América, tierra de sacrificios

Siempre ha habido un poderoso hechizo en el maravilloso encanto profético y admonitorio de aquellos que aseveran que el tiempo es el juez de todas las cosas; eso sí, afortunadamente a veces no se necesita del decurso de los años para valorar las cosas en su justa medida. Este último es el caso, precisamente, del The Last of Us original, una suerte de shooter en tercera persona que combinaba hábilmente las mecánicas centrales de distintos géneros, véase la escasez de recursos y la tensión de los survival horror o el impacto narrativo y la prolijidad de diálogos de otras obras más centradas en el apartado conversacional; en efecto, no en vano hablamos del mejor título de Naughty Dog en toda su historia… y se dice rápido, desde luego. Es por eso que la comunidad casi siempre celebra cualquier información que se libera de esta esperadísima segunda parte; por suerte, en el pasado State of Play y en el casi consecutivo Outbreak Day pudimos descubrir muchas más cosas sobre The Last of Us Part II, y te las contamos, aquí, para que llegues totalmente preparado al próximo 21 de febrero de 2020, fecha en la que las desventuras vengativas de Ellie aterrizarán en PlayStation 4.

El camino de la venganza

Como ya habíamos anticipado en nuestro anterior avance, The Last of Us Part II narra las cruentas vicisitudes de una historia de venganza y odio, siempre vista desde el prisma subjetivo de la protagonista; hablamos, por supuesto, de una Ellie que regresa cinco años después de los eventos acaecidos en la primera entrega, de la que evitaremos hablar para no incurrir en destripes innecesarios. Basta señalar, eso sí, que de alguna manera Joel y la propia Ellie han superado correctamente sus vidas ascéticas y salvajes y se han reinsertado en Jackson, Wyoming; por desgracia, los ciclos de la fatalidad no cesan en esta América infectada por el cordyceps, y tarde o temprano sabemos que hay un desencadenante que precipita la venganza de nuestra protagonista. No queremos entrar en demasiados detalles, pero este parece ser el asesinato de un personaje secundario que tenía una relación muy próxima e íntima con Ellie; de este modo, la trama adquiere unos matices más personales que nunca, al tiempo que cimenta de nuevo ese clima moralmente lóbrego, con personalidades definidas por un amplio espectro de grises. Todo ello, por supuesto, salpicado por las crueldades de una horrísona secta y por el auge de un grupo paramilitar.


De igual forma, sabemos que las aventuras de Ellie la llevarán a viajar hasta Seattle, y, a juzgar por el material que se ha visto, no es descabellado pensar que el hilo argumental también se desarrollará de manera estacional, acaso dando algunos saltos en el tiempo para cambiar de temporada. Pasaremos, por tanto, de los páramos hibernales de Wyoming, en los que parece que comienza la trama, a la verdosa profusión postapocalíptica de ciudades desastradas y reavivificadas por la vegetación, o a navegar con una barquita una noche tormentosa urbana. De hecho, son precisamente el escenario de la demostración del Outbreak Day, en la que vemos, en primera instancia, a Ellie en compañía de Dina, deambulando por gélidos parajes con sus caballos o adentrándose en edificios en busca de suministros; aquí, además, aparecen por primera vez los chasqueadores, esos enemigos necróticos que tan mal rollo transmitían en la primera entrega. En los compases iniciales queda patente que la jugabilidad, en líneas generales, se mantiene en un núcleo común y se potencian determinados aspectos de la misma, decisión creativa totalmente lógica, ya que la franquicia no necesitaba de renovación alguna en este aspecto.


Es relevante, eso sí, el uso de la verticalidad, en parte gracias a la inclusión de un botón de salto y a la posibilidad de trepar por más sitios, lo que refleja la mayor agilidad de Ellie con respecto a Joel; sin embargo, también queda patente al tumbarnos en el suelo, lo que potencia enormemente las mecánicas de sigilo y en cierto modo recuerda al esquema que proponía el controvertido Metal Gear Solid V. Y es que The Last of Us Part II está diseñado para que juguemos con la improvisación; para que seamos, en definitiva, capaces de adaptarnos a distintas situaciones, tal y como refleja a las mil maravillas la demostración liberada el pasado E3 de 2018. Si unos perros persiguen nuestro olor, podemos intentar abatirlos en sigilo o jugar al despiste; si estamos atrapados en una casa, rodeados de enemigos, siempre podremos buscar una vía de escape alternativa, ya que la munición es un bien muy preciado y bien es sabido que la primera entrega no proponía precisamente un desarrollo directo de la acción. En conjunto, todo parece estar destinado a potenciar la resolución de situaciones por parte del jugador, en parte gracias a unos escenarios mucho mayores y más abiertos, a pesar de que el título sigue enmarcándose en una estructura lineal, y al uso de distintas herramientas.

En lo relativo al apartado audiovisual, The Last of Us Part II sorprende cada vez que sale a escena; estamos quizás ante uno de los títulos más portentosos desde el punto de vista gráfico. El diseño artístico, el uso de la iluminación, la expresividad de los rostros, y en general el gran amor por los detalles, que se refleja, por ejemplo, en la interacción entre los enemigos o en la visceralidad de un combate cuerpo a cuerpo muy mejorado, configuran una auténtica sinfonía visual. La banda sonora corre a cargo de Gustavo Santaolalla, compositor argentino que también fue el artífice de las bellas melodías de la primera entrega, por lo que no podemos sino esperar las mismas cotas de excelencia.



Conclusiones

The Last of Us Part II parece ser la joya de la corona de una espectacular letanía de grandes exclusivos de PlayStation, y es que de momento parece que lo tiene todo: una jugabilidad compleja, repleta de situaciones y que demanda adaptabilidad; una narrativa y un guion potentes que son herencia del original; un apartado audiovisual que quita el aliento; y, por supuesto, el enfoque oscuro, tétrico, de psicología ambigua con el que ya sorprendió Naughty Dog en 2013. Falta, por desgracia, un modo online que parece que se ha tenido que quedar fuera por la prolijidad y extensión de una campaña individual que se presenta como la más larga y emocionante del estudio; a pesar de ello, está claro que estamos todos esperando al próximo 21 de febrero para averiguar si esta entrega realmente es tan buena como parece... y para ver si las aventuras de Ellie y Joel hacen historia otra vez.

Redactado por Sergi Bosch (Elite)