Una vez que ha pasado el E3 y hemos visto lo que las compañías han presentado para ir echando luz sobre las sombras del futuro, me ha llamado mucho la atención que no haya nada sobre un hipotético relevo generacional en las consolas de sobremesa:
- Desde Microsoft se dice que Xbox 360 va a durar cinco años más gracias a Kinect.
- Sony no tiene intención de ir renovando PS3 y eso tiene mucho sentido ya que PS2 sigue en la brecha. Revisando noticias antiguas, vi una del año 2004 en la que ponía que Sony seguiría dando soporte a PS2 hasta el año 2010. A muchos nos pareció algo exagerado viendo el ritmo de las generaciones pasadas, pero el tiempo ha demostrado que Sony tenía razón e incluso se quedaba corta. Es una consola que todavía da mucha guerra, y si consiguen introducirla adecuadamente en países en vías de desarrollo todavía más. PS3 no se queda corta en nada y Sony no necesita arriesgarse sin motivos justificados.
- Nintendo es la que más papeletas tiene para verse obligada a renovar Wii. Aunque su planteamiento en cuanto a la jugabilidad ha sido pionero, ya se está quedando anticuada al no permitir alta resolución y disponer de una conectividad online alejada de los cánones actuales. Quizá sea la primera que anuncie oficialmente el desarrollo de una nueva consola de sobremesa, pero desde luego este pasado E3 no era el momento, el protagonismo se lo tenía que llevar Nintendo 3DS (excelente nombre, por cierto).
Con todo esto lo que quiero decir es que vamos a tener la actual generación durante varios años más. Quizá hasta 2014-2015 no veamos en nuestras casas un aparato nuevo (con la salvedad de una hipotética Wii HD) porque realmente no está justificado. Los avances tecnológicos de moda pasan por el 3D pero para ello son necesarios televisores compatibles con esa tecnología (algo que poca gente tiene aún). PS3 genera 3D con una simple actualización del software (algo que Microsoft y Nintendo deberían hacer tarde o temprano) así que no es necesario lanzar una nueva generación como sí ocurrió en la anterior para aprovechar los televisores en alta definición. Sí, es cierto que la imitación de la realidad hablando de gráficos y sonido todavía puede avanzar mucho más, pero hay que ser realistas, conseguir grados mayores de realismo requiere de inversiones financieras muy grandes que ahora mismo no estarían justificadas salvo por unos pocos títulos y menos con lo que está cayendo.
Quizá es pecar de adivinos pero a no ser que salgan tecnologías revolucionarias y asequibles, no veremos (u oiremos hablar de) una nueva generación de consolas de sobremesa hasta dentro de cuatro o cinco años. La realidad aumentada, la realidad virtual, el juego multiplataforma bajo demanda (OnLive, que ya se ha puesto en marcha en EEUU), los hologramas o incluso el control con el pensamiento son posibles caminos que depende de cómo evolucionen entrarán a formar parte de los videojuegos tarde o temprano. No es ciencia ficción, hay investigaciones en marcha y aplicaciones ya funcionando fuera de los videojuegos o incluso dentro. Un ejemplo de realidad aumentada bastante básica es el de
Invizimals (por cierto,
made in Spain gracias a Novarama) y lo cierto es que ha tenido bastante éxito dentro y fuera de nuestro país.
Por tanto, es una buena inversión comprar una Xbox 360 o una PlayStation 3 ya que tienen futuro de sobra. Una Wii es posible que también, pero su público no es precisamente el que le gusta estar en la cresta de la ola tecnológica. Todas tienen aún mucha guerra que dar.
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