Corre el año 1905. Varsovia sigue bajo el yugo del Imperio ruso y sus habitantes son un crisol de gentes de múltiples orígenes, ideas y credos que, a veces, chocan entre ellos: soldados rusos, mercaderes judíos, ciudadanos polacos y un largo etcétera. Pese a las circunstancias, la ciudad es una metrópolis próspera en la que se puede asistir a una glamurosa fiesta de la alta sociedad y luego ser asaltado en un callejón oscuro del barrio de Praga. Una ciudad en la que los sueños y las esperanzas caminan de la mano con los deseos más oscuros. En este mundo existen unas gentes que no pueden ser ignoradas, los taumaturgos: expertos en controlar a los seres conocidos como Salutors y usarlos para manipular la voluntad de los demás o como compañeros de combate. Pero este es un secreto en las sombras, pues solo los taumaturgos conocen la naturaleza de los Salutors y solo ellos pueden comprender su verdadera esencia.