Trabajo de uno, regocijo de millones 3D

Cuando uno sabe lo que quiere hacer, lo hace

Para el jugador amante de los juegos independientes, la historia de Daisuke Amaya, alias Pixel, le será muy conocida. Para el que no lo sepa, le comentamos que Daisuke trabajó durante cinco años con uno de descanso para crear Cave Story, uno de los juegos que más sorprendieron dentro del panorama. Lejos de ser corto, resultó mucho más complejo que muchos juegos comerciales. Gracias a su pulido y al trabajo de mucha gente en la red de redes para que todo el mundo pudieraa disfrutarlo plenamente, Cave Story es ya uno de los juegos que todo amante de las plataformas en dos dimensiones al más puro estilo Metroid debe jugar. Y lo más importante para muchos: era gratis. Quizá la fama que ha conseguido es por lo que una pequeña desarrolladora como Nicalis ha decidido contactar con Daisuke Amaya para proponerle la creación de unas versiones comerciales de Cave Story.

El título se llevó a WiiWare con un resultado sorprendente para luego pasar a DsiWare, ordenadores Mac y Steam. Ahora se avecina la que puede ser la versión definitiva del icono independiente.

El título nos muestra la historia de Quote, un robot de la superficie con amnesia que se despierta en una isla flotante. Al llegar a un poblado habitado por conejos antropomorfos conocidos como Mimiga descubre los malvados planes del Doctor, un humano que está esclavizando a todos para crear un ejército e invadir el mundo. Una historia sencilla pero muy bien llevada y con sus giros argumentales, personajes bien definidos y momentos tiernos dignos de un juego de rol de Square Enix.

Esto ya lo hemos visto antes

Empecemos por lo básico. ¿Qué hizo de Cave Story un clásico de culto inmediato? Básicamente, se puede resumir en que mezcla perfectamente elementos de aventura y plataformas en dos dimensiones como en los clásicos MegaMan, Castlevania y Metroid. Pero decir esto es quedarse corto y no haría honor a la complejidad del juego pese a su aparente simplicidad.

No vamos a negar que su componente de plataformas y aventura es muy sencillo, pero no impide que sea una aventura digna de mención. Principalmente, se debe a su intuitivo diseño de niveles en los que rara vez uno se encuentra con elementos que sobran y que se han puesto porque sí. La variedad de situaciones en el amplio mapa y los enfrentamientos con enemigos normales y jefes resultan muy gratificantes. Hay que decir que los enemigos grandes son casi únicos. Ninguno repite el mismo esquema que el anterior y eso nos obliga a pensar una estrategia diferente para cada enfrentamiento de alto calibre.

Algo que destacar sobre los enemigos es su capacidad de reacción. Ninguno sigue un patrón cíclico sin responder a los movimientos del jugador. Al ver a Quote, los más hostiles tratan de acabar con él, mientras que otros seres más pacíficos solamente atacan cuando se ven amenazados. Esto consigue una sensación de viveza de escenarios y gran interactividad que muchos diseñadores suelen pasar por alto.

Otro punto que hace grande al juego son las armas. No vale con encontrar la más poderosa del juego y utilizarla de forma repetitiva, puesto que también hay que saber evitar los ataques de los enemigos. Así pues, cada vez que derrotemos a un enemigo podremos conseguir unos potenciadores de energía para el arma que llevamos y que perderemos si nos golpean. Esquivar no reduce las posibilidades de supervivencia al restar vida al jugador, sino que también baja el poder de las armas y con ello las posibilidades de victoria. Queda ya demostrado que, pese a ser sencillo, Cave Story tiene una mayor complejidad de lo que aparenta a simple vista.