La ciudad debe sobrevivir

La investigación de nuevos edificios y tecnologías será vital para la supervivencia, y deberemos utilizar ingenieros en su edificio (como otros con necesidad de especialización) y recursos para desbloquear nuevas ramas y las mejoras más importantes. Sin entrar en detalles sobre el desarrollo, que es muy intuitivo, nos centraremos en "el faro", que servirá para identificar nuestra ciudad desde lejos y nos permite montar expediciones. Tendremos estas expediciones en activo casi constantemente para explorar el basto terreno glaciar en el que encontraremos recursos, supervivientes e historias de fracasos que sirven para crear esta atmósfera tan basta y opresiva que es tan importante para el título.

Pero pronto nos quedaremos cortos en muchos ámbitos y regular las acciones de la gente se hará necesario, quienes harán peticiones constantemente y que no siempre podremos atender. Aquí entran en juego las leyes, que regulan los tiempos de trabajo, las condiciones en hospitales o nuevos edificios recreativos entre otros, y que deberán ser aprobadas en un orden dependiendo de las necesidades del pueblo e incluso preventivamente de no haber ningún problema urgente. Por ejemplo, una de las primeras que podemos aprobar será la posibilidad de cocinar sopa o añadir aditivos a la comida para poder ampliar la cantidad de comidas que podemos producir con los mismos ingredientes. Si escogemos la sopa, la gente lo identificará con la pobreza y estará descontenta cada vez que la coma, mientras que los aditivos aumentan la probabilidad de que la gente enferme. Según avanza la campaña, tendremos que dar esperanzas a nuestra gente, cuyo descontento también tendremos que regular, y ahí entran estas leyes en las que debemos escoger entre la esperanza religiosa o el orden, que desbloquearán nuevos edificios y nos ayudarán a desensibilizar y entretener la población para reducir el descontento y la esperanza.

Así, tendremos que mantener la ciudad funcionando con nuevos edificios, tecnologías y medidas drásticas para afrontar las continuas bajadas de temperatura y avanzar en la historia, en la que nos seguirán surgiendo problemas en los que ninguna opción parece ser la mejor solución. Una vez terminemos la campaña principal, desbloquearemos una nueva dependiente de autómatas (que desbloqueará rápido la tercera campaña) con nuevas propuestas y opciones, además de poder modificar la dificultad de éstas y ampliar aún más la rejugabilidad. El rendimiento del título junto con su estética y trasfondo nos dejará momentos de agobio (en el buen sentido) e incluso de incredulidad total que nos mantendrán pegados a la pantalla hasta su conclusión.

En definitiva, parece muy complicado imaginar cómo podría 11 bit studios superarse a la hora de hacer un nuevo juego de supervivencia cuando es capaz de mantener un estilo tan marcado, característico y satisfactorio de jugar. Con las tres campañas, el cambio de dificultad y la posibilidad de tomar diferentes aproximaciones al juego con las leyes podemos tener juego para rato, con muy pocos fallos o aspectos que se queden cortos y muchas posibilidades de llevar nuestra ciudad sin que colapse. Un nuevo referente del género de la supervivencia y uno de los obligados de este año en PC.