En Mordor no brilla el sol

Warner Bros nos ha invitado en sus oficinas de Madrid a la presentación de El señor de los anillos: Sombras de Mordor, el nuevo proyecto de Monolith Productions basado en los escritos de J.R.R Tolkien. Para dar todos los detalles sobre este juego se ha contado con la presencia de dos invitados: Bob Roberts, diseñador principal, y la productora Jessica Nasmica.

Nuestro protagonista se llama Talion, un montaraz de Gondor de la Guardia de la Puerta Negra, y sufre la mayor pérdida de su vida cuando las huestes del recién retornado Sauron asesinan a su familia, y por supuesto a él también. Cuando todo parece perdido aparece el misterioso espíritu de la Venganza que le devuelve a la "vida" bajo la forma de un resucitado con un pie en el mundo físico y el otro en el espiritual, para que así pueda cumplir su vendetta particular y honrar a su familia. La trama (escrita para la ocasión) sirve de puente entre El Hobbit y El señor de los anillos y narra el regreso del amo oscuro Sauron a la Tierra Media y el resurgir de su ejército de orcos, uruks y demás seres.

Talion, Gollum, Celecimbor, Mordor

El juego tiene dos modos diferenciados entre sí: la campaña de la historia y el sistema "Nemésis". El primero nos mete de lleno en las hazañas de Talion y su particular búsqueda de venganza y respuestas, siempre acompañado por el Espectro, un espíritu que le aconseja sobre el uso de sus nuevos poderes. La misión elegida por Bob y Jessica para la demostración trae a escena un personaje querido por todos: Gollum. El hobbit degenerado ha vivido mucho y sabe mucho, tanto que es una fuente de valiosa información, pero para ello hay que buscarle en su guarida, ubicada en las profundidades de una cueva.

Nada más bajar de nuestra atalaya del mundo de los muertos (edificio que sirve para de punto de inicio para las misiones y para teletransportarse por el mapa) nos encontramos con un peligroso Graug bloqueando la única ruta hacia la cueva. Esta criatura de gran tamaño y ferocidad nos destrozaría son suma facilidad, así que optamos por distraerlo con un señuelo: asustamos con una flecha a unos Caragons (bestias de menor tamaño) cercanos para que el Graug pelee contra ellos a muerte. Así que podemos cruzar inadvertidamente por el camino y llegar a nuestro objetivo, aunque haya que darse prisa para ello porque el tiempo es limitado.

Dentro de la cueva moran los Ghuls, criaturas humanoides que andan agazapadas entre las sombras. Dan miedo pero son débiles y cobardes. No hay rastro de Gollum pero hallamos objetos coleccionables que sirven para mejorar nuestra espada o descubrir detalles de la historia de la Tierra Media y de la vida pasada de los personajes. Por ejemplo encontramos una tenaza que se usó para la forja de los "anillos de poder" y resulta que el herrero fue Celecimbor, el espíritu que nos acompaña. Nuestro compañero vivió en el mundo de los vivos hace muchas eras por ello su memoria ya no es tan buena como antes, pero recordar que fue quien forjó los anillos de poder le llenó de pavor.

Tras esta revelación reaparece el Graug dispuesto a devorarnos. La única manera de escapar con vida es utilizar una habilidad fantasmal que consiste en teletransportarnos mediante las flechas que lancemos, siempre y cuando tengamos munición suficiente, poder fantasmal necesario y haya un enemigo a cual disparar y que esté dentro de nuestro rango de visión. Es una habilidad muy útil que hay que utilizar con cuidado para no gastar flechas ni energía en vano, o seremos aplastados por la enorme criatura.