
PC
PlayStation 3
Xbox 360
Impresiones y entrevista a Jean-François Dugas
Pasamos tres horas en el pellejo del hombre biomecánico Adam Jensen.

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Como ya hemos dicho, los diálogos son una parte fundamental de Human Revolution. Prácticamente todo lo que digamos (o hagamos) tiene repercusión a un determinado plazo. Una cosa es elegir qué arma llevar en la primera misión y otra muy distinta negociar con un tipo que está encañonando a un rehén. Las opciones de conversación se presentan de forma similar a lo visto en Mass Effect, pero con frases completas en vez de resúmenes. Según Dugas la idea es que nos pongamos en la piel del otro personaje y pensemos cuál es la mejor forma de actuar. Por otra parte, si pasamos más tiempo del necesario en un lugar es posible que también se produzcan cambios en el siguiente.
En términos generales nos encontramos ante un shooter en primera persona en el que podemos agacharnos, coger objetos como cajas para ponerlos en otro lado (muy útil para alcanzar o descubrir rejillas), registrar absolutamente todo (para encontrar cosas hay que acercarse mucho más que en Mass Effect) y, por supuesto, lidiar con los enemigos gracias a las numerosas coberturas. El control en este caso es un tanto peculiar, ya que en vez de salir automáticamente con un botón para apuntar el arma, tenemos que mover el stick en la dirección correspondiente para que Adam salga. Suponemos que es cuestión de acostumbrarse, al igual que a acercar la mira a tope pulsando el stick derecho y a pasar a la vista en tercera persona constantemente en las coberturas. Creemos que hay combinaciones mejores para un shooter en PS3, versión que llevaron al acto los chicos de Koch Media. En el nivel de dificultad más fácil (aconsejado por el director) es posible morir de unos pocos disparos, la munición no es precisamente abundante y la vida tarda en regenerarse una eternidad, así que podemos adelantar que este Deus Ex hará las delicias de los jugadores hardcore. Los pacifistas deben saber que es posible superar el juego sin matar a nadie (salvo a los jefes) gracias a las armas especiales.
No sólo tendremos opciones múltiples en los diálogos. Si entramos a una sala y vemos soldados podemos optar por los tiros, acercarnos con sigilo para atacar por la espalda, evitarlos o arrastrarnos por una rejilla y pasar delante de sus narices. Por lo que hemos visto la complejidad de los escenarios no es ni mucho menos un farol, de hecho es posible recorrerlos por distintos caminos, algunos bastante escondidos. Nada es obvio en Deus Ex: investigar los escenarios lleva su tiempo, los tiroteos son bastante tácticos y hasta los minijuegos de pirateo se las traen.
El componente de rol lo ponen los aumentos en la biomecánica de Adam y los puntos Praxis. Básicamente, un aumento nos cuesta dos puntos, y sólo uno cada mejora que le queramos aplicar. De este modo podemos modificar las partes biomecánicas del protagonista para especializarlo. ¿Queremos que Jack sea un hacha en el combate o mejor un perfil equilibrado? El sistema está diseñado para que no podamos conseguir todos los aumentos y mejoras en la primera partida, advertencia que hace el propio juego en una pantalla de carga.
Sin llamar tanto la atención como otros juegos mencionados en este avance, Deus Ex: Human Revolution presenta un acabado gráfico muy solvente. Por un lado los escenarios están trabajados y tienen multitud de detalles (aunque no hemos visto muchos), y por otro los personajes son bastante expresivos. El juego utiliza el color dorado para destacar los objetos con los que podemos hacer algo, como ordenadores y cajas. Es, junto con el negro, el color escogido para la estética, y no tenemos nada que objetar al respecto. El juego no es el colmo de la fluidez, pero se mueve bien para todo lo que pone el pantalla, por lo que en ese sentido no desluce frente a la competencia.
Deus Ex: Human Revolution aún no tiene fecha, pero llegará este año completamente localizado a nuestro idioma. La historia y el protagonista parecen bastante interesantes, tendrá opciones para aburrir y además supondrá un reto. Ahora os dejamos con la entrevista que nos concedió el director, Jean-François Dugas.
En términos generales nos encontramos ante un shooter en primera persona en el que podemos agacharnos, coger objetos como cajas para ponerlos en otro lado (muy útil para alcanzar o descubrir rejillas), registrar absolutamente todo (para encontrar cosas hay que acercarse mucho más que en Mass Effect) y, por supuesto, lidiar con los enemigos gracias a las numerosas coberturas. El control en este caso es un tanto peculiar, ya que en vez de salir automáticamente con un botón para apuntar el arma, tenemos que mover el stick en la dirección correspondiente para que Adam salga. Suponemos que es cuestión de acostumbrarse, al igual que a acercar la mira a tope pulsando el stick derecho y a pasar a la vista en tercera persona constantemente en las coberturas. Creemos que hay combinaciones mejores para un shooter en PS3, versión que llevaron al acto los chicos de Koch Media. En el nivel de dificultad más fácil (aconsejado por el director) es posible morir de unos pocos disparos, la munición no es precisamente abundante y la vida tarda en regenerarse una eternidad, así que podemos adelantar que este Deus Ex hará las delicias de los jugadores hardcore. Los pacifistas deben saber que es posible superar el juego sin matar a nadie (salvo a los jefes) gracias a las armas especiales.
No sólo tendremos opciones múltiples en los diálogos. Si entramos a una sala y vemos soldados podemos optar por los tiros, acercarnos con sigilo para atacar por la espalda, evitarlos o arrastrarnos por una rejilla y pasar delante de sus narices. Por lo que hemos visto la complejidad de los escenarios no es ni mucho menos un farol, de hecho es posible recorrerlos por distintos caminos, algunos bastante escondidos. Nada es obvio en Deus Ex: investigar los escenarios lleva su tiempo, los tiroteos son bastante tácticos y hasta los minijuegos de pirateo se las traen.
El componente de rol lo ponen los aumentos en la biomecánica de Adam y los puntos Praxis. Básicamente, un aumento nos cuesta dos puntos, y sólo uno cada mejora que le queramos aplicar. De este modo podemos modificar las partes biomecánicas del protagonista para especializarlo. ¿Queremos que Jack sea un hacha en el combate o mejor un perfil equilibrado? El sistema está diseñado para que no podamos conseguir todos los aumentos y mejoras en la primera partida, advertencia que hace el propio juego en una pantalla de carga.
Sin llamar tanto la atención como otros juegos mencionados en este avance, Deus Ex: Human Revolution presenta un acabado gráfico muy solvente. Por un lado los escenarios están trabajados y tienen multitud de detalles (aunque no hemos visto muchos), y por otro los personajes son bastante expresivos. El juego utiliza el color dorado para destacar los objetos con los que podemos hacer algo, como ordenadores y cajas. Es, junto con el negro, el color escogido para la estética, y no tenemos nada que objetar al respecto. El juego no es el colmo de la fluidez, pero se mueve bien para todo lo que pone el pantalla, por lo que en ese sentido no desluce frente a la competencia.
Deus Ex: Human Revolution aún no tiene fecha, pero llegará este año completamente localizado a nuestro idioma. La historia y el protagonista parecen bastante interesantes, tendrá opciones para aburrir y además supondrá un reto. Ahora os dejamos con la entrevista que nos concedió el director, Jean-François Dugas.