
GameCube
La guerra de las secuelas
Tras el éxito del Rogue Leader, vuelve Rebel Strike con el mismo espíritu, aunque con unas misiones en tercera persona que se convierten en su talón de Aquiles.

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Apenas un año y medio después del éxito de Star Wars: Rogue Leader (que se convirtió en un símbolo del lanzamiento de la Game Cube), nos llega la tercera parte de la saga Rogue Squadron, con la pretensión de igualar o incluso superar a su anterior entrega basándose en un apartado técnico sobresaliente, un desarrollo excelente y la capacidad de embaucarnos en el universo de Star Wars.
Con estas altas aspiraciones comenzamos a jugar y nos encontramos con numerosas sorpresas, algunas no tan agradables.
Para empezar, en el nivel de entrenamiento ya comprobamos la ausencia de doblaje al castellano, algo imperdonable en un juego como este, y más teniendo en cuenta que en un principio se dijo que se doblaría como se hizo con su anterior entrega. Es cierto que todos los diálogos están subtitulados pero, a veces, éstos se suceden tan rápidamente que ni siquiera nos da tiempo a leer los subtítulos. Además, en muchas ocasiones, las conversaciones se presentan en momentos comprometidos en los que estamos inmersos en plena batalla y nos es imposible atender a los subtítulos, por lo que si no sabemos inglés, puede que no nos enteremos de alguna orden u objetivo que nos marquen.
Otra sorpresa que empera el nivel del juego es la aparición de las misiones en las que controlamos al personaje fuera de la nave, es decir, a pie. Lo que en principio podía parecer una interesante y ambiciosa novedad se convierte en una mancha del juego debido, principalmente, a la mala cámara que en ocasiones nos deja vendidos, al mal sistema automático para apuntar (ya que tenemos que situarnos de cara al enemigo), a la monotonía de las misiones (que se reduce a avanzar a pie disparando a todo lo que se menea) y al pésimo sistema de saltos.
Por suerte, los espectaculares gráficos de la anterior entrega no sólo no se han visto empeorados, sino que incluso han mejorado lo poco que se podía mejorar. En las misiones con la nave, los gráficos y las texturas son realmente espectaculares y llegan a mover a más de una decena de naves en pantalla con sus disparos y explosiones sin ralentizarse lo más mínimo. Sin embargo, en las naves a pie, los gráficos reducen el alto nivel al que rayan, ya que hay veces que el modelado de los personajes muestra algunas carencias.
Las misiones con las naves, sin duda las mejores como ya hemos dicho, son las predominantes (después de todo, no hay que olvidar que estamos ante un shooter espacial). Los niveles a pie no son muchos, pero sí hay bastantes fases en las que el control del personaje y de las naves se mezcla según las situaciones.
Con estas altas aspiraciones comenzamos a jugar y nos encontramos con numerosas sorpresas, algunas no tan agradables.
Para empezar, en el nivel de entrenamiento ya comprobamos la ausencia de doblaje al castellano, algo imperdonable en un juego como este, y más teniendo en cuenta que en un principio se dijo que se doblaría como se hizo con su anterior entrega. Es cierto que todos los diálogos están subtitulados pero, a veces, éstos se suceden tan rápidamente que ni siquiera nos da tiempo a leer los subtítulos. Además, en muchas ocasiones, las conversaciones se presentan en momentos comprometidos en los que estamos inmersos en plena batalla y nos es imposible atender a los subtítulos, por lo que si no sabemos inglés, puede que no nos enteremos de alguna orden u objetivo que nos marquen.
Otra sorpresa que empera el nivel del juego es la aparición de las misiones en las que controlamos al personaje fuera de la nave, es decir, a pie. Lo que en principio podía parecer una interesante y ambiciosa novedad se convierte en una mancha del juego debido, principalmente, a la mala cámara que en ocasiones nos deja vendidos, al mal sistema automático para apuntar (ya que tenemos que situarnos de cara al enemigo), a la monotonía de las misiones (que se reduce a avanzar a pie disparando a todo lo que se menea) y al pésimo sistema de saltos.
Por suerte, los espectaculares gráficos de la anterior entrega no sólo no se han visto empeorados, sino que incluso han mejorado lo poco que se podía mejorar. En las misiones con la nave, los gráficos y las texturas son realmente espectaculares y llegan a mover a más de una decena de naves en pantalla con sus disparos y explosiones sin ralentizarse lo más mínimo. Sin embargo, en las naves a pie, los gráficos reducen el alto nivel al que rayan, ya que hay veces que el modelado de los personajes muestra algunas carencias.
Las misiones con las naves, sin duda las mejores como ya hemos dicho, son las predominantes (después de todo, no hay que olvidar que estamos ante un shooter espacial). Los niveles a pie no son muchos, pero sí hay bastantes fases en las que el control del personaje y de las naves se mezcla según las situaciones.
Información del juego
Fecha de lanzamiento: 12 de noviembre de 2003
Desarrollado por:
Factor 5