
PlayStation 2
Por entonces Mambrú volverá de la guerra
Conflict Vietnam es la tercera parte de la serie "Conflict", trae consigo buenas ideas que lamentablemente se debilitan por otras menos afortunadas.

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Decía el filósofo Karl Popper que pese a que la nuestra era una historia de guerras y muerte, vivíamos en el mejor de los mundos. Yo, en cambio, digo que la nuestra es una historia de guerras y muerte, y que Karl Popper no leía los periódicos.
El videojuego aquí analizado ocurrió en este supuesto mejor de los mundos. Personalmente, me siento próximo a aquella canción que cantaba Bob Dylan a los maestros de la guerra, en la que decía "quiero haceros una pregunta/ ¿es vuestro dinero tan bueno?/ ¿os comprará el perdón?[...]espero que muráis/ y vuestra muerte vendrá pronto/ seguiré vuestro sarcófago/ en la tarde pálida/ y veré como os bajan/ al lecho de vuestra muerte/ y me postraré sobre vuestra tumba/hasta estar seguro de que estais muertos". Odio la guerra, y además soy de izquierdas (aunque el señor Ho Chi Minh no se lleva, precisamente, mi admiración). Por ello, Conflict Vietnam es un juego completamente opuesto a todo aquello que defiendo. Pese a todo, hay que reconocer que este sigue siendo un título que sin ser ninguna obra maestra logra estar bastante bien.
La tercera parte de la serie "Conflict" ocurre en Vietnam, una de las guerras más polémicas del siglo XX, cuya lucha duró muchos años y acabó -tras mucha muerte y tragedia- llevando a la derrota del ejército estadounidense y la victoria del Frente Nacional para la Liberación de Vietnam del Sur (FLN) que tomó la República de Vietnam en el sur, según sus defensores una democracia, según sus detractores, una falsa democracia. En el juego encarnaremos a un grupo de militares del ejército estadounidense que durante la llamada Ofensiva Tet se extraviarán al estrellarse su helicóptero y deberán recorrer el infierno de Vietnam para lograr ponerse a salvo. Esta vez -a diferencia de los otros juegos de la serie- no se trata de ganar la guerra, sino de salvar el pellejo acabando con cualquiera que pueda resultar una amenaza.
Así pues, durante el juego llevaremos a cuatro soldados, que responden a nombres tan increíbles como Hoss, Ragman, Cherry o Junior (Dios bendiga a América). Cada uno de estos soldados tiene diferente personalidad y su biografía determinada, a pesar de que en el juego todos cumplen la idea estereotípica de soldado machote que dice muchos tacos y cae muy mal. Las líneas de diálogo no son precisamente una de las cualidades del juego, a más de uno le podrá hacer exclamar algún exabrupto contra la pantalla, pues nos tocará soportar supuestos chistes terribles como "Que la bandera sea roja no quiere decir nada, los comunistas no tienen el monopolio sobre ese color", sumadas a incluso más desafortunadas frases racistas del tipo "Putos amarillos" (en EEUU, llamar amarillo a un asiático está considerado especialmente despectivo).
El videojuego aquí analizado ocurrió en este supuesto mejor de los mundos. Personalmente, me siento próximo a aquella canción que cantaba Bob Dylan a los maestros de la guerra, en la que decía "quiero haceros una pregunta/ ¿es vuestro dinero tan bueno?/ ¿os comprará el perdón?[...]espero que muráis/ y vuestra muerte vendrá pronto/ seguiré vuestro sarcófago/ en la tarde pálida/ y veré como os bajan/ al lecho de vuestra muerte/ y me postraré sobre vuestra tumba/hasta estar seguro de que estais muertos". Odio la guerra, y además soy de izquierdas (aunque el señor Ho Chi Minh no se lleva, precisamente, mi admiración). Por ello, Conflict Vietnam es un juego completamente opuesto a todo aquello que defiendo. Pese a todo, hay que reconocer que este sigue siendo un título que sin ser ninguna obra maestra logra estar bastante bien.
La tercera parte de la serie "Conflict" ocurre en Vietnam, una de las guerras más polémicas del siglo XX, cuya lucha duró muchos años y acabó -tras mucha muerte y tragedia- llevando a la derrota del ejército estadounidense y la victoria del Frente Nacional para la Liberación de Vietnam del Sur (FLN) que tomó la República de Vietnam en el sur, según sus defensores una democracia, según sus detractores, una falsa democracia. En el juego encarnaremos a un grupo de militares del ejército estadounidense que durante la llamada Ofensiva Tet se extraviarán al estrellarse su helicóptero y deberán recorrer el infierno de Vietnam para lograr ponerse a salvo. Esta vez -a diferencia de los otros juegos de la serie- no se trata de ganar la guerra, sino de salvar el pellejo acabando con cualquiera que pueda resultar una amenaza.
Así pues, durante el juego llevaremos a cuatro soldados, que responden a nombres tan increíbles como Hoss, Ragman, Cherry o Junior (Dios bendiga a América). Cada uno de estos soldados tiene diferente personalidad y su biografía determinada, a pesar de que en el juego todos cumplen la idea estereotípica de soldado machote que dice muchos tacos y cae muy mal. Las líneas de diálogo no son precisamente una de las cualidades del juego, a más de uno le podrá hacer exclamar algún exabrupto contra la pantalla, pues nos tocará soportar supuestos chistes terribles como "Que la bandera sea roja no quiere decir nada, los comunistas no tienen el monopolio sobre ese color", sumadas a incluso más desafortunadas frases racistas del tipo "Putos amarillos" (en EEUU, llamar amarillo a un asiático está considerado especialmente despectivo).
Información del juego
Fecha de lanzamiento: 20 de septiembre de 2004
Desarrollado por:
Pivotal Games