
PC
PlayStation 4
Xbox One
PlayStation 3
Xbox 360
La última muda de la serpiente
Snake vuelve en septiembre antes de que la serie cambie de rumbo definitivamente.
0
0
0
Poco se debería decir de la trama, salvo que Ground Zeroes debería ser obligatorio antes de empezar The Phantom Pain. Suponemos que llegado el caso, habrá algún paquete en el que vengan ambos o alguna oferta en la que añadirán el prólogo por las reservas. Ya se verá. El caso es que Snake, a quien Kiefer Sutherland pone voz e interpreta mediante la captura de movimientos, termina en coma tras los hechos narrados en el prólogo. La ganas de venganza tras nueve años no han mermado, lo que provoca que preste su ayuda al líder de los "Diamond Dogs", un grupo mercenario. Afghanistan, la Unión Soviética y muchos secundarios conocidos de la serie harán acto de presencia en la que se espera sea la entrega más grande de la franquicia, todo aderezado con guiños a entregas pasadas y futuras para deleite del seguidor empedernido. Un punto y final a toda una era.
Pero no todo en The Phantom Pain es Snake. Se podría decir que en el disco viene un segundo juego que no es otro que Metal Gear Online, supervisado por el propio Kojima en la distancia ya que ha caído en las manos del estudio de Konami Los Angeles Studio afincado en EEUU. Si bien se mantendrán muchas de las ideas que ya vimos en la anterior entrega, el uso del nuevo motor gráfico aporta una profundidad a los escenarios que multiplican las posibilidades. No es que ganen en tamaño, altura o cantidad, es que permiten que trabajemos como un verdadero equipo a la hora de movernos y fijar objetivos. Mientras unos jugadores marcan la posición de nuestros rivales desde posiciones elevadas, otros pueden acercarse para desactivar las trampas colocadas y diezmar las tropas mediante el uso del equipamiento de infiltración. No sería un juego de Kojima sin las habituales payasadas marca de la casa, como el adorable perrito-peluche capaz de dejarnos aturdidos y a merced del enemigo durante unos instantes si caemos ante sus encantos. A esas fruslerías debemos sumar un Metal Gear de bolsillo, que no es más que una torreta bípeda capaz de desplazarse por el escenario mientras vomita centenares de casquillos. Acercarnos por la espalda y acuchillar a su portador para robarlo será primordial para que nuestra facción no caiga antes de tiempo.
Conclusiones
Mientras sigue el culebrón sobre si Kojima ingresa o no en las oficinas del INEM japonesas, The Phantom Pain comienza su campaña de marketing con los anuncios de las ediciones especiales que se pondrán a la venta el 1 de septiembre. La marca Metal Gear es un referente comercial, quizás más por lo que se habla de ella, motivo por el que Konami va a estirar el chicle Kojima hasta que no pueda aguantarlo más. Veremos más del juego en el próximo E3, posiblemente en los stands de Sony y Microsoft con alguna chorrada-DLC exclusiva de cada versión o el anuncio de una beta multijugador con acceso anticipado para alguna de ellas. La maquinaria no cesa. El problema de todo esto, es que la sensación de que estamos de verdad ante la última gran entrega de la serie es más tangible que nunca. No sabemos si Kojima Productions se independizará de Konami, si se creará un nuevo estudio o si acabarán trabajando para otra empresa. El caso es que aunque Snake vuelva a nuestras pantallas en un futuro, no será lo mismo sin Kojima. Para lo bueno y para lo malo.
Pero no todo en The Phantom Pain es Snake. Se podría decir que en el disco viene un segundo juego que no es otro que Metal Gear Online, supervisado por el propio Kojima en la distancia ya que ha caído en las manos del estudio de Konami Los Angeles Studio afincado en EEUU. Si bien se mantendrán muchas de las ideas que ya vimos en la anterior entrega, el uso del nuevo motor gráfico aporta una profundidad a los escenarios que multiplican las posibilidades. No es que ganen en tamaño, altura o cantidad, es que permiten que trabajemos como un verdadero equipo a la hora de movernos y fijar objetivos. Mientras unos jugadores marcan la posición de nuestros rivales desde posiciones elevadas, otros pueden acercarse para desactivar las trampas colocadas y diezmar las tropas mediante el uso del equipamiento de infiltración. No sería un juego de Kojima sin las habituales payasadas marca de la casa, como el adorable perrito-peluche capaz de dejarnos aturdidos y a merced del enemigo durante unos instantes si caemos ante sus encantos. A esas fruslerías debemos sumar un Metal Gear de bolsillo, que no es más que una torreta bípeda capaz de desplazarse por el escenario mientras vomita centenares de casquillos. Acercarnos por la espalda y acuchillar a su portador para robarlo será primordial para que nuestra facción no caiga antes de tiempo.
Conclusiones
Mientras sigue el culebrón sobre si Kojima ingresa o no en las oficinas del INEM japonesas, The Phantom Pain comienza su campaña de marketing con los anuncios de las ediciones especiales que se pondrán a la venta el 1 de septiembre. La marca Metal Gear es un referente comercial, quizás más por lo que se habla de ella, motivo por el que Konami va a estirar el chicle Kojima hasta que no pueda aguantarlo más. Veremos más del juego en el próximo E3, posiblemente en los stands de Sony y Microsoft con alguna chorrada-DLC exclusiva de cada versión o el anuncio de una beta multijugador con acceso anticipado para alguna de ellas. La maquinaria no cesa. El problema de todo esto, es que la sensación de que estamos de verdad ante la última gran entrega de la serie es más tangible que nunca. No sabemos si Kojima Productions se independizará de Konami, si se creará un nuevo estudio o si acabarán trabajando para otra empresa. El caso es que aunque Snake vuelva a nuestras pantallas en un futuro, no será lo mismo sin Kojima. Para lo bueno y para lo malo.
El sistema de juego abierto ofrece más posibilidades que nunca.
Que se hable más de Kojima que del juego, aunque eso es así siempre.

Juegos relacionados
Otros avances
E3 2013: Primer vistazo
Hace 12 años
Por Spiderfriki