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Xbox 360
Primer Vistazo: Just Cause 2
Tras la incursión de Rico en San Esperito con un juego que no destacó con firmeza en su género, Avalanche sí que quiere triunfar esta vez con Just Cause 2.

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El agente de la CIA Rico Rodríguez está de vuelta en Just Cause 2. La historia transcurrirá algunos años después de la primera entrega, con Rico disfrutando de sus vacaciones en un soleado lugar de Sudamérica. Este periodo de descanso se verá bruscamente cortado cuando una antigua compañera de Rico, Maria Kane, reclama su ayuda para encontrar y asesinar a su amigo y antiguo mentor Tom Sheldon, que al parecer, se ha ido a esconder a la isla de Panau, en el archipiélago malayo, tras haber robado dos millones de la Agencia para la que trabajaba.
Avalanche Studios deja ver un claro espíritu de enmienda y mejora, tomando las críticas y sugerencias de los que jugaron al primer Just Cause, pudiendo así pulir los mayores fallos que cometieron en el pasado. La compañía está concentrando sus esfuerzos sobre todo en el sistema de combate y la Inteligencia Artificial enemiga.
Centrándonos en el último apartado mencionado, los enemigos no seguirán un patrón prediseñado (script). Avalanche ha incorporado un sistema de planeamiento permitiendo comportamientos inteligentes en respuesta a nuestras propias acciones. Los enemigos usarán el entorno para su beneficio, se cubrirán, se esconderán tras las esquinas para una mayor protección e, incluso, se podrán comunicar entre ellos para organizar escuadrones o para pedir refuerzos, que pueden ser en forma de unidades paracaidistas o ataques aéreos.
Con unos enemigos más inteligentes, el siguiente objetivo es el sistema de combate. Just Cause 2 contará con el Hybrid Locking System (Sistema de Apuntado Híbrido) que permite manejar la retícula de disparo para apuntar a partes independientes del cuerpo del enemigo mientras está activado el auto-apuntado. Además, el arsenal que Rico tendrá a su disposición es mayor, en el que encontraremos nuevas armas tales como lanzacohetes controlados por láser, lanzagranadas para una sola mano, miniguns portátiles o C4s de activación remota -este último también se puede utilizar en el aire-. Y aún hay más, las armas, al igual que los vehículos, son totalmente mejorables, con más de 2000 piezas a nuestra disposición. Como Rico no tiene esta vez el soporte de la Agencia, tendrá que conseguir por él mismo sus armas. Al principio del juego, contactaremos con un contacto en el mercado negro, el cual nos suministrará las armas y los vehículos. A medida que el juego avance, nuevos ítems serán desbloqueados para comprar.
Hablando de vehículos, Avalanche ha confirmado que, además de los ya vistos en Just Cause, habrá nuevos, como por ejemplo un jumbo o una caravana. En consonancia con los nuevos vehículos, el sistema de conducción se ha mejorado: las diferencias entre conducir uno u otro vehículo serán mucho más evidentes y el terreno afectará a la conducción. Este último elemento tendrá gran importancia debido a la diversidad de zonas climáticas (desde picos helados hasta áridos desiertos) de Panau, por lo que antes de adentrarse en una zona habrá que escoger cuidadosamente sobre lo que vamos montados para sacarle el máximo partido.
Como no podría faltar en la segunda parte de Just Cause, los saltos y las maniobras alocadas por el aire seguirán presentes y Avalanche tiene un puñado más que añadir. Lo primero de todo es que Rico podrá utilizar su garfio en cualquier momento, lo que abre un gran abanico de posibilidades, como acelerar la marcha en suelo firme, utilizarlo contra enemigos o colgarse con él de los edificios al más puro estilo Spiderman. Su uso con objetos recuerda al nuevo remake de Bionic Commando para la nueva generación. El susodicho garfio también podrá ser combinado con el paracaídas, cuyo comportamiento es más realista que antes, para, por ejemplo, volar más a lo alto de lo normal.
La mejora de mayor importancia que se hace en Just Cause 2 es la estructura de las misiones. Para ello, Avalanche ha reducido la cantidad de espacios muertos en el mapeado y suprimido las misiones secundarias, en detrimento de un sistema basado en el Caos. La isla se dividirá en zonas, controladas por determinadas facciones. Al crear caos, la fuerza de las facciones crecerá permitiendo que éstas se enfrenten a los gobiernos establecidos. Cuando un punto clave es asegurado, el área de influencia se hace mayor y abre nuevas oportunidades, como ocurría con las atalayas en Assassin's Creed.
La manera de crear caos dependerá de cada uno y se puede trabajar independientemente o con ayuda de alguna de las tres facciones del juego. Just Cause 2 ofrecerá más de 1000 actividades diferentes para fomentar el descontrol, como robar un transporte militar, asesinar a un oficial o destruir instalaciones estratégicas. Estos tipos de actividades estarán disponibles incluso cuando estemos en la misión principal de la historia.
Just Cause 2 también con un Sistema de Adaptación de la Dificultad. Como el juego posee una estructura no-linear, la dificultad subirá gradualmente dependiendo en lo que hayamos hecho. Por ejemplo, una misión que tenga lugar después de que hayamos creado muchísimo caos, será mucho más difícil porque el gobierno habrá aumentado en gran medida la seguridad.
