Impresiones Jugables: Este juego no tiene precio

El aquí escribiente siempre ha creído que sus escritos han sido suficientemente comedidos, con poca carga subjetiva y siempre huyendo de fanatismos y favoritismos.

Ahora, si se me permite, voy a darle una patada en los mismísimos a todo eso y pasar a escribir unas impresiones jugables de uno de los bombazos que se avecinan en los próximos meses.

Y es que sin duda, al instalar la demo de Prey uno no puedo dejar de temblar, de esperar que los diez años de espera de este juego hayan servido de algo. Y es que por aquí tengo una revista de, exactamente, junio del 97, con Prey como portada de la misma. Queráis que no, no deja de ser impactante.

Tras la "eterna" (entrecomillado porque no tarda nada) espera, arrancamos el juego y nos encontramos con citas de diversos medios de mundillo hablando de las delicias de este juego; para luego explotar en el menú principal. Ya hasta en las cosas más pequeñas estos chicos de Human Head lo dan todo.

Y nada más entrar, nos lanzamos sobre el "Iniciar partida" como si fuese a colgarse el ordenador si no lo hacemos rápido.

Y se abre la caja de Pandora

Porque, sinceramente y, como ya he advertido en la introducción, este juego es impactante. Todo lo visto en vídeos, todo lo hablado en avances, todas las imágenes mostradas no se acercan ni una milésima a lo que Prey ofrece.

Nada más empezar nos encontramos en el baño de un bar, con el protagonista refunfuñando. Una vuelta siquiera por ese servicio ya nos deja ver la capacidad de interacción del juego: me quiero secar las manos, bajar la tapa del water, sacar un preservativo...

Seguimos paseando por el bar, con texturas realistas, con animaciones perfectas, una ambientación envidiable... creo que nunca he visto un tugurio semejante ni siquiera en la realidad. Suena la música. Nos acercamos a la gramola y, al estar cerca de ella, aparece el cursor de un ratón. Ahora podemos navegar por la interfaz de la gramola sin problemas, eligiendo las canciones que más nos gusten. Más de uno encontrará a sus grupos preferidos entre la selección que hay. Yo lo he hecho. Y, por supuesto, dejando entrever ya la calidad del sonido, que en lo que a banda sonora (no simplemente por que hayan metido canciones de grupos conocidos) va a llegar al nivel de superproducción de cine.

Hablamos con la gente, dejamos que la historia nos invada, paseamos un rato, echamos una partida a la tragaperras o a una versión un tanto "bárbara" de Pac-Man, cambiamos los canales de la tele (por ahí podremos ver a James Stewart) y entonces empezamos a babear el teclado. Porque si ya no lo hemos hecho antes, es que somos tipos duros. Y ahora deberemos reconocer que estamos hechos de la misma pasta que los demás.