Existe un ciclo de día y noche. Incontables mareas de tiempo pasan entre ambos. El ciclo del día es dominado por la humanidad, el de noche por horribles criaturas. A pesar de sus esfuerzos, con la llegada de La Noche, la humanidad era siempre aniquilada. Un grupo de humanos, llamados Los Acechadores, consiguieron dominar el poder de la oscuridad para poder combatirla. No fue suficiente, pues tras cada ciclo los humanos eran exterminados. Con la llegada de cada amanecer la humanidad se alzaba sabiendo que, con la noche, llega la extinción. Para cambiar este funesto destino, un Acechador llamado Malakian creó una forma de transmitir el conocimiento gracias al uso de plumas de cuervo. Junto a la transmisión del saber, llegó la esperanza, pues en la 9ª edad tras Malakian, un sello fue creado para detener el ciclo en un día eterno. Por vez primera, la esperanza era un faro de luz. Más el destino es implacable. Ahora, mil años después, el sello se ha roto y la humanidad está en peligro.