Todavía es pronto para dictar un veredicto, por supuesto, pero la actitud de Avalanche frente a las críticas y sugerencias que han recibido es admirable y, por ahora, el camino que han tomado parece desembocar en un más que notable juego, con grandes dosis de libertad, adrenalina, espectacularidad y, que nunca falte, sentido del humor.
Avalanche Studios deja ver un claro espíritu de enmienda y mejora, tomando las críticas y sugerencias de los que jugaron al primer Just Cause, pudiendo así pulir los mayores fallos que cometieron en el pasado. La compañía está concentrando sus esfuerzos sobre todo en el sistema de combate y la Inteligencia Artificial enemiga.
Centrándonos en el último apartado mencionado, los enemigos no seguirán un patrón prediseñado (script). Avalanche ha incorporado un sistema de planeamiento permitiendo comportamientos inteligentes en respuesta a nuestras propias acciones. Los enemigos usarán el entorno para su beneficio, se cubrirán, se esconderán tras las esquinas para una mayor protección e, incluso, se podrán comunicar entre ellos para organizar escuadrones o para pedir refuerzos, que pueden ser en forma de unidades paracaidistas o ataques aéreos.
Con unos enemigos más inteligentes, el siguiente objetivo es el sistema de combate. Just Cause 2 contará con el Hybrid Locking System (Sistema de Apuntado Híbrido) que permite manejar la retícula de disparo para apuntar a partes independientes del cuerpo del enemigo mientras está activado el auto-apuntado. Además, el arsenal que Rico tendrá a su disposición es mayor, en el que encontraremos nuevas armas tales como lanzacohetes controlados por láser, lanzagranadas para una sola mano, miniguns portátiles o C4s de activación remota -este último también se puede utilizar en el aire-. Y aún hay más, las armas, al igual que los vehículos, son totalmente mejorables, con más de 2000 piezas a nuestra disposición. Como Rico no tiene esta vez el soporte de la Agencia, tendrá que conseguir por él mismo sus armas. Al principio del juego, contactaremos con un contacto en el mercado negro, el cual nos suministrará las armas y los vehículos. A medida que el juego avance, nuevos ítems serán desbloqueados para comprar.
Hablando de vehículos, Avalanche ha confirmado que, además de los ya vistos en Just Cause, habrá nuevos, como por ejemplo un jumbo o una caravana. En consonancia con los nuevos vehículos, el sistema de conducción se ha mejorado: las diferencias entre conducir uno u otro vehículo serán mucho más evidentes y el terreno afectará a la conducción. Este último elemento tendrá gran importancia debido a la diversidad de zonas climáticas (desde picos helados hasta áridos desiertos) de Panau, por lo que antes de adentrarse en una zona habrá que escoger cuidadosamente sobre lo que vamos montados para sacarle el máximo partido.
Como no podría faltar en la segunda parte de Just Cause, los saltos y las maniobras alocadas por el aire seguirán presentes y Avalanche tiene un puñado más que añadir. Lo primero de todo es que Rico podrá utilizar su garfio en cualquier momento, lo que abre un gran abanico de posibilidades, como acelerar la marcha en suelo firme, utilizarlo contra enemigos o colgarse con él de los edificios al más puro estilo Spiderman. Su uso con objetos recuerda al nuevo remake de Bionic Commando para la nueva generación. El susodicho garfio también podrá ser combinado con el paracaídas, cuyo comportamiento es más realista que antes, para, por ejemplo, volar más a lo alto de lo normal.
La mejora de mayor importancia que se hace en Just Cause 2 es la estructura de las misiones. Para ello, Avalanche ha reducido la cantidad de espacios muertos en el mapeado y suprimido las misiones secundarias, en detrimento de un sistema basado en el Caos. La isla se dividirá en zonas, controladas por determinadas facciones. Al crear caos, la fuerza de las facciones crecerá permitiendo que éstas se enfrenten a los gobiernos establecidos. Cuando un punto clave es asegurado, el área de influencia se hace mayor y abre nuevas oportunidades, como ocurría con las atalayas en Assassin's Creed.
La manera de crear caos dependerá de cada uno y se puede trabajar independientemente o con ayuda de alguna de las tres facciones del juego. Just Cause 2 ofrecerá más de 1000 actividades diferentes para fomentar el descontrol, como robar un transporte militar, asesinar a un oficial o destruir instalaciones estratégicas. Estos tipos de actividades estarán disponibles incluso cuando estemos en la misión principal de la historia.
Just Cause 2 también con un Sistema de Adaptación de la Dificultad. Como el juego posee una estructura no-linear, la dificultad subirá gradualmente dependiendo en lo que hayamos hecho. Por ejemplo, una misión que tenga lugar después de que hayamos creado muchísimo caos, será mucho más difícil porque el gobierno habrá aumentado en gran medida la seguridad.
Todavía es pronto para dictar un veredicto, por supuesto, pero la actitud de Avalanche frente a las críticas y sugerencias que han recibido es admirable y, por ahora, el camino que han tomado parece desembocar en un más que notable juego, con grandes dosis de libertad, adrenalina, espectacularidad y, que nunca falte, sentido del humor.
El espíritu de enmienda de Avalanche. Si arreglan los errores, puede salir un juego más que notable.
Puede quedarse a la mitad, como ocurrió con el primero.
