
Wii
Todo para el pueblo y por el pueblo
Blue Byte y Keen estrenan la saga Anno en Wii con una entrega notable que nos ofrece gran profundidad sin intimidar

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El "Modo historia" nos va desvelando de una forma lenta pero segura todas estas mecánicas, mediante los asesores que nos brindan consejos muy útiles y nos encaminan en nuestros primeros pasos con cada nuevo elemento. Aderezado con unas ilustraciones de cuento que nos desgranan la aventura de Edward y William, conseguimos dominar las bases del juego de una forma más que satisfactoria. El diseño de este "Modo historia" es bastante bueno, los jugadores que desean una guía clara sobre los desafíos y objetivos encontrarán aquí una buena cantidad de horas de diversión. Además resulta vital para hacernos con el control del juego.
No queremos resultar pesados desgranando todas las opciones del juego. Podemos equilibrar las balanzas de pago comerciando, tendremos que rendir tributos al reino para garantizar su estabilidad y contaremos con las clásicas alarmas inmediatas debidas a infestaciones de ratas, ataques enemigos e incendios. En este título no manejamos a unidades, sino que nuestras decisiones de construcción, gestión y ubicación hacen que los habitantes de la isla reaccionen automáticamente.
La interfaz de juego mediante menús anulares, consejos visuales y textuales realmente útiles y el complemento del manejo del título mediante el puntero infrarrojo consiguen que podamos transmitir nuestras órdenes con sencillez y por lo tanto aplicar todos los conocimientos obtenidos en el "Modo historia" sin más preocupaciones que la idoneidad de cada decisión. Pinchando sobre los edificios, sobre los iconos de recursos y los de los asistentes podremos obtener información y acceso a la información imprescindible para conseguir las necesidades de los habitantes, realizar la gestión tributaria, manejar el sistema de mapas y cartas de navegación marítimos, construir todos los elementos del juego, demoler lo innecesario y reparar los daños que provengan de las catástrofes. Todas las acciones del juego se realizan pinchando, apuntando y arrastrando, como si manejáramos un ratón. Podemos enganchar un Nunchuk para acceder al control mejorado que permite mover ciertos elementos con la palanca analógica.
A lo largo del juego tendremos que competir, reaccionar con rapidez y escoger sabiamente nuestros destinos en función de parámetros como la fertilidad del terreno, la existencia de ciertas materias primas así como las áreas de influencia de los edificios públicos y la proximidad de las instalaciones de protección a las zonas residenciales. Conforme evoluciona nuestra sociedad se complican también sus necesidades y exigencias. Como buen juego de estrategia de civilizaciones, las partidas serán bastante largas y nuestras decisiones deberán medirse al milímetro, ya que tan sencillo es progresar y evolucionar como llegar a la bancarrota por una política de infraestructuras errónea y perder el estatus de nuestros habitantes.
Por lo tanto la curva de aprendizaje y dificultad garantizan que la durabilidad del juego y su rejugabilidad sean excelentes. Si bien una vez finalizado el "Modo historia" ya no tendremos motivos de peso para repetirlo, el "Modo infinito" y la cooperación con un segundo jugador que nos apoyará con su propio mando de Wii garantizan horas y horas de diversión. Como decíamos al inicio del análisis, el juego resulta más sencillo que sus hermanos mayores de PC, pero aún así su profundidad es más que suficiente para agradar a cualquier tipo de usuario. Nos encontramos ante una fórmula que gustará a ciertos jugadores de toda la vida, amantes de estos juegos reflexivos, pero entendemos que también tiene su público objetivo entre los nuevos jugadores que se han acercado al mundillo de los videojuegos con Nintendo DS y Wii.
Contamos con varios niveles de zoom que facilitan acercarnos muchísimo a la acción o por el contrario disponer de una panorámica global de un territorio y acceder a un mapa general que nos simplifica sobremanera la navegación. Conforme incrementos nuestros territorios tendremos que saltar rápidamente de una zona a otra para reaccionar a las catástrofes y demandas. Como suele ser norma en los mejores exponentes del género, el desarrollo no puede considerarse tan frenético como el de los juegos de acción, pero tampoco tenemos un segundo de respiro. Podemos escoger tres niveles de dificultad, así como configurar diversos parámetros de las partidas como el tamaño del mundo, de las islas, el asedio de los corsarios, la frecuencia de aparición de las catástrofes, los niveles de civilización, fertilidad e impuestos.
No queremos resultar pesados desgranando todas las opciones del juego. Podemos equilibrar las balanzas de pago comerciando, tendremos que rendir tributos al reino para garantizar su estabilidad y contaremos con las clásicas alarmas inmediatas debidas a infestaciones de ratas, ataques enemigos e incendios. En este título no manejamos a unidades, sino que nuestras decisiones de construcción, gestión y ubicación hacen que los habitantes de la isla reaccionen automáticamente.
La interfaz de juego mediante menús anulares, consejos visuales y textuales realmente útiles y el complemento del manejo del título mediante el puntero infrarrojo consiguen que podamos transmitir nuestras órdenes con sencillez y por lo tanto aplicar todos los conocimientos obtenidos en el "Modo historia" sin más preocupaciones que la idoneidad de cada decisión. Pinchando sobre los edificios, sobre los iconos de recursos y los de los asistentes podremos obtener información y acceso a la información imprescindible para conseguir las necesidades de los habitantes, realizar la gestión tributaria, manejar el sistema de mapas y cartas de navegación marítimos, construir todos los elementos del juego, demoler lo innecesario y reparar los daños que provengan de las catástrofes. Todas las acciones del juego se realizan pinchando, apuntando y arrastrando, como si manejáramos un ratón. Podemos enganchar un Nunchuk para acceder al control mejorado que permite mover ciertos elementos con la palanca analógica.
A lo largo del juego tendremos que competir, reaccionar con rapidez y escoger sabiamente nuestros destinos en función de parámetros como la fertilidad del terreno, la existencia de ciertas materias primas así como las áreas de influencia de los edificios públicos y la proximidad de las instalaciones de protección a las zonas residenciales. Conforme evoluciona nuestra sociedad se complican también sus necesidades y exigencias. Como buen juego de estrategia de civilizaciones, las partidas serán bastante largas y nuestras decisiones deberán medirse al milímetro, ya que tan sencillo es progresar y evolucionar como llegar a la bancarrota por una política de infraestructuras errónea y perder el estatus de nuestros habitantes.
Por lo tanto la curva de aprendizaje y dificultad garantizan que la durabilidad del juego y su rejugabilidad sean excelentes. Si bien una vez finalizado el "Modo historia" ya no tendremos motivos de peso para repetirlo, el "Modo infinito" y la cooperación con un segundo jugador que nos apoyará con su propio mando de Wii garantizan horas y horas de diversión. Como decíamos al inicio del análisis, el juego resulta más sencillo que sus hermanos mayores de PC, pero aún así su profundidad es más que suficiente para agradar a cualquier tipo de usuario. Nos encontramos ante una fórmula que gustará a ciertos jugadores de toda la vida, amantes de estos juegos reflexivos, pero entendemos que también tiene su público objetivo entre los nuevos jugadores que se han acercado al mundillo de los videojuegos con Nintendo DS y Wii.
Contamos con varios niveles de zoom que facilitan acercarnos muchísimo a la acción o por el contrario disponer de una panorámica global de un territorio y acceder a un mapa general que nos simplifica sobremanera la navegación. Conforme incrementos nuestros territorios tendremos que saltar rápidamente de una zona a otra para reaccionar a las catástrofes y demandas. Como suele ser norma en los mejores exponentes del género, el desarrollo no puede considerarse tan frenético como el de los juegos de acción, pero tampoco tenemos un segundo de respiro. Podemos escoger tres niveles de dificultad, así como configurar diversos parámetros de las partidas como el tamaño del mundo, de las islas, el asedio de los corsarios, la frecuencia de aparición de las catástrofes, los niveles de civilización, fertilidad e impuestos.
Información del juego
Fecha de lanzamiento: 28 de mayo de 2009
Desarrollado por:
Blue Byte