Todos los detalles sobre Resident Evil: Village

Ya a día de hoy está más que claro que Resident Evil es una de esas franquicias que han preconfigurado el tétrico género del survival horror; su ambientación, su jugabilidad, e incluso su transición de cámara a fija a la perspectiva pegada al hombro, han supuesto un antes y un después en la industria de los videojuegos tal y como la conocemos. Eso sí, ha estado acompañada, por supuesto, de otras prestantes manifestaciones del terror interactivo, como la evocadora y psicológica propiedad intelectual de Konami, Silent Hill -de la que se rumorea una suerte de reimaginación en exclusiva para PlayStation 5-, o el vetusto y legendario Alone in the Dark, la auténtica chispa en este caldo primigenio que lo comenzó todo en el género. Por tanto, no es de extrañar que la distinguida franquicia de Capcom se regocije en sus millonarias ventas ahora que ha superado la inconmensurable barrera de los cien millones -que se dice pronto-, y tampoco habría de sorprendernos, pues, que la compañía osaqueña siga enfrascada en su particular idilio con el miedo, los desastres biológicos, y las conspiraciones corporativas; buena prueba de ello fue el anuncio de Resident Evil: Village, la octava entrega numerada de la serie, en el pasado evento de presentación de PlayStation 5 -cuando el río suena…-. Lo nuevo de Capcom nos dejó uno de los instantes álgidos de la velada; por consiguiente, qué mejor momento para contarte todo lo que hay que saber sobre Resident Evil: Village, para asegurarnos de que llegues con todo bien claro a tu nueva cita con el terror digital.

La semilla del mal

Que la octava entrega de Resident Evil iba a ser una continuación directa de la séptima es algo que ya se sabía debido a las múltiples filtraciones y, en cierto modo, al sentido común. Ahora, con la información contrastada, sabemos que el protagonista será Ethan, que también jugó un papel distinguido en Resident Evil 7 como principal objeto del odio visceral de la macabra y extrañamente carismática familia Baker. No obstante, algunos rumores parecen apuntar a que también habrá otros dos personajes controlables; se trataría de Emily y del mismísimo Chris Redfield, si bien se sospecha que su cuota en pantalla sería sustancialmente menor. Lo que sí que es seguro es que la historia se situará siete años después de los acontecidos en la séptima entrega, y tiene pinta de que participará de motivos tales como la venganza o las secuelas psicológicas. En cualquier caso, Ethan y Mia se han retirado a un lugar de nombre todavía por desvelar, de ambientación presumiblemente europea -¿volverán España y el mítico “detrás de ti, imbésil”?-, a fin de pasar página y poner distancia con los horrores que tuvieron que contemplar en Resident Evil 7. Falta por ver cuál será el detonante, el punto de partida, pero el tráiler insinúa que tendrá algo que ver con Chris y la propia Mia. Evitaré entrar en más detalles para no caer en destripes, pero si tienes curiosidad, basta con ver el vídeo de abajo hasta el final.


Sin embargo, el argumento no es la única herencia que rescata de Resident Evil 7; otra vez, la nueva entrega de uno de los reyes del survival horror apuesta por una perspectiva en primera persona que habrá de potenciar la inmersión del jugador en estos terroríficos parajes nevados. Se trata de una decisión creativa que, a pesar de contar con ciertos detractores, funcionó a la perfección en la primera aventura de Ethan, en parte porque nos hizo más partícipes de la tremebunda acción que anegaba la pantalla, pero también debido a que permite ahondar en el ancestral miedo de lo desconocido. Una cámara en tercera persona, aun si está situada en el hombro, permite ver, por poco que sea, un trocito de nuestro entorno inmediato, mientras que la subjetividad de visión implica que solo conocemos aquello que vemos de manera directa. La tensión es máxima, y los trucos de escena constantes.

El sonido, el juego de luces, los movimientos rápidos en la periferia de la mirada del protagonista, y la incapacidad de ver con facilidad adquieren, por tanto, una nueva dimensión, y está claro que la franquicia pocas veces ha dado más miedo que en los pasillos abandonados de aquella terrible finca en Luisiana. Ahora, eso sí, se trata de una atmósfera nívea, gélida, con un pueblo perdido en los ventisqueros de montañas sin nombre, y una serie de extraños rituales sobrenaturales que presuntamente tienen algo que ver con una aristocracia local de apariencia vampírica, o, como mínimo, de brujos con una gran obsesión por la sangre fresca. Ya se sabe, es invierno y hay que calentar el cuerpo. De fondo, por supuesto, está Umbrella urdiendo, como siempre, sus terribles planes de evolución humana, de dominación mundial, y de joder al personal, por lo que seguro que habrá una explicación científica para esta proliferación de hechizos y de criaturas de leyenda.


No obstante, la propia Capcom ha asegurado que debemos esperar mayores dosis de acción en esta octava parte que en pasadas entregas de la franquicia; no en vano los zombis y toda clase de escoria espástica de ultratumba han dado paso a los hombres lobo, las maldiciones, y a unos aldeanos con muy malas pulgas, a juzgar por el tráiler de presentación. Es innegable que Resident Evil: Village apuesta por la inclusión de criaturas sobrenaturales y por un ritmo frenético, nutriéndose de otras mitologías y folclores -recordemos que, a fin de cuentas, el concepto de muerto viviente viene de África y de sus subsiguientes procesos migratorios a Latinoamérica, especialmente en el área caribeña- para la elaboración de un nuevo tipo de terror. Uno que no perdona, y que no espera.

A este respecto, que no cunda el pánico, pues no todo será cosa de entrar y pegar tiros; la compañía japonesa también ha puesto especial énfasis en la búsqueda de recursos y en la exploración -algo que evidencia el inventario tipo maletín, que en combinación con la ambientación misteriosamente bucólica compone un claro guiño a Resident Evil 4-, hasta el punto de que aseguran que el propio entorno, es decir, el pueblo aterido por el frío y la maldición, tendrá una relevancia sin precedentes. Teniendo en cuenta que la atmósfera del título parece sublime, con esa disparidad entre la ostentosa vida del tétrico y eterno palacio y el gélido y hosco ambiente del pueblo, cuyos habitantes se debaten contra la demencia y horrores infernales, parece que esta decisión es totalmente acertada.



Conclusiones

No por esperado deja de ser noticia, y Resident Evil: Village fue, sin lugar a dudas, uno de los grandes bombazos de la conferencia de Sony. A una nueva y genial localización se unen las bondades de un RE Engine de nueva generación -ya que el título no será intergeneracional, como se preveía-, un hilo argumental que tiene pintaza y que “cerrará la historia” de algún personaje, y una vuelta a una fórmula en primera persona que ya encandiló con la séptima entrega. Falta por ver en qué se traduce todo, pero de momento las sensaciones son casi inmejorables. En cualquier caso, en agosto probablemente tendremos más noticias al respecto, y el lanzamiento apunta a los primeros meses de 2021, en una estrategia comercial que ya ha funcionado a la compañía de Osaka en el pasado. Estamos deseando ver qué es lo que nos espera.

Redactado por Sergi Bosch (Elite)