Impresiones jugables: el tiempo en tus manos

Parafraseando el título de la excelente película adaptación de la novela de H.G. Wells, "La máquina del tiempo", aquí nos encontramos con otro FPS en el que dispondremos de la cuarta dimensión en todo su esplendor para poder completar una historia que no deja de ser otra vuelta de rosca.

El tiempo como nuestra mejor arma

En un futuro cercano, encarnamos el papel de Michael Swift, un coronel retirado que deprimido por la pérdida de su hija en un accidente de automoción acepta una peligrosa misión para el gobierno de los Estados Unidos (siempre metidos en este tipo de chanchullos). Dicho encargo consiste en trasladarse al pasado para probar la nueva invención, la máquina del tiempo llamada "Chronomicon", controlada por ti a través del dispositivo "Quantum Suit". Todo parece ir perfectamente cuando ocurre lo previsible: al volver al presente éste ha sido trastocado y ha habido un desplazamiento temporal, en el que ahora eres el enemigo público número uno del gobierno. Debes sobrevivir e intentar retornar el mundo a la antigua situación.

Un argumento que no deja de ser más de lo mismo, pero que será aderezado con los nuevos toques que nos prometen en las especificaciones. Y es que si algo han hecho los chicos de Saber es usar el más que manido tiempo bala (Max Payne y Matrix son los "culpables") para hacer de la experiencia jugable algo totalmente fuera de lo antes visto.

Pero no nos llevemos a engaño, no deja de ser más de lo mismo. Ahora, además de disponer de un modo en el que el tiempo avanzará más despacio de lo que lo hacemos nosotros (o nosotros más rápido que él, llámese A o B), es decir, lo mismo que el "Bullet Time" de Max Payne o los reflejos de F.E.A.R., contaremos con dos más: dar marcha atrás en el tiempo (unos segundos), algo ya visto en la saga Prince of Persia; y detenerlo, durante un corto periodo, para poder atravesar diferentes obstáculos, quitarle las armas a nuestro enemigos y luego encontrarnos con un enemigo desarmado o pasar directamente de una zona donde probablemente nos veríamos fritos sin remisión.

Suena realmente interesante, y lo es, porque no nos encontramos simplemente ante opciones que usaremos cuando demos un mal paso (algo que siempre hacíamos en los citados PoP) sino que la jugabilidad se ha adaptado para que tengamos que activar los modos temporales para poder superar ciertos obstáculos, ya sean llamas que nos matarán si no congelamos el tiempo, puertas que se abren por muy poco espacio de tiempo, usar el tiempo bala para librarnos de un nutrido grupo de enemigos o dar marcha atrás para salir indemne de situaciones erróneas. Y es que los enemigos no serán hermanitas de la caridad, sino que aparte de afinar nuestra puntería (no podremos apuntar como hemos visto en Call of Duty o el citado F.E.A.R.) deberemos saber usar la máquina del tiempo en los momentos oportunos, puesto que más de una vez lanzarnos cual kamikaze hacia un grupo de enemigos sin activar ningún modo supondrá la muerte segura.

Y es que si por algo destaca Timeshift es por la necesidad de empezar la partida siendo ya un as del pad o del teclado y ratón, puesto que la dificultad imprimida, por lo menos en la demo, no deja de ser alta. Dificultad que se supera haciendo un uso a veces indiscriminado de las ventajas temporales.