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Jugamos la versión final de Street Fighter 6, un juego loco, divertido y rompedor
Capcom y Plaion nos invitan a probar todo lo que Street Fighter 6 tiene que ofrecer, aquí te lo contamos

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Si hay algo que tuve claro hace meses, cuando jugué la beta de Street Fighter 6, es que este es un juego de lucha que ha aprendido de sus defectos históricos. De los suyos, y de los de su género. Tenía curiosidad de ver hasta qué punto Capcom ofrecía contenido para un jugador de calidad en su nuevo modo historia, el "World Tour"; hasta qué punto serviría para encender la chispa de un jugador, tanto inexperto como veterano. Gracias a la versión preview que pudimos jugar en las oficinas de Plaion, junto a un desarrollador de Capcom, todas mis dudas se han despejado.

Si has probado la demo de Street Fighter 6, disponible desde finales de abril, ya habrás notado que Capcom apuesta con mucha fuerza por las tres aristas de un juego de lucha: una historia que seguir con un personaje creado por nosotros, un modo online que trata de allanar el camino a los aficionados, y una colección de modos más arcade, perfectos para practicar. Si quieres saber qué pinta tiene el modo online, lee nuestro avance donde lo comentamos con muy buenas sensaciones; para lo demás, ahora vamos a entrar en harina.
Un viaje por el mundo de la lucha
Lo más llamativo de Street Fighter 6 es este World Tour, modo historia, aventura o similar. Es toda una rareza que un fighter ofrezca un modo así con profundidad, pero hay algunos ejemplos notables, como Them's Fighting Herds o Smash Bros. Ultimate. Capcom ha ido varios pasos más allá y prácticamente ha creado un juego dentro de un juego, una experiencia de mundo semiabierto donde el jugador elige su avatar, un personaje que está buscando dominar los distintos estilos de combate y por el camino tiene cientos de actividades para mejorar, ganar dinero, explorar ciudades e incluso probar distintos minijuegos.
Es complicado encontrar algo de este calibre a día de hoy. Lo más parecido es, quizá, la franquicia Like a Dragon (previamente Yakuza), pero sustituyendo el control por el clásico de peleas de Capcom. La historia comienza en Metro City, donde un amigable Luke (personaje original de la última expansión de Street Fighter V) nos invita a crecer como luchadores, y para ello dominar la ciudad con nuestros puños. La primera sorpresa empieza cuando podemos desafiar a cualquier habitante de la ciudad, momento en el cual empieza un combate tradicional. Lucha con la gente, gana experiencia y dinero, y tu avatar desarrollará sus habilidades y movimientos. El mundo está habitado por todos los personajes de Street Fighter, y también de otras franquicias de Capcom como Final Fight con los cuales podemos hablar y aprender sus movimientos: progresar en la aventura va de la mano con descubrir sus historias.

La premisa es ideal para introducir la enorme complejidad de un juego como Street Fighter a cualquier jugador. Esta ha sido una asignatura pendiente del género desde siempre, que ha añadido más y más mecánicas con los años y nunca se ha esforzado demasiado en introducirlas progresivamente al jugador. El título medio de lucha suele ofrecer un muro de dificultad inicial muy alto, en especial aquellos que no tienen casi contenido para un jugador y delegan en el online, como KOF XV: para aprender, te toca chocarte contra la pared cientos de veces contra jugadores de todo el mundo, una situación poco motivadora. En el caso de Street Fighter 6, este modo permite introducir todos los conceptos del juego progresivamente: al principio solo podremos usar el estilo de lucha de Luke, más tarde el de Chun-Li, y ni siquiera estarán disponibles las acciones Drive, nuevas mecánicas que sirven para combinar combos o tener mayores opciones defensivas.
La magia del modo World Tour, además de ser una forma didáctica de volvernos expertos en el juego, es su alocado planteamiento. Este juego no se toma en serio a sí mismo y lo deja claro desde el principio, cuando empezamos a recorrer las calles de Metro City. Dale un guantazo a un personaje de la calle y automáticamente empezarás a pelear con él; explora por los callejones y encontrarás personajes absurdos y divertidos; usa tus habilidades de combate en la calle (como la patada voladora de Chun-Li) para poder alcanzar nuevas áreas donde habrá ítems para mejorar nuestras características. Es una combinación de elementos tan descacharrante que es difícil de explicar por qué es maravillosa. A todo esto hay que añadir, por supuesto, el diseñador de personajes, que nos permite crear a nuestro avatar con proporciones grotescas y ridículas, lo que seguro que va a crear una explosión de memes en Internet... si no lo está haciendo ya, en la versión demo.
Lo clásico sigue funcionando
Street Fighter 6 no deja atrás a aquellos jugadores que quieren un sólido juego de lucha que va al grano, al estilo tradicional. Un modo arcade de 5 o 12 fases nos permite recorrer la historia de un personaje, de forma similar a como lo hacía la anterior entrega; no faltan guiños históricos como una fase de destrozar un camión a puñetazos. También tenemos un puñado de modos de aprendizaje más técnico, que nos permitirá descubrir cada uno de los movimientos de cada luchador (y ver ejemplos de cómo se usan), además del típico modo para poner en práctica combos predefinidos. Domina un combo y pasa a la siguiente fase, donde te espera otro combo un poco más difícil. Nosotros solo pudimos probar este modo con Cammy, y garantizamos que es una ayuda muy efectiva para comprender el repertorio de movimientos del personaje, aunque echamos en falta la visualización de frames que sí está disponible en el modo práctica. Muchos de estos modos están confirmados para que se puedan jugar mientras se buscan partidas online, de tal modo que podremos compaginar la espera con la práctica dirigida.

Lo más atrayente de cara al lanzamiento es, por supuesto, el plantel de luchadores de Street Fighter 6. Estamos ante una entrega atrevida, que mantiene a veteranos de la franquicia como Ryu, Ken, Dhalsim o Blanka, pero va muy fuerte con otros personajes más recientes o nuevos. Hemos podido probar brevemente todos los personajes y confirmar que la variedad de estilos de combate es muy amplia. Los jugadores que quieran ir a lo tradicional, el estilo shoto está más que cubierto, con aproximaciones interesantes como Luke o Lily, que ofrecen unos cuantos movimientos muy divertidos; el estilo de Lily en particular, que es uno de los pocos que utiliza armas, es muy intuitivo.
Los nuevos invitados que ya conocíamos de antes, Jamie y Kimberly, son una vuelta de tuerca a otros arquetipos tradicionales, como el estilo del puño borracho que Jamie ejecuta con especial gracia y una mecánica magnífica que aumenta su fuerza cuanto más tragos bebe de su cantimplora. Pero además hemos podido probar a Manon y Marisa, quienes vienen a romper más aún lo establecido, sin alejarse demasiado del espíritu Street Fighter. Manon es un personaje muy técnico, una bailarina capaz de encadenar ataques de forma grácil y muy gratificante, su estilo de lucha es oportunista y apuesto a que será de los más desafiantes de superar, junto a Juri. Una de mis favoritas es Marisa, esta mujer enorme con aspecto de gladiador, que comparte el estilo grappler con Zangief y E. Honda. Lo más divertido de Marisa es su facilidad de uso, con combos sencillos y sin cargas, podemos ejecutar movimientos realmente espectaculares. Además, no es habitual ver un personaje femenino de este estilo y resulta refrescante.
Los expertos en personajes como Blanka o Dhalsim encontarán unos cuantos movimientos nuevos que los convierten en oponentes más imprevisibles que nunca, pudiendo manipular el espacio de combate a través del lanzamiento de objetos. Es difícil saber cómo van a impactar estos personajes en el ritmo de combate, pero junto a los nuevos movimientos Drive, a priori se me antojan en cierta desventaja. Quien sí parece muy versátil y peligrosa es Cammy, que ha colgado su uniforme de estilo militar y ahora luce la Union Jack. Quizá ya no es tan rápida como antes, pero eso no significa que sea menos hábil, y sobre todo, muy divertida, se me antoja un personaje ideal para acosar al oponente con el Drive Rush y agotarlo en pocos segundos.
El parque de atracciones Street Fighter
La sensación que se me queda tras haber experimentado, a grandes rasgos, todo lo que ofrece Street Fighter 6, es que he ido a un parque de atracciones donde todo está preparado para hacerme reír y pasármelo bien, con desafíos exigentes por aquí y por allí, pero también muchas actividades ligeras y disfrutables. Estamos ante un juego de lucha extremadamente ambicioso, que quiere apelar a mucho público y dejar el nicho al que pertenece. Tiene mucho potencial para la creatividad del jugador, tanto por su editor de personajes como por la configuración del estilo de lucha que permite el modo historia; tampoco olvida a los más expertos y su modo online está preparado para ofrecer un entorno competitivo ejemplar. En definitiva, parece un juego que tiene todo lo que puedes imaginar, y siempre con un toque de humor.


A pesar del poco tiempo que tuve, me pude crear un personaje original y realista
Si has probado la demo de Street Fighter 6, disponible desde finales de abril, ya habrás notado que Capcom apuesta con mucha fuerza por las tres aristas de un juego de lucha: una historia que seguir con un personaje creado por nosotros, un modo online que trata de allanar el camino a los aficionados, y una colección de modos más arcade, perfectos para practicar. Si quieres saber qué pinta tiene el modo online, lee nuestro avance donde lo comentamos con muy buenas sensaciones; para lo demás, ahora vamos a entrar en harina.
Un viaje por el mundo de la lucha
Lo más llamativo de Street Fighter 6 es este World Tour, modo historia, aventura o similar. Es toda una rareza que un fighter ofrezca un modo así con profundidad, pero hay algunos ejemplos notables, como Them's Fighting Herds o Smash Bros. Ultimate. Capcom ha ido varios pasos más allá y prácticamente ha creado un juego dentro de un juego, una experiencia de mundo semiabierto donde el jugador elige su avatar, un personaje que está buscando dominar los distintos estilos de combate y por el camino tiene cientos de actividades para mejorar, ganar dinero, explorar ciudades e incluso probar distintos minijuegos.
«Capcom ha ido varios pasos más allá y prácticamente ha creado un juego dentro de un juego»
Es complicado encontrar algo de este calibre a día de hoy. Lo más parecido es, quizá, la franquicia Like a Dragon (previamente Yakuza), pero sustituyendo el control por el clásico de peleas de Capcom. La historia comienza en Metro City, donde un amigable Luke (personaje original de la última expansión de Street Fighter V) nos invita a crecer como luchadores, y para ello dominar la ciudad con nuestros puños. La primera sorpresa empieza cuando podemos desafiar a cualquier habitante de la ciudad, momento en el cual empieza un combate tradicional. Lucha con la gente, gana experiencia y dinero, y tu avatar desarrollará sus habilidades y movimientos. El mundo está habitado por todos los personajes de Street Fighter, y también de otras franquicias de Capcom como Final Fight con los cuales podemos hablar y aprender sus movimientos: progresar en la aventura va de la mano con descubrir sus historias.


La ciudad está llena de secretos, bosses y humor
La premisa es ideal para introducir la enorme complejidad de un juego como Street Fighter a cualquier jugador. Esta ha sido una asignatura pendiente del género desde siempre, que ha añadido más y más mecánicas con los años y nunca se ha esforzado demasiado en introducirlas progresivamente al jugador. El título medio de lucha suele ofrecer un muro de dificultad inicial muy alto, en especial aquellos que no tienen casi contenido para un jugador y delegan en el online, como KOF XV: para aprender, te toca chocarte contra la pared cientos de veces contra jugadores de todo el mundo, una situación poco motivadora. En el caso de Street Fighter 6, este modo permite introducir todos los conceptos del juego progresivamente: al principio solo podremos usar el estilo de lucha de Luke, más tarde el de Chun-Li, y ni siquiera estarán disponibles las acciones Drive, nuevas mecánicas que sirven para combinar combos o tener mayores opciones defensivas.
«Este juego no se toma en serio a sí mismo y lo deja claro desde el principio»
La magia del modo World Tour, además de ser una forma didáctica de volvernos expertos en el juego, es su alocado planteamiento. Este juego no se toma en serio a sí mismo y lo deja claro desde el principio, cuando empezamos a recorrer las calles de Metro City. Dale un guantazo a un personaje de la calle y automáticamente empezarás a pelear con él; explora por los callejones y encontrarás personajes absurdos y divertidos; usa tus habilidades de combate en la calle (como la patada voladora de Chun-Li) para poder alcanzar nuevas áreas donde habrá ítems para mejorar nuestras características. Es una combinación de elementos tan descacharrante que es difícil de explicar por qué es maravillosa. A todo esto hay que añadir, por supuesto, el diseñador de personajes, que nos permite crear a nuestro avatar con proporciones grotescas y ridículas, lo que seguro que va a crear una explosión de memes en Internet... si no lo está haciendo ya, en la versión demo.
Lo clásico sigue funcionando
Street Fighter 6 no deja atrás a aquellos jugadores que quieren un sólido juego de lucha que va al grano, al estilo tradicional. Un modo arcade de 5 o 12 fases nos permite recorrer la historia de un personaje, de forma similar a como lo hacía la anterior entrega; no faltan guiños históricos como una fase de destrozar un camión a puñetazos. También tenemos un puñado de modos de aprendizaje más técnico, que nos permitirá descubrir cada uno de los movimientos de cada luchador (y ver ejemplos de cómo se usan), además del típico modo para poner en práctica combos predefinidos. Domina un combo y pasa a la siguiente fase, donde te espera otro combo un poco más difícil. Nosotros solo pudimos probar este modo con Cammy, y garantizamos que es una ayuda muy efectiva para comprender el repertorio de movimientos del personaje, aunque echamos en falta la visualización de frames que sí está disponible en el modo práctica. Muchos de estos modos están confirmados para que se puedan jugar mientras se buscan partidas online, de tal modo que podremos compaginar la espera con la práctica dirigida.


Algunas cosas cambian cuando se hace de noche
Lo más atrayente de cara al lanzamiento es, por supuesto, el plantel de luchadores de Street Fighter 6. Estamos ante una entrega atrevida, que mantiene a veteranos de la franquicia como Ryu, Ken, Dhalsim o Blanka, pero va muy fuerte con otros personajes más recientes o nuevos. Hemos podido probar brevemente todos los personajes y confirmar que la variedad de estilos de combate es muy amplia. Los jugadores que quieran ir a lo tradicional, el estilo shoto está más que cubierto, con aproximaciones interesantes como Luke o Lily, que ofrecen unos cuantos movimientos muy divertidos; el estilo de Lily en particular, que es uno de los pocos que utiliza armas, es muy intuitivo.
«Una de mis favoritas es Marisa, esta mujer enorme con aspecto de gladiador, que comparte el estilo grappler con Zangief y E. Honda»
Los nuevos invitados que ya conocíamos de antes, Jamie y Kimberly, son una vuelta de tuerca a otros arquetipos tradicionales, como el estilo del puño borracho que Jamie ejecuta con especial gracia y una mecánica magnífica que aumenta su fuerza cuanto más tragos bebe de su cantimplora. Pero además hemos podido probar a Manon y Marisa, quienes vienen a romper más aún lo establecido, sin alejarse demasiado del espíritu Street Fighter. Manon es un personaje muy técnico, una bailarina capaz de encadenar ataques de forma grácil y muy gratificante, su estilo de lucha es oportunista y apuesto a que será de los más desafiantes de superar, junto a Juri. Una de mis favoritas es Marisa, esta mujer enorme con aspecto de gladiador, que comparte el estilo grappler con Zangief y E. Honda. Lo más divertido de Marisa es su facilidad de uso, con combos sencillos y sin cargas, podemos ejecutar movimientos realmente espectaculares. Además, no es habitual ver un personaje femenino de este estilo y resulta refrescante.
Los expertos en personajes como Blanka o Dhalsim encontarán unos cuantos movimientos nuevos que los convierten en oponentes más imprevisibles que nunca, pudiendo manipular el espacio de combate a través del lanzamiento de objetos. Es difícil saber cómo van a impactar estos personajes en el ritmo de combate, pero junto a los nuevos movimientos Drive, a priori se me antojan en cierta desventaja. Quien sí parece muy versátil y peligrosa es Cammy, que ha colgado su uniforme de estilo militar y ahora luce la Union Jack. Quizá ya no es tan rápida como antes, pero eso no significa que sea menos hábil, y sobre todo, muy divertida, se me antoja un personaje ideal para acosar al oponente con el Drive Rush y agotarlo en pocos segundos.
El parque de atracciones Street Fighter
La sensación que se me queda tras haber experimentado, a grandes rasgos, todo lo que ofrece Street Fighter 6, es que he ido a un parque de atracciones donde todo está preparado para hacerme reír y pasármelo bien, con desafíos exigentes por aquí y por allí, pero también muchas actividades ligeras y disfrutables. Estamos ante un juego de lucha extremadamente ambicioso, que quiere apelar a mucho público y dejar el nicho al que pertenece. Tiene mucho potencial para la creatividad del jugador, tanto por su editor de personajes como por la configuración del estilo de lucha que permite el modo historia; tampoco olvida a los más expertos y su modo online está preparado para ofrecer un entorno competitivo ejemplar. En definitiva, parece un juego que tiene todo lo que puedes imaginar, y siempre con un toque de humor.
Extraordinario enseñando a luchar. Descacharrante modo historia
Hay mucho de todo, quizá el que mucho abarca poco aprieta
