
Xbox 360
El control del tiempo en la mano
Raven Software vuelve a probar suerte en los shooters al ver que su último intento con Wolfenstein no resultó fructífero. Esta vez jugaremos con el tiempo.

0
0
0
Nadie diría que detrás de Singularity se encuentra Raven Software, un estudio con no poca experiencia y con un currículum que es la envidia de muchas otras desarrolladoras. Después de sorprender con Marvel: Ultimate Alliance y X-Men: Lobezno, Raven repite en el género los FPS para intentar solucionar lo que no salió del todo bien con el último Wolfenstein.
Se nos puede venir a la cabeza que Singularity es otro shooter más y no son pocos los que van en esta generación. Sin embargo, su principal baza es el control del tiempo y es eso lo que le hace diferenciarse de sus competidores. Ahora bien, la pregunta que debemos responder en las siguientes páginas es: ¿realmente consigue romper moldes y hacerse un hueco para no pasar sin pena ni gloria?
El juego comienza con un vídeo que parece está sacado de una clase de historia. En plena Guerra Fría, la Unión Soviética se guardaba un as en la manga que podría hacer que la balanza se inclinara hacia el lado comunista. A ese as le pusieron el nombre de E-99, un elemento con prometedoras aplicaciones en el terreno bélico. Para su investigación y desarrollo se construyó una isla llamada Katorga-12 en medio del océano. Allí los científicos trabajaban, los soldados entrenaban y sus familias hacían su vida normal. En este aspecto, salvando las distancias, recuerda al lugar perfecto que creó Andrew Ryan en BioShock. Las similitudes con el juego de 2K no se acaban aquí, pero las dejamos para cuando corresponda.
El proyecto del E-99 no salió como se esperaba y la isla fue desmantelada y abandonada... o eso parecía. Tomamos el mando para controlar al capitán Nate Renko, que se dirige con su compañero a investigar la extraña desaparición de uno de los helicópteros del ejército americano. Los restos de lo que fue Katorga-12 se vislumbran desde el aire con una estatua de enormes proporciones medio sumergida en el agua. Por desgracia, la supuestamente tranquila misión de reconocimiento no comienza nada bien. Un pulso electromagnético es disparado desde el interior de la isla y el helicóptero es derribado. Renko, para empezar, debe encontrar a su compañero que sabemos que sigue vivo gracias a la radio.
Los primeros compases del juego se muestran prometedores. Conforme avanzamos paso a paso, vamos encontrado grabaciones de audio, notas y vídeos (explican el funcionamiento de Katorga-12 con un estilo muy parecido al de Fallout 3) esparcidos por el lugar. Lo que al principio parece una tranquila y próspera comunidad poco a poco se va convirtiendo en un desastre fuera de control con terribles consecuencias. Esto está muy bien llevado, con una atmósfera inquietante y mucha atención puesta en los detalles. Del suspense pasamos directamente a la acción y entramos en combate con unas extrañas y peligrosas criaturas que, debido a la explosión, han adquirido una forma monstruosa e incluso poderes de teletransporte o invisibilidad. Ahí no queda la cosa, a Renko se le cruzan imágenes del año 1955, cuando la isla estaba en pleno funcionamiento. Pasado y presente convergen en un mismo punto por culpa de la singularidad, que da nombre al juego. La misión, entonces, consiste en cambiar ciertos acontecimientos pasados para que no ocurra todo esto.
Se nos puede venir a la cabeza que Singularity es otro shooter más y no son pocos los que van en esta generación. Sin embargo, su principal baza es el control del tiempo y es eso lo que le hace diferenciarse de sus competidores. Ahora bien, la pregunta que debemos responder en las siguientes páginas es: ¿realmente consigue romper moldes y hacerse un hueco para no pasar sin pena ni gloria?
El juego comienza con un vídeo que parece está sacado de una clase de historia. En plena Guerra Fría, la Unión Soviética se guardaba un as en la manga que podría hacer que la balanza se inclinara hacia el lado comunista. A ese as le pusieron el nombre de E-99, un elemento con prometedoras aplicaciones en el terreno bélico. Para su investigación y desarrollo se construyó una isla llamada Katorga-12 en medio del océano. Allí los científicos trabajaban, los soldados entrenaban y sus familias hacían su vida normal. En este aspecto, salvando las distancias, recuerda al lugar perfecto que creó Andrew Ryan en BioShock. Las similitudes con el juego de 2K no se acaban aquí, pero las dejamos para cuando corresponda.
El proyecto del E-99 no salió como se esperaba y la isla fue desmantelada y abandonada... o eso parecía. Tomamos el mando para controlar al capitán Nate Renko, que se dirige con su compañero a investigar la extraña desaparición de uno de los helicópteros del ejército americano. Los restos de lo que fue Katorga-12 se vislumbran desde el aire con una estatua de enormes proporciones medio sumergida en el agua. Por desgracia, la supuestamente tranquila misión de reconocimiento no comienza nada bien. Un pulso electromagnético es disparado desde el interior de la isla y el helicóptero es derribado. Renko, para empezar, debe encontrar a su compañero que sabemos que sigue vivo gracias a la radio.
Los primeros compases del juego se muestran prometedores. Conforme avanzamos paso a paso, vamos encontrado grabaciones de audio, notas y vídeos (explican el funcionamiento de Katorga-12 con un estilo muy parecido al de Fallout 3) esparcidos por el lugar. Lo que al principio parece una tranquila y próspera comunidad poco a poco se va convirtiendo en un desastre fuera de control con terribles consecuencias. Esto está muy bien llevado, con una atmósfera inquietante y mucha atención puesta en los detalles. Del suspense pasamos directamente a la acción y entramos en combate con unas extrañas y peligrosas criaturas que, debido a la explosión, han adquirido una forma monstruosa e incluso poderes de teletransporte o invisibilidad. Ahí no queda la cosa, a Renko se le cruzan imágenes del año 1955, cuando la isla estaba en pleno funcionamiento. Pasado y presente convergen en un mismo punto por culpa de la singularidad, que da nombre al juego. La misión, entonces, consiste en cambiar ciertos acontecimientos pasados para que no ocurra todo esto.
Información del juego
Fecha de lanzamiento: 25 de junio de 2010
Desarrollado por:
Raven Software