The Lacerator ofrece terror casposo, cabrestos asesinos y machos que aman el sexo

Fernando Tittz es una figura emergente dentro del panorama independiente de Brasil, sobre todo en la sección de terror retro. Ha trabajado en Death Elevator, TAXIDERMY y en el reciente Devil Inside Us: Roots of Evil, así que próximo proyecto en solitario es igual de horrífico y lowpoly que los anteriores. Se titula The Lacerator y saldrá a la venta para Steam. Hoy, 14 de abril se ha mostrado al público el tráiler oficial, y tanto la desarrolladora Games From The Abyss (propiedad de Fernando) como la distribuidora DreadXP no se hacen responsables de los hechos adversos que puedan sufrir mientras juegan a The Lacerator. Además advierten que si pasan autentico miedo más de cuatro horas que busquen ayuda especializada.

Max, alias "El Hombre que ama el sexo", es la mayor estrella el cine pornográfico de los años 80. Crea inseguridades varoniles entre los hombres, hace jadear a las mujeres, enseña lo que es el coito moderno a las abuelas. Todo el mundo ama a Max y Max ama a todo el mundo, excepto a los feos. Max y su equipo están preparando una nueva producción de arte y ensayo, es decir, cuerpos entrelazados con temazos de fondo, y han encontrado una localización nunca antes vista utiliza en el cine porno: una fabrica abandonada. El equipo ya estaba listo y Max muy caliente, pero un asesino enmascarado entró en escena, fuera de guion, partiendo la pana y matando a la peña.

Max está cachondo pero no asustado. Plantará cara al asesino, liquidará a los esbirros deformes y resolverá los macabros puzles, todo esto con control tanque y en calzoncillos. La fábrica abandonada es la guarida de El Lacerador, el psicópata del barrio, y está lleno de trampas, herramientas afiladas y basura infecta. Max es un superviviente nato (y macho) que no se dejará intimidar por las adversidades de la vida. Si pierde un brazo, o cualquier otra extremidad, seguirá adelante y se buscará otra ruta para escapar del infierno. Max es el máximo exponente de lo mejor y lo peor de los años 80, y llegado al momento lo jugaremos en nuestro ordenador de los años 2020.