Jugamos a la beta

No obstante, no la llevamos a cabo porque pasamos a la segunda parte de la demo. Ahora estamos en la zona roja, la más peligrosa de todas porque aquí viven todos los infectados y los mutantes evolucionados. Para comprobar el gran poder que llegaremos a tener subimos automáticamente al nivel 21 y con ello ganamos muchos puntos para adquirir habilidades como el brazo-látigo, los puños demoledores, la caída en picado sobre los enemigos, la habilidad para robar helicópteros, destrozar tanques con un QTE o arrancar sus piezas (como ametralladoras o lanzaderas de misiles) para usarlas como armas. Una mejora considerable es tener activadas dos habilidades al mismo tiempo y alternar su uso con los botones. Por ejemplo, con uno utilizamos la habilidad para enredar a los enemigos en tentáculos y con otro las manos-cuchillas, así no tendremos que abrir constantemente el menú en medio del juego. También hay otras mejoras, pero lo más destacado es su control más pulido durante los saltos entre los edificios y las peleas.

También probamos a piratear la BlackNet para conseguir algunas misiones a través de la red de información de la Blackwatch. Para ello debemos encontrar una terminal y acceder a ella disfrazados de soldado, pero si nos descubren no podemos utilizarla hasta que eludamos la alarma militar. Como elemento de rejugabilidad y exploración más allá de las misiones tenemos coleccionables. Son abundantes y muy útiles, porque al conseguir todos los de un barrio (la ciudad está dividida por distintas áreas) adquirimos una mutación nueva para mejorar al personaje. También podemos jugar sin tener que cumplir misiones o encontrar secretos, sólo por entretenimiento, por eso estuvimos por la zona roja eliminando tanto a soldados como a mutantes, y gracias a nuestro nivel 21 y a las habilidades al máximo nos sentimos casi invencibles. La sensación de vulnerabilidad tan molesta que perjudicó a la primera entrega no se da aquí: sí que morimos algunas veces y nos hacieron mucho daño, pero no llegamos al extremo de ser un monigote que sólo recibe golpes y pasa más tiempo huyendo que luchando. Tener un nivel tan alto y tantas habilidades en una versión demo ayuda mucho en ese aspecto, y por lo pronto la sensación de poder es mucho más satisfactoria.

Gráficamente se ve mejor gracias a unos personajes más detallados y de mayor tamaño, o a la ciudad, que varía según la zona: la zona roja está más destruida y con una gran niebla roja que lo cubre todo, mientras que las zonas verde y amarilla están fortificada y con edificios en mejor estado. El gore es más explicito y cuenta con mayor variedad de enemigos, por ejemplo vimos Cazadores, mutantes de gran tamaño, voladores e infectados más monstruosos a medida que van transformándose. También destacan las escenas cinematográficas, ya que además del recurso de mezclarlas con fotografías reales también se juega mucho con el uso del blanco, el negro y el rojo. La idea es crear un contraste con elementos mutantes como los brazos de Mercer o Heller o su sangre en un dramático mundo gris. Respecto al aspecto sonoro, el doblaje que escuchamos está en inglés, pero Activision nos promete que vendrá en castellano. La música sigue con la tónica militar-apocalíptica y con una gran cantidad de efectos como cañonazos, desgarramientos de carne y gemidos de los infectados.

Conclusiones

[Prototype2] promete mejorar apartado por apartado a su primera entrega y corregir sus fallos. Mayor sensación de poder, nuevas habilidades, coleccionables que merecen la pena, más y más grandes enemigos, mejor control, más sangre, mejores escenas cinematográficas, un doblaje que vendrá traducido y un argumento interesante… Aún faltan unos meses para su lanzamiento oficial, así que hay tiempo para corregir los posibles errores o potenciar el multijugador y otros elementos no explicados, como la exploración del subterráneo de Nueva York.