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¿A qué NO jugamos en Viciojuegos.com?
El consumismo más absurdo es nuestra manera de celebrar la Navidad.
Por Pablo Ayllón Lolo,
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Cuando empezamos la sección de reportajes "¿A qué jugamos en Viciojuegos.com?", de la cual ya hemos publicado cuatro entregas y anunciaremos una quinta mediante una cuenta atrás, nuestra intención era demostrar a los lectores que esto para nosotros no es ni mucho menos una obligación. Cierto es que nos esforzamos para mantener esto al día y que tenemos un compromiso con las distribuidoras que nos envían material, pero más allá de unos cuantos ataques de estrés al año (aquí quien más quien menos se ha encontrado alguna vez con cuatro textos importantes que redactar a contrarreloj) no se puede decir que tengamos muchos motivos para quejarnos. Y no, no vamos a decir que a veces nos cuelan algún que otro marrón. Por cada Portal 2 debe haber un juego cutre de fitness para que esto tenga gracia y sentido.
Sin embargo, nuestra conducta de puertas para afuera no siempre es ejemplar. La avaricia es el pecado más grave de los miembros de la redacción y lo que mejor define a este "¿A qué NO jugamos en Viciojuegos.com?", un spin-off dedicado al consumismo y las decepciones que estrenamos como parte de nuestra peculiar campaña navideña. Si has dejado a medias el RPG que tanto esperabas, has comprado alguna oferta para rellenar hueco en la estantería o has sufrido las secuelas de alguna segunda parte entonces te damos la bienvenida a este barco de los juegos errantes. No olvides inmortalizar tus experiencias en los foros.
¡Que comiencen las confesiones!
Suelo ser una persona de principios. Si compro un juego, aunque no me guste me lo termino pasando, pero hay ciertas excepciones. Es el caso del Gears of War 2. Su primera parte me pareció un poco falta de sustancia y me dejó bastante frío. No obstante, cuando se me presentó una buena oportunidad me hice con la segunda y vi que el camino era exactamente el mismo. Me sorprende que no me atraiga porque el sistema de combate es endiabladamente bueno, pero hay algo que no me invita a continuar. Lo intentaré retomar, más que nada por orgullo y porque no tardarán en rebajar la tercera parte.
Otro juego que me decepcionó bastante es Dead Rising 2, un clon vitaminado de la primera parte. Lo cierto es que debo de ser un poco masoca, porque su antecesor, a pesar de haberle dedicado un buen número de horas, tampoco es que me pareciera todo lo deslumbrante que muchos pregonaban por los foros. Cuando metí el disco del 2 en la consola y observé que el sistema de juego era el mismo pronto asimilé que me había equivocado con su compra. No me gusta que me metan presión con el tiempo en los juegos de aventura. Por lo tanto, ahí está muriéndose de la risa en la estantería, esperando a que un buen día se me cruce un cable y me dé por jugarlo o aniquilarlo, quién sabe.
Por último, Final Fantasy XIII. Aún me estoy preguntando el porqué de haber comprado este juego. No me gustan los juegos de rol, ¡y menos los Final Fantasy! Ese día estaba mejor flagelándome o comprando un helado. Aún no lo he probado, que conste, pero me da una pereza pasmosa empezar a jugar algo que ya sé de antemano que voy a aborrecer. Lo jugaré y lo terminaré porque soy de naturaleza cabezona, pero tengo que admitir que en ocasiones compro más por rumores o indicios que por mis gustos personales. Tengo que empezar a escuchar más a mi instinto.
Sin embargo, nuestra conducta de puertas para afuera no siempre es ejemplar. La avaricia es el pecado más grave de los miembros de la redacción y lo que mejor define a este "¿A qué NO jugamos en Viciojuegos.com?", un spin-off dedicado al consumismo y las decepciones que estrenamos como parte de nuestra peculiar campaña navideña. Si has dejado a medias el RPG que tanto esperabas, has comprado alguna oferta para rellenar hueco en la estantería o has sufrido las secuelas de alguna segunda parte entonces te damos la bienvenida a este barco de los juegos errantes. No olvides inmortalizar tus experiencias en los foros.
¡Que comiencen las confesiones!
Suelo ser una persona de principios. Si compro un juego, aunque no me guste me lo termino pasando, pero hay ciertas excepciones. Es el caso del Gears of War 2. Su primera parte me pareció un poco falta de sustancia y me dejó bastante frío. No obstante, cuando se me presentó una buena oportunidad me hice con la segunda y vi que el camino era exactamente el mismo. Me sorprende que no me atraiga porque el sistema de combate es endiabladamente bueno, pero hay algo que no me invita a continuar. Lo intentaré retomar, más que nada por orgullo y porque no tardarán en rebajar la tercera parte.
Otro juego que me decepcionó bastante es Dead Rising 2, un clon vitaminado de la primera parte. Lo cierto es que debo de ser un poco masoca, porque su antecesor, a pesar de haberle dedicado un buen número de horas, tampoco es que me pareciera todo lo deslumbrante que muchos pregonaban por los foros. Cuando metí el disco del 2 en la consola y observé que el sistema de juego era el mismo pronto asimilé que me había equivocado con su compra. No me gusta que me metan presión con el tiempo en los juegos de aventura. Por lo tanto, ahí está muriéndose de la risa en la estantería, esperando a que un buen día se me cruce un cable y me dé por jugarlo o aniquilarlo, quién sabe.
Por último, Final Fantasy XIII. Aún me estoy preguntando el porqué de haber comprado este juego. No me gustan los juegos de rol, ¡y menos los Final Fantasy! Ese día estaba mejor flagelándome o comprando un helado. Aún no lo he probado, que conste, pero me da una pereza pasmosa empezar a jugar algo que ya sé de antemano que voy a aborrecer. Lo jugaré y lo terminaré porque soy de naturaleza cabezona, pero tengo que admitir que en ocasiones compro más por rumores o indicios que por mis gustos personales. Tengo que empezar a escuchar más a mi instinto.
