Todos somos felices aquí

Compulsion Games apenas llega a la docena de trabajadores en la plantilla y tampoco goza de muchos medios, no obstante debutó con fuerza en el mercado en 2013 con Contrast. Todos recordamos que el juego de estética burlesque y uso de las sombras causó mucha expectación, incluso fue de los primeros indies de la recién estrenada PlayStation 4, pero acabó decepcionando por sus numerosos bugs y control erróneo.

Por este motivo el pequeño estudio de Montreal (Canadá) es más cuidadoso con su segundo trabajo: We Happy Few, un survival horror. Al contrario que Contrast, se recurrió a Kickstarter para financiar el juego y viendo las cifras recaudadas (334.754 dólares) se puede decir que ha captado el interés del público, gracias a su ambientación y a un argumento que parece sacado de la imperecedera novela de Aldous Huxley: Un mundo feliz. El estudio no quiere repetir sus pecados y por ello contará con la colaboración y opinión de los usuarios para su elaboración desde el principio. Tanto es así que antes de lanzar la campaña de crowfounding ofreció a los medios una demo pre-alpha durante el PAX East '15, y tras conseguir el dinero mostró un tráiler y una demo más elaborada en la GamesCom '15 a la vez que anunciaba su salida en Xbox One. Además los usuarios también pueden probarlo.



Estamos en los años 60 de un Reino Unido alternativo distinto al que todos conocimos, concretamente la trama transcurre en la ficticia ciudad de Wellington Wells, ubicada en una pequeña isla. Sus habitantes ("Wellies") vivieron un hecho traumático en el pasado (sospechamos que un incendio) y en vez de afrontar el dolor prefieren abrazar el mundo de las drogas para olvidar y disfrutar. Joy, al igual que el soma, es una sustancia que les evade de la realidad hasta sus ultimas consecuencias, tanto que les provoca pérdida total de memoria y un psicopatía como efectos secundarios. Como buena droga que es también les vuelven paranoicos y hostiles contra aquellos que no consumen Joy ("Downers"), así que mejor guardar las apariencias o huir para sobrevivir. Nuestro protagonista es un Downer, que se hace pasar por Weelie, con una importante misión entre manos antes de su fuga, mientras tanto debe pasar desapercibido para no quedarse atrapado en la ciudad ni morir apaleado.