Todos los detalles sobre Deathloop

Para ser sincero, recuerdo que Deathloop no me llamó especialmente la atención cuando fue anunciado; de su ritmo reiterativo, cuestión que ahora a todas luces es intencional, y de los ambivalentes tiempos de su presentación inferí, erróneamente, que se trataba de una nueva reinterpretación del género battle royale, si bien estaba claro que el hecho de que el proyecto estuviera firmado por Arkane Studios parecía suscitar cierta esperanza. Por suerte, las dudas se despejaron más pronto que tarde y pude comprender las pretensiones del estudio francés con su nuevo proyecto, que sin duda destila encanto, frenetismo y potencial de ciencia ficción por los cuatro costados. Ahora encaramos la recta final hasta su lanzamiento oficial (fechado para el próximo catorce de septiembre del presente año, a priori en PlayStation 5 y PC), y aprovechamos para contarte todo lo que tienes que saber sobre Deathloop, un shooter en primera persona que viene, ni más ni menos, que de la mano de una de las desarrolladoras más originales de los últimos tiempos.

Comencemos hablando de la trama, pues gran parte de la magia del título proviene de sus planteamientos narrativos. En Deathloop encarnaremos a Colt, un asesino que habrá de cazar a ocho personalidades influyentes de la isla Blackreef con el objetivo de romper el bucle temporal en el que se encuentra inmersa la cambiante y ochentera región. ¿Cuál es el truco? Sencillo: tienes que hacerlo en un único día. Si te pasas de tiempo, te mueres y se reinicia el ciclo; si te mueres, bueno, también se reinicia, lo que de alguna manera acerca el nuevo trabajo de Arkane al maremágnum de tensión y aprendizaje que supone el subgénero roguelike, del que claramente toma alguna que otra idea. En cualquier caso, las implicaciones del sistema temporal de Deathloop no acaban ahí. El tiempo no avanza a contrarreloj, como es el caso del sensacional Outer Wilds o del legendario Majora’s Mask, sino que se desarrolla a lo largo de cuatro escenarios. Resulta que Blackreef está dividida en cuatro zonas distintas, cada una con sus propias características, que podremos visitar en cuatro momentos diferentes: por la mañana, al mediodía, por la tarde o por la noche (cada horario implica cambios en la rutina de los personajes, la aparición de determinados enemigos, eventos posibles, etc). En cada ciclo tendremos que visitar estas cuatro zonas, cada una en un horario que, cómo no, será excluyente, ya que el paso de una zona a otra marca el salto de tiempo dentro del día. Suena complicado, pero a nivel jugable es más sencillo de lo que parece.



Y es que en general el tiempo juega un papel fundamental en Deathloop: toda la tesis del título gira en torno a un fenómeno en el funcionamiento del espacio-tiempo que implica la repetición ad infinitum de un día concreto, característica que en cierto modo lo hace análogo a El día de la marmota o Al filo del mañana, por citