
PlayStation 3
Una de zombis con montaje del director
Grave Danger es una nueva versión de Battle for Suburbia, aparecido en Xbox 360.

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Hace poco más de un año (en mayo de 2007, para ser exactos) apareció en Xbox 360 un juego sin demasiadas pretensiones que se hizo llamar Monster Madness: Battle for Suburbia. Se trataba de un beat’em up bastante sencillo que pasó sin hacer mucho ruido debido a varios defectos importantes que afectaban principalmente a la jugabilidad y al apartado gráfico. Ahora tenemos en PS3 Monster Madness: Grave Danger, que, a pesar de contar con una coletilla distinta en el título, no se trata de una segunda parte, sino de una revisión del anterior. La desarrolladora, Psyonix Studios, ha intentado darle un lavado de cara y pulir los problemas de la versión de 360 para crear una experiencia de juego más atractiva. Sin embargo, poco a poco descubriremos que se han dejado varias mejoras en el tintero. No adelantemos acontecimientos y empecemos con un breve esbozo del argumento.
Monster Madness nos cuenta la historia de cuatro amigos del instituto que cumplen a rajatabla los estereotipos más arraigados de la fauna estudiantil norteamericana. Por un lado tenemos a Zack, un geek que es incapaz de expresar sus sentimientos a Carrie, una chica pseudogótica de actitud cortante que hace las veces de profesora particular. La otra parejita en discordia está formada por Andy, el loco del monopatín que no puede faltar en un juego de esta temática, y Jennifer, la capitana del equipo de animadoras, personaje clave de la sociedad que parodia. Los cuatro se reúnen una tarde en casa de Zack y, de repente, los zombis echan la puerta abajo y se abalanzan sobre ellos para succionarles el cerebro. A partir de aquí comienza una aventura que les llevará por los parajes más recónditos de su ciudad. ¿Podrán hacer frente al mal y restaurar la normalidad en sus vidas?
La historia de Monster Madness se nos cuenta mediante presentaciones con viñetas que, en un principio, encajan muy bien con la filosofía del título, desenfadada y en clave de humor. Está claro que este juego no pretende hacer reflexiones en plan filosófico ni desarrollar a los personajes. Un guión sencillo puede conseguir que el jugador se ría a carcajadas si se introducen chistes ocurrentes. El problema es que Monster Madness lo intenta una y otra vez sin resultados. El humor es tan básico que se percibe y no causa efecto. En otras palabras, intenta ser divertido y, salvo excepciones, sólo causa indiferencia. Se puede hacer buena mofa de los personajes aunque la historia no tenga sentido, pero todo se queda en simplemente eso, una historia y unos protagonistas que dicen poco o nada. No es que importe mucho, pero un poco de esfuerzo siempre es bien recibido.
El modo de juego más importante de Monster Madness es “Aventura”. Consta de 18 fases de entre 10 y 20 minutos de duración en las que hay que recorrer escenarios a medida que se cumplen objetivos sencillos, en su mayoría llegar de un punto a otro o buscar llaves y objetos similares que nos permiten acceder a otras zonas. Las fases se clasifican en cinco capítulos: el barrio, el centro comercial, el colegio, el cementerio y el castillo. Original, ¿verdad? Si uno echa cuentas, no es que el modo dure mucho, pero al menos se puede jugar con otros tres amigos. Se pueden unir en cualquier momento y hasta podemos reclutar a desconocidos gracias al sistema online, pero de momento es poco menos que una odisea. Lo cierto es que jugar solo no tiene mucha gracia, con amigos la cosa es un poco mejor, tanto que es la auténtica razón de ser del juego.
El modo “Duelo” permite participar en partidas de hasta doce jugadores, aunque en algunos mapas sólo se puede juntar un máximo de cuatro. Incluye modalidades de combate a muerte, combate a muerte por equipos y el celebérrimo “Capturar la bandera”. Se pueden ajustar varias opciones, como las armas, el límite de muertes, el tiempo y los vehículos que se pueden emplear, pero ya hemos dicho que no es fácil albergar una partida dada la escasez de jugadores.
Por su parte, el modo “Desafíos” es una compilación de 25 minijuegos. No es que sean nada del otro jueves, ya que la mayoría consisten en aniquilar monstruos con alguna condición (utilizar un arma específica, proteger a otro personaje), pero también hay uno parecido al “comecocos”, varios de conducción de vehículos y hasta de combinaciones de botones. Nuestra habilidad con cada minijuego se mide mediante un baremo de notas que van de la F (suspenso) a la S (sobresaliente). Si conseguimos superar uno, nos premian con un disfraz para un personaje. No es gran cosa, pero como añadido no deja de tener cierto interés.
Monster Madness nos cuenta la historia de cuatro amigos del instituto que cumplen a rajatabla los estereotipos más arraigados de la fauna estudiantil norteamericana. Por un lado tenemos a Zack, un geek que es incapaz de expresar sus sentimientos a Carrie, una chica pseudogótica de actitud cortante que hace las veces de profesora particular. La otra parejita en discordia está formada por Andy, el loco del monopatín que no puede faltar en un juego de esta temática, y Jennifer, la capitana del equipo de animadoras, personaje clave de la sociedad que parodia. Los cuatro se reúnen una tarde en casa de Zack y, de repente, los zombis echan la puerta abajo y se abalanzan sobre ellos para succionarles el cerebro. A partir de aquí comienza una aventura que les llevará por los parajes más recónditos de su ciudad. ¿Podrán hacer frente al mal y restaurar la normalidad en sus vidas?
La historia de Monster Madness se nos cuenta mediante presentaciones con viñetas que, en un principio, encajan muy bien con la filosofía del título, desenfadada y en clave de humor. Está claro que este juego no pretende hacer reflexiones en plan filosófico ni desarrollar a los personajes. Un guión sencillo puede conseguir que el jugador se ría a carcajadas si se introducen chistes ocurrentes. El problema es que Monster Madness lo intenta una y otra vez sin resultados. El humor es tan básico que se percibe y no causa efecto. En otras palabras, intenta ser divertido y, salvo excepciones, sólo causa indiferencia. Se puede hacer buena mofa de los personajes aunque la historia no tenga sentido, pero todo se queda en simplemente eso, una historia y unos protagonistas que dicen poco o nada. No es que importe mucho, pero un poco de esfuerzo siempre es bien recibido.
El modo de juego más importante de Monster Madness es “Aventura”. Consta de 18 fases de entre 10 y 20 minutos de duración en las que hay que recorrer escenarios a medida que se cumplen objetivos sencillos, en su mayoría llegar de un punto a otro o buscar llaves y objetos similares que nos permiten acceder a otras zonas. Las fases se clasifican en cinco capítulos: el barrio, el centro comercial, el colegio, el cementerio y el castillo. Original, ¿verdad? Si uno echa cuentas, no es que el modo dure mucho, pero al menos se puede jugar con otros tres amigos. Se pueden unir en cualquier momento y hasta podemos reclutar a desconocidos gracias al sistema online, pero de momento es poco menos que una odisea. Lo cierto es que jugar solo no tiene mucha gracia, con amigos la cosa es un poco mejor, tanto que es la auténtica razón de ser del juego.
El modo “Duelo” permite participar en partidas de hasta doce jugadores, aunque en algunos mapas sólo se puede juntar un máximo de cuatro. Incluye modalidades de combate a muerte, combate a muerte por equipos y el celebérrimo “Capturar la bandera”. Se pueden ajustar varias opciones, como las armas, el límite de muertes, el tiempo y los vehículos que se pueden emplear, pero ya hemos dicho que no es fácil albergar una partida dada la escasez de jugadores.
Por su parte, el modo “Desafíos” es una compilación de 25 minijuegos. No es que sean nada del otro jueves, ya que la mayoría consisten en aniquilar monstruos con alguna condición (utilizar un arma específica, proteger a otro personaje), pero también hay uno parecido al “comecocos”, varios de conducción de vehículos y hasta de combinaciones de botones. Nuestra habilidad con cada minijuego se mide mediante un baremo de notas que van de la F (suspenso) a la S (sobresaliente). Si conseguimos superar uno, nos premian con un disfraz para un personaje. No es gran cosa, pero como añadido no deja de tener cierto interés.
Información del juego
Fecha de lanzamiento: 13 de junio de 2008
Desarrollado por:
Psyonix Studios