PC
De lleno en la vida de un vikingo
La continuación de Cultures 2 ya está a punto de llegar. Con un estilo de juego similar a sus predecesores y la misma cantidad de diversión se perfila como uno de los juegos de gestión del año.
Por Mysery,
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¿Y cual es el sistema de juego?
El producto que nos ofrecen Funatics Media y GMX Media (y que distribuye Ludis Games en nuestro país) seguirá el canon marcado por las dos anteriores entregas de la saga. Es decir, y resumiendo mucho, un ETR en el que nuestro deber será establecer un asentamiento sobre el que hacer que nuestro pueblo prospere. Concretando más, deberemos construir todas las infraestructuras necesarias para que la vida de nuestros colonos sea satisfactoria y puedan trabajar felices, para así hacer que la comunidad sea provechosa. Multitud de edificios sobre los que volcar todo nuestro control, combate estratégico con el que defender nuestro pueblo, arduas tareas económicas y de comercio con las que dotar de riquezas a la población, y otros apartados que todo juego de gestión que se precie ha de tener.
Para los que hayan jugado a Cultures 2 o a la saga Settlers, este planteamiento será muy familiar, y no les supondrá un esfuerzo adicional, dado que los parámetros a tratar son muchos, y su complicación para combinarlos acertadamente puede llegar a ser una tarea que sólo los más pacientes aguantarán. Es por eso que este tipo de juegos reporta tal satisfacción al ser terminados.
Este es uno de los puntos flacos que puede presentar el juego, una similitud excesiva con su precuela (y otros del género) tanto a nivel jugable como gráfico. Y entrando en ese punto, destacar que el aspecto visual del juego es exactamente igual al de Cultures 2, por lo que no es un punto muy a destacar, aunque bien es cierto que siempre gusta de ver gráficos clásicos en dos dimensiones, coloridos y detallados. Pero las nuevas tecnologías están ahí, y es prácticamente obligado que hagan acto de presencia aunque sea con los mínimos detalles, y ese no parece ser el caso de Northland.
Es más, en las versiones inglesas del juego se han detectado errores con las tarjetas gráficas de ATI, aunque todo se reducía a una incompatibilidad con DirectX (punto extraño, ya que a estas alturas todo se basa en DirectX) que obligaba a desactivar la aceleración que ofrecen Direct Draw y Direct 3D.
En resumen, Northland se presenta como el perfecto plato que todo adepto de la saga espera, con un estilo de juego exactamente igual a los anteriores, pocas novedades aparte de la mejora de la interfaz y de la gestión, y un aspecto gráfico que no desagrada pero que peca de empezar a envejecer demasiado.
El producto que nos ofrecen Funatics Media y GMX Media (y que distribuye Ludis Games en nuestro país) seguirá el canon marcado por las dos anteriores entregas de la saga. Es decir, y resumiendo mucho, un ETR en el que nuestro deber será establecer un asentamiento sobre el que hacer que nuestro pueblo prospere. Concretando más, deberemos construir todas las infraestructuras necesarias para que la vida de nuestros colonos sea satisfactoria y puedan trabajar felices, para así hacer que la comunidad sea provechosa. Multitud de edificios sobre los que volcar todo nuestro control, combate estratégico con el que defender nuestro pueblo, arduas tareas económicas y de comercio con las que dotar de riquezas a la población, y otros apartados que todo juego de gestión que se precie ha de tener.
Para los que hayan jugado a Cultures 2 o a la saga Settlers, este planteamiento será muy familiar, y no les supondrá un esfuerzo adicional, dado que los parámetros a tratar son muchos, y su complicación para combinarlos acertadamente puede llegar a ser una tarea que sólo los más pacientes aguantarán. Es por eso que este tipo de juegos reporta tal satisfacción al ser terminados.
Este es uno de los puntos flacos que puede presentar el juego, una similitud excesiva con su precuela (y otros del género) tanto a nivel jugable como gráfico. Y entrando en ese punto, destacar que el aspecto visual del juego es exactamente igual al de Cultures 2, por lo que no es un punto muy a destacar, aunque bien es cierto que siempre gusta de ver gráficos clásicos en dos dimensiones, coloridos y detallados. Pero las nuevas tecnologías están ahí, y es prácticamente obligado que hagan acto de presencia aunque sea con los mínimos detalles, y ese no parece ser el caso de Northland.
Es más, en las versiones inglesas del juego se han detectado errores con las tarjetas gráficas de ATI, aunque todo se reducía a una incompatibilidad con DirectX (punto extraño, ya que a estas alturas todo se basa en DirectX) que obligaba a desactivar la aceleración que ofrecen Direct Draw y Direct 3D.
En resumen, Northland se presenta como el perfecto plato que todo adepto de la saga espera, con un estilo de juego exactamente igual a los anteriores, pocas novedades aparte de la mejora de la interfaz y de la gestión, y un aspecto gráfico que no desagrada pero que peca de empezar a envejecer demasiado.
Un escenario interior
Los modelos están dotados de cierta simpatía
Sigue siendo muy completo y nos tendrá muchas horas pegados al monitor.
Pocas novedades y un aspecto ligeramente anticuado
