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Las semillas del huerto del abuelo muerto
Regresamos al huerto para salvar las tierras del abuelo de la ruina. Lo conseguiremos con tesón y sudor.
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No estamos solos en este mundo rural. Aparte de los asalariados convivimos con granjeros vecinos en apuros que nos pedirán favores, con buenas recompensas monetarias, cabe destacar. Al apoyarles colaboraremos en el progreso de la zona, que será más rica, atraerá a más granjeros y favorecerá la presencia de tierras para la venta. Los otros modos son igualmente interesante e incluso más difíciles. En “Modo Libre” no tenemos objetivos finales ni limites, jugaremos hasta que nos cansemos, dominemos el mundo agrario o consigamos la mayoría de los logros y trofeos. En “Desafíos” completamos misiones especiales, de tiempo limitado y requisitos muy concretos, todos ambientados en países exóticos como Italia o Colombia. En cada país hay varias misiones distintas entre sí y que funcionan como partidas independientes. No obstante en los otros modos también podemos dejar atrás nuestra Montana natal para mudarnos a un nuevo terreno en otros países.
La perfección de cada una de las piezas
En general el apartado jugable funciona muy bien, los controles resultan intuitivos así como sus conceptos. Los consejos son constantes y claros, siempre accesibles a nuestra PDA, un aparatito fundamental en nuestras vidas. Todo lo que hay que saber y necesitamos controlar se encuentra en este artefacto digital, desde el clima de los próximos días, el valor de mercado de los productos, el mapa, nuestra maquinaria, edificios y animales, los mensajes e incluso el nivel de nuestro personaje virtual. Sí, ganamos experiencia y subimos de nivel. ¡Sin necesidad de luchar contra slimes!
No obstante este juego tiene algunos fallos menores, como algunos mensajes con traducción errónea o no del todo claros, por ejemplo “Guarda el trigo en el almacén de” en vez del silo de grano, que parece lo mismo pero no lo es, o localizaciones inexactas en el mapa (en el tutorial nos tiramos como cinco minutos buscando el almacén de patatas a pesar de seguir el mapa), las largas pantallas de cargas o las ultrarrealistas físicas son un inconveniente cuando nos teletransportamos a nuestra granja y resulta que el aparejo se encuentra en una posición tan inaccesible (vertical de pie, por ejemplo) que es casi imposible volver a acoplarlo a la maquinaria. Eso sí, sentiremos a la perfección como se controla cada vehículo.
Vida colorista en el campo
El diseño artístico es bucólico y realista. Sin ser un portento de la potencia gráfica nos sentiremos inmersos en ese mundo de trabajo duro al aire libre. La tranquilidad de los prados o villas, los amaneceres, las lluvias, los cielos despejados, la vegetación todo se agradece. Así como la localización de cada país. Cada maquina, herramienta y edificio tienen un alto valor educativo, además observar como funcionan y se mueven cada una de sus piezas durante la acción resulta reconfortante. Como si el orden de todas las cosas siguieron su rumbo correcto. Banda sonora apenas hay, unas pocas melodías rurales y sobre todo muchos sonidos ambientales. Mucho sonido de maquinaria realmente.
Conclusión
El género de simulación de granja está destinado a todos esos usuarios que gozan invirtiendo tiempo en la mejora de sus cosechas y en el enriquecimiento económico a través del sudor de su frente. Es una aventura pausada, calmada, relajante a la vez que agobiante si somos algo nerviosos o si no nos gusta controlar vehículos de forma exageradamente manual. Lo que es seguro su larga duración y rejugabilidad con sus distintos modos de juego. Nunca nos dejará de sorprender y maravillar el apoteósico despegue social que han tenido los juegos de granjas en consolas en pocos años. Muchos comparten nociones básicas y objetivos parecidos, pero cada franquicia tiene su propio sello. Difícil de apreciar, eso sí, pero lo tiene.
La perfección de cada una de las piezas
En general el apartado jugable funciona muy bien, los controles resultan intuitivos así como sus conceptos. Los consejos son constantes y claros, siempre accesibles a nuestra PDA, un aparatito fundamental en nuestras vidas. Todo lo que hay que saber y necesitamos controlar se encuentra en este artefacto digital, desde el clima de los próximos días, el valor de mercado de los productos, el mapa, nuestra maquinaria, edificios y animales, los mensajes e incluso el nivel de nuestro personaje virtual. Sí, ganamos experiencia y subimos de nivel. ¡Sin necesidad de luchar contra slimes!
No obstante este juego tiene algunos fallos menores, como algunos mensajes con traducción errónea o no del todo claros, por ejemplo “Guarda el trigo en el almacén de” en vez del silo de grano, que parece lo mismo pero no lo es, o localizaciones inexactas en el mapa (en el tutorial nos tiramos como cinco minutos buscando el almacén de patatas a pesar de seguir el mapa), las largas pantallas de cargas o las ultrarrealistas físicas son un inconveniente cuando nos teletransportamos a nuestra granja y resulta que el aparejo se encuentra en una posición tan inaccesible (vertical de pie, por ejemplo) que es casi imposible volver a acoplarlo a la maquinaria. Eso sí, sentiremos a la perfección como se controla cada vehículo.
Vida colorista en el campo
El diseño artístico es bucólico y realista. Sin ser un portento de la potencia gráfica nos sentiremos inmersos en ese mundo de trabajo duro al aire libre. La tranquilidad de los prados o villas, los amaneceres, las lluvias, los cielos despejados, la vegetación todo se agradece. Así como la localización de cada país. Cada maquina, herramienta y edificio tienen un alto valor educativo, además observar como funcionan y se mueven cada una de sus piezas durante la acción resulta reconfortante. Como si el orden de todas las cosas siguieron su rumbo correcto. Banda sonora apenas hay, unas pocas melodías rurales y sobre todo muchos sonidos ambientales. Mucho sonido de maquinaria realmente.
Conclusión
El género de simulación de granja está destinado a todos esos usuarios que gozan invirtiendo tiempo en la mejora de sus cosechas y en el enriquecimiento económico a través del sudor de su frente. Es una aventura pausada, calmada, relajante a la vez que agobiante si somos algo nerviosos o si no nos gusta controlar vehículos de forma exageradamente manual. Lo que es seguro su larga duración y rejugabilidad con sus distintos modos de juego. Nunca nos dejará de sorprender y maravillar el apoteósico despegue social que han tenido los juegos de granjas en consolas en pocos años. Muchos comparten nociones básicas y objetivos parecidos, pero cada franquicia tiene su propio sello. Difícil de apreciar, eso sí, pero lo tiene.
Alternativas
Las series Farming Simulator y Realm Farm Sim.
El realismo y detallismo de cada apartado. Bastantes modos de juegos distintos. La ambientación.
Las físicas realistas y unas misiones no muy claras pueden molestar. Las largas pantallas de carga.