Jugamos a Gunbrella - Impresiones jugables de la paragüescopeta

De los centenares de metroidvanias que tenemos a nuestra disposición cada vez es más difícil destacar los mejores. Hay muchos juegos de altísima calidad, algunos otros con ideas locas que sacan arriesgan en su propuesta, otros acuden al homenaje más explícito de los clásicos fundacionales. El caso de Gato Roboto, un juego muy pequeño y corto, se sentía especial por su pequeña mecánica de utilizar un robot pilotado por un felino, que debía salvar a su dueño y podía abandonar la máquina para meterse por sitios estrechos. Su próximo juego, Gunbrella, es una escalada de complejidad sobre la misma filosofía: un metroidvania con un toque personal.



El concepto de Gunbrella queda claro desde que vimos el primer tráiler, el cual primero captó nuestra atención por su delicioso pixel art, y después nos atrapó por integrar la mecánica de un paraguas en su jugabilidad. Este es el principal elemento a destacar: nuestro protagonista, un hombre con gabardina en un mundo "noirpunk" dispone de un arma que se convierte en paraguas y sirve para impulsarse en medio de un salto, flotar en el aire o desplazarse por tirolinas. Esta idea no es exactamente nueva para el género, donde estamos acostumbrados a aprender habilidades de todo tipo para navegar los niveles 2D con agilidad, pero sí que resulta atractivo el estilo elegante y compacto con el que se presenta.

«Este es un metroidvania más parecido a Metroid por su utilización de armas de fuego, aunque su diseño de niveles recuerda más a Castlevania»

Hemos jugado a la demo de Gunbrella, que estará disponible en Steam próximamente. Se trata del primer episodio del juego, en el cual se introduce el tutorial, la primera ciudad del juego y lo que podríamos denominar primera mazmorra. Este es un metroidvania más parecido a Metroid por su utilización de armas de fuego, aunque su diseño de niveles recuerda más a Castlevania. Por lo que hemos visto, los mapas no son demasiado grandes ni laberínticos, pero sí que son más duros de atravesar que el juego promedio: con cuatro puntos de vida y enemigos que se mueven con bastante agilidad desde el principio, podemos identificar un estilo de juego mucho más rápido y acrobático que el que estamos acostumbrados en otros metroidvanias, quizá lo más parecido es la serie Ori.

El arma principal es una escopeta, ilimitada, con un alcance muy pequeño, lo que exige correr bastantes riesgos cuando encontramos enemigos. También disponemos de una ametralladora de largo alcance, granadas de fragmentación y diversos ítems, pero estos son limitados. En la versión de PC se puede jugar de cuatro formas distintas; los jugadores que quieran aprovechar el ratón y teclado pueden hacerlo y configurar dos tipos de apuntado. Por mi experiencia utilizando todos los modos de control, he encontrado bastantes dificultades para actuar de forma efectiva. Tengo bastante experiencia con los metroidvania y juegos 2D en general, y he sentido que Gunbrella requiere cierto aprendizaje para jugar con la máxima precisión. Los enemigos se sitúan en ángulos oblicuos con frecuencia, y apuntarles con la pistola no resulta inmediatamente confortable, un detalle que podría desalentar a jugadores menos hábiles. No poder configurar los botones a nuestro gusto complica aún más la situación, aunque confió que se podrá hacer en el futuro.



En la demo encontramos ciertas pinceladas del enfoque narrativo de Gunbrella. Intenta asemejarse a una aventura moderna, con misiones secundarias, varios personajes con los que interactuar y puntos de guardado situados estratégicamente... y son bancos para sentarse, para mantener la tradición. La historia, al principio muy vaga, se ambienta en un mundo bastante oscuro con ingredientes del siglo XIX. Encontramos varios elementos sobrenaturales, y de hecho el primer gran enemigo del juego es un monstruo nacido de varios sacrificios humanos en la guarida de una secta religiosa. La sangre es una constante en el juego, ya sea la de los enemigos a los que pulverizamos con la escopeta o la del protagonista, que deja un rastro rojo cuando está crítico de salud.

Por lo visto hasta ahora, Gunbrella ofrece suficiente personalidad como para ser tomado en cuenta en este océano de metroidvanias en el que nos encontramos. Parece una experiencia más directa y enfocada a la acción que a la exploración, pero no le faltan pequeños puzzles y secciones de plataformas. La jugabilidad se siente rápida y creativa desde el primer momento, aunque el control exige paciencia si lo queremos dominar. Diálogos divertidos y un atmósfera desasosegante redondean el juego, donde esperamos que haya un argumento un poco más profundo conforme se desarrolle la aventura. Gunbrella llegará en una fecha no concretada de 2023, para Switch y PC.