Bienvenido a la Familia

La llegada al mercado de las nuevas consolas domésticas: Wii y PlayStation 3, ha exigido a la compañía multiplataforma por excelencia: Electronic Arts, un esfuerzo para tratar de adaptar la particular visión de la trama creada por Mario Puzo, a las características distintivas de cada una de las últimas domésticas en asaltar el mercado. Indudablemente, y más allá de limitaciones gráficas, la entrega de Wii, El Padrino: El Chantaje, ofrece un enfoque distintivo respecto a cualquier edición anterior, debido al control inmersivo que permiten el Nunchuk y el Wiimote.

Con clarísimas influencias de la franquicia Grand Theft Auto, esta edición de Wii ofrece misiones adicionales, así como principalmente un control inmersivo que trata de meternos en la piel de un pujante gangster que deberá abrirse camino en el organigrama de la familia Corleone.

Al iniciar el juego se nos permite crear un personaje, mediante un sencillo editor (Mobface), en el que podemos personalizar aspectos como el color del cabello, peinado, vello facial, afeitado, cejas, vestimenta inicial. El argumento del título comienza con el asesinato a sangre fría de nuestro padre, dando un enorme salto en el tiempo hasta el momento en el que el Don Corleone se interesa por nuestro bienestar, recordemos que había prometido cuidar de nosotros, y nos ofrece unirnos a su familia. De esta forma comienza nuestra carrera en el clan Corleone, con centro de actividad en la Genco Oil, teniendo que lidiar en la Nueva York de 1945 con las familias Tattaglia, Stracci, Cuneo y Barzini. Luca Brasi ejerce de tutor nuestro, y nos introduce en las principales mecánicas de combate y exploración.

Se nos ofrecen misiones de diversa índole, desde negociar con los comerciantes para asegurarnos el pago de la cuota de protección, emplear la fuerza en dosis justas para conseguir nuestros objetivos, lidiando en la estrecha barrera existente entre la intimidación y la violencia gratuita, para conseguir prosperar y obtener el necesario respeto que nos valdrá el progreso en la organización, que podría culminar con nuestra posición de sucesor del Don. Por lo tanto el título no se limita a relatarnos los hechos de la película, si no que se encuadra en su ambientación, de hecho mostrando algunas de las escenas más recordadas, pero permitiendo un desarrollo en tercera persona más libre.

Además de respeto, obtenemos dinero que podemos emplear en mejorar nuestra imagen, algo necesario conforme ganemos peso en la organización. Resulta bastante importante conseguir obtener la información de los personajes que dispongan de datos importantes, representados por un icono de titiritero. Es sobre estas personas sobre las que tenemos que influir, manejando lo que se ha dado en llamar la mano negra, Blackhand, título de la edición anglosajona del juego de Redwood Shores. El grado de presión que ejercemos sobre los personajes controlados por la CPU se representa mediante un indicador de presión que dispone de varias áreas, que miden la salud del rival, su respeto, así como el exceso de presión.

Llegado el caso podemos incluso disparar a puntos no vitales de los personajes para obtener resultados. Esta acción se realiza apuntando manualmente con el Wiimote tras haber sacado el arma con el enemigo fijado.

El número de acciones a realizar conforme avanzamos en la aventura crece, con la posibilidad de añadir puntos de habilidad a la violencia, que nos permiten desbloquear los coches bomba, disponer de acólitos, llamados Allegados, cuando alcancemos el rango de ejecutor, e incluso contar con el apoyo del escuadrón de asalto de la familia, sólo si alcanzamos la figura de asociado de la familia, esta es una de las novedades de la edición Wii. Para disponer de esta opción debemos rellenar el indicador de escuadrón de asalto, mostrado por el escudo del león rampante de los Corleone. No debemos confiar en exceso en su ayuda, ya que resulta limitada e inaccesible en algunos momentos de la historia. Además nos supone un coste económico diario.

El nivel de los allegados y de los escuadrones evoluciona a la par que el de nuestro personaje, y terminan resultando imprescindibles para hacerse con el control de ciertos tinglados, o negocios tapadera.