
PlayStation 2
Fútbol de 'vieja escuela'
EA Sports regresa a PlayStation 2 con la mejor versión de la serie para dicho sistema

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Este aspecto sin duda marca todo el juego, y mientras que para algunos usuarios se convertirá en un punto fuerte, en otros será más que suficiente para dar de lado al juego. En cualquier caso queremos remarcar que no consideramos necesario crear desigualdades entre la CPU y el jugador a nivel de efectividad, más allá del tiempo de aprendizaje que pueda llevarnos el defender tan intensivamente como los niveles medios y superiores de dificultad de la CPU. Pasemos a hablar del sistema de control y oferta jugable del título.
Con el Dual Shock 2 como única herramienta poca evolución podemos encontrar en el sistema de control. Disponemos de dos configuraciones básicas: analógica y digital para manejar a los jugadores, en función de las preferencias de los usuarios. Además dentro de cada apartado encontramos que podemos ubicar el disparo y el pase en largo en los botones Círculo o Cuadrado, lo que permite que la experiencia de juego sea más cómoda para el usuario de PES, al poder disponer del mismo mapeado de botones.
Como principales innovaciones encontramos los pases manuales, homónimos de los controles Free Motion de Wii en los que movíamos el Wiimote hacia una de las cuatro direcciones manteniendo pulsado A o B. En este caso la forma de realizarlos es pulsando cuadrado o triángulo en conjunción con la dirección del stick analógico izquierdo, lo que nos permite disponer de un control total sobre la dirección de estos desplazamientos. Podemos controlar la potencia de los pases al mantener pulsados los botones analógicos triángulo o cuadrado, y de esta forma no quejarnos de que la IA consiga que perdamos un balón al no lanzar el pase justo en la dirección deseada. Pese a esta nueva técnica seguimos encontrando como en ocasiones la pasividad en el desmarque del compañero, un aspecto que en todo caso podemos controlar mediante L1, provoca que o bien el rival intercepte el pase, o que el compañero no llegue a alcanzarlo.
A este respecto queremos realizar una de las mayores críticas hacia el sistema de juego de FIFA 08 en materia de áreas de influencia de los jugadores. FIFA 08 presenta una visión del fútbol demasiado encorsetada, quizás realizada a propósito. Debemos trastear con la dirección del equipo de forma bastante intensa para modificar la formación, además de incidir en la mentalidad del equipo si queremos que por ejemplo la defensa presione o se junte como deseamos, que los carrileros suban las bandas hasta el extremo, etc. En cualquier caso, e incluido el Modo Manager, en este aspecto FIFA 08 no resulta especialmente completo o sencillo. Por ello, encontraremos que en muchas ocasiones la distribución de los jugadores, y especialmente su área de influencia y libertad de movimientos no encajan con nuestra visión de este deporte, sin disponer tampoco de la libertad necesaria para adecuarlas. La forma de solucionarlo, crear una formación específica en la que si podemos definir la posición e influencia de cada jugador, aunque no hubiera estado de más que pudiéramos modificar al vuelo las formaciones predefinidas.
También se hace especial hincapié en el cambio de jugadores en defensa mediante el stick analógico derecho, de nuevo de forma parecida a lo que haríamos en Wii, aunque al igual que comentábamos al analizar la entrega doméstica de la consola de Nintendo, encontramos que no resulta todo lo ágil que debiera en muchas situaciones. El último aspecto especialmente novedoso reside en el mayor control sobre el portero, tanto a la hora de parar penas máximas, a la hora de seleccionar el control sobre el portero para realizar salidas, movernos en la línea de meta de cara a parar lanzamientos libres de falta, etc. Para ello deberemos pulsar el botón R3, o lo que es lo mismo, apretar hacia dentro el stick analógico derecho. Estas tres novedades las encontramos perfectamente explicadas mediante unos concisos vídeos.
Más allá de este aspecto, el sistema de control nos ofrece una enorme cantidad de acciones a realizar que incluyen la utilización de todos los botones del Dual Shock 2, algo que no facilitará a los novatos la tarea de aprendizaje. Controles orientados, manejo del ritmo en las acciones de los jugadores, al igual que pudiera ocurrir en PES, muchos de los regates podremos gestionarlos únicamente con acertados cambios de dirección y velocidad en nuestros desplazamientos. Amagos, pases al primer toque, dejar pasar el balón por entre nuestras piernas, autopases, globos, disparos de calidad y vaselinas, estos dos últimos ligeramente menos accesibles que en Wii, las clásicas filigranas de la serie como bicicletas, amagos, la marsellesa de Zidane, picar el balón, modificar su colocación, se convierten en tareas a dominar si queremos tener alguna posibilidad de batir a la consola en los niveles de dificultad superiores.
Todas las posibilidades que nos ofrece FIFA a la hora de atacar o defender no son triviales, si no que si queremos sortear la presión defensiva, adelantarnos y evitar huecos en nuestra defensa, engañar al portero rival, dividir la defensa, etc., tendremos que ir sumándolas poco a poco a nuestro repertorio de acciones, algo que llevará algo tiempo y que hace necesario bien dedicar tiempo al nivel de dificultad Principiante, o destinar tiempo al modo Entrenamiento.
Con el Dual Shock 2 como única herramienta poca evolución podemos encontrar en el sistema de control. Disponemos de dos configuraciones básicas: analógica y digital para manejar a los jugadores, en función de las preferencias de los usuarios. Además dentro de cada apartado encontramos que podemos ubicar el disparo y el pase en largo en los botones Círculo o Cuadrado, lo que permite que la experiencia de juego sea más cómoda para el usuario de PES, al poder disponer del mismo mapeado de botones.
Como principales innovaciones encontramos los pases manuales, homónimos de los controles Free Motion de Wii en los que movíamos el Wiimote hacia una de las cuatro direcciones manteniendo pulsado A o B. En este caso la forma de realizarlos es pulsando cuadrado o triángulo en conjunción con la dirección del stick analógico izquierdo, lo que nos permite disponer de un control total sobre la dirección de estos desplazamientos. Podemos controlar la potencia de los pases al mantener pulsados los botones analógicos triángulo o cuadrado, y de esta forma no quejarnos de que la IA consiga que perdamos un balón al no lanzar el pase justo en la dirección deseada. Pese a esta nueva técnica seguimos encontrando como en ocasiones la pasividad en el desmarque del compañero, un aspecto que en todo caso podemos controlar mediante L1, provoca que o bien el rival intercepte el pase, o que el compañero no llegue a alcanzarlo.
A este respecto queremos realizar una de las mayores críticas hacia el sistema de juego de FIFA 08 en materia de áreas de influencia de los jugadores. FIFA 08 presenta una visión del fútbol demasiado encorsetada, quizás realizada a propósito. Debemos trastear con la dirección del equipo de forma bastante intensa para modificar la formación, además de incidir en la mentalidad del equipo si queremos que por ejemplo la defensa presione o se junte como deseamos, que los carrileros suban las bandas hasta el extremo, etc. En cualquier caso, e incluido el Modo Manager, en este aspecto FIFA 08 no resulta especialmente completo o sencillo. Por ello, encontraremos que en muchas ocasiones la distribución de los jugadores, y especialmente su área de influencia y libertad de movimientos no encajan con nuestra visión de este deporte, sin disponer tampoco de la libertad necesaria para adecuarlas. La forma de solucionarlo, crear una formación específica en la que si podemos definir la posición e influencia de cada jugador, aunque no hubiera estado de más que pudiéramos modificar al vuelo las formaciones predefinidas.
También se hace especial hincapié en el cambio de jugadores en defensa mediante el stick analógico derecho, de nuevo de forma parecida a lo que haríamos en Wii, aunque al igual que comentábamos al analizar la entrega doméstica de la consola de Nintendo, encontramos que no resulta todo lo ágil que debiera en muchas situaciones. El último aspecto especialmente novedoso reside en el mayor control sobre el portero, tanto a la hora de parar penas máximas, a la hora de seleccionar el control sobre el portero para realizar salidas, movernos en la línea de meta de cara a parar lanzamientos libres de falta, etc. Para ello deberemos pulsar el botón R3, o lo que es lo mismo, apretar hacia dentro el stick analógico derecho. Estas tres novedades las encontramos perfectamente explicadas mediante unos concisos vídeos.
Más allá de este aspecto, el sistema de control nos ofrece una enorme cantidad de acciones a realizar que incluyen la utilización de todos los botones del Dual Shock 2, algo que no facilitará a los novatos la tarea de aprendizaje. Controles orientados, manejo del ritmo en las acciones de los jugadores, al igual que pudiera ocurrir en PES, muchos de los regates podremos gestionarlos únicamente con acertados cambios de dirección y velocidad en nuestros desplazamientos. Amagos, pases al primer toque, dejar pasar el balón por entre nuestras piernas, autopases, globos, disparos de calidad y vaselinas, estos dos últimos ligeramente menos accesibles que en Wii, las clásicas filigranas de la serie como bicicletas, amagos, la marsellesa de Zidane, picar el balón, modificar su colocación, se convierten en tareas a dominar si queremos tener alguna posibilidad de batir a la consola en los niveles de dificultad superiores.
Todas las posibilidades que nos ofrece FIFA a la hora de atacar o defender no son triviales, si no que si queremos sortear la presión defensiva, adelantarnos y evitar huecos en nuestra defensa, engañar al portero rival, dividir la defensa, etc., tendremos que ir sumándolas poco a poco a nuestro repertorio de acciones, algo que llevará algo tiempo y que hace necesario bien dedicar tiempo al nivel de dificultad Principiante, o destinar tiempo al modo Entrenamiento.