin ver la televisión. Pero los tiempos cambian, y los terrores infantiles también. Culpa de ello la tuvo en buena parte Titus, la pequeña compañía americana autora del abominable Superman 64, un videojuego tan monstruoso, vil y detestable que todavía hoy es capaz de despertar los miedos más profundos de los niños, y también de los mayores. Para regocijo de la humanidad, la compañía EA decidió que esas no eran formas de tratar al Hombre de Acero dentro del mundillo de los videojuegos y, en un desinteresado intento por lavar la imagen de Superman, anunció la adaptación de su última película, estrenada hace ya unos meses con menos éxito del esperado. El resultado es Superma Returns, un producto de ínfima calidad que podría ser incluso más tóxico que la kriptonita para los nacidos en Krypton. Descubramos el porqué.

Con calzones y a lo loco
Y es que parece que el matrimonio de Superman con las consolas no está siendo del todo idílico. Aparte del considerado como uno de los peores videojuegos de la historia (y del que podéis leer más atrocidades en su análisis para VicioJuegos.com), en sus anteriores apariciones el héroe del espacio tampoco tuvo demasiados momentos de gloria. Parecía que con la intromisión de EA, experta en adaptar películas con resultados más o menos decentes, la suerte de tan noble personaje iba a cambiar, pero de nuevo ha de chocar contra la cruda realidad. Superman Returns para Nintendo DS es un despreciable videojuego que llega para codearse con la crème de la crème de los pufos de la portátil.

El juego nos propone revivir la experiencia del largometraje, aunque desde una particular visión dado el escaso argumento de la obra original. Después de unas vacaciones galácticas, el también conocido como Clark Kent regresa a La Tierra dispuesto a olvidar sus debilidades para ayudar por enésima vez a la ciudad de Metrópolis. Pero con él, aparecen como setas muchos de sus archienemigos, encabezados por el malvado Lex Luthor. Superman, como es lógico, es el encargado de desbaratar sus alocados planes de destrucción y devolver la paz a las rutinarias vidas de los habitantes de la ciudad.

Tras la pertinente presentación, podemos elegir el traje y aspecto del protagonista entre varias opciones antes de lanzarnos a la acción. A partir de este punto y por medio de escenas estáticas que imitan al cómic, iremos conociendo trazos de la historia, aunque no tiene mayor interés. Y aquí se acaba lo bueno, al principio la esperanza se mantiene pero nada más empezar a jugar todo se va al garete.

Las misiones que ha de completar Superman se van seleccionando en un tablero que representa la extensión de la ciudad. Con un número limitado de movimientos, nos vamos desplazando por las casillas en busca de zonas en las que haya un enemigo o un incidente en el que intervenir. Según vamos superando los retos, la ciudad recupera la vida que los villanos van robando, así hasta que derrotamos a todos y el hombre de los calzones por fuera puede quitarse su traje y volver a ser el tímido Clark. Pero antes de llegar a semejante desenlace, el sufrido jugador tendrá que pasar por toda una suerte de misiones a cada cual más repetitiva e insulsa.