John McClane vuelve a tener un mal día...

Antes de que Nintendo Gamecube se pusiera a la venta, entre su línea de lanzamientos para el 2002 se encontraba Die Hard: Vendetta, un shooter en primera persona protagonizado por el policía con más mala suerte del mundo, John McClane, personaje principal de la saga cinematográfica "La Jungla de Cristal" (así es como se conoce "Die Hard" en nuestro país), encarnado por Bruce Willis. Un juego que desde el principio atrajo la atención de muchos de los futuros usuarios de la consola de Nintendo, pero que tras los primeros vídeos in-game perdió buena parte de su expectación, debido a su pobre apartado técnico y a lo poco espectacular que parecía.


Un mal día para John McClane

Die Hard: Vendetta se sitúa algunos años después de lo sucedido en las películas, por lo que argumentalmente es una historia independiente. John es policía de Century City (L.A.), y su hija Lucy ha seguido sus pasos, siendo también agente del mismo departamento.

La historia comienza en un museo donde se ha organizado un acto para celebrar la donación de una valiosa obra de arte. Entonces es cuando aparece un grupo de hombres supuestamente encabezados por Jack Frontier, un actor de Hollywood de capa caída que parece haberse pasado al otro lado de la ley, robando el cuadro y secuestrando al director del museo.

McClane, que está viendo esta situación en directo por la tele, decide personarse allí, ya que su hija Lucy se encontraba en el acto. Como es habitual en este personaje, se saltará todos los protocolos policiales y entrará en el museo ignorando los consejos de sus superiores.

Pero lo que parecía ser la persecución de una banda dedicada al robo de obras de arte, pronto se irá transformando en una lucha personal contra una banda terrorista, dando origen a un argumento muy propio de las películas.

Sin embargo, el desarrollo no acompaña al buen argumento, por desgracia. El avance a través de las once misiones (más una misión de entrenamiento inicial) se puede llegar a hacer pesado por diversas razones. La primera de ellas, es que las misiones son muy largas, y aunque hay puntos de control durante el camino, es imposible salvar la partida hasta no haber llegar al final. Si a esto añadimos que no siempre está muy claro que es lo que hay que hacer para avanzar, nos encontramos ante la situación de que o bien estamos atascados durante mucho tiempo en un mismo punto, o bien estamos repitiendo la misión una y otra vez, ante el mensaje "Objetivo No Conseguido" que a veces aparecerá sin que sepamos el porqué. Y habrá que estar así, hasta que por casualidad descubramos como salir del atolladero o bien consultemos alguna guía de forma desesperada, ya que rara vez tendremos pistas más o menos claras de cómo avanzar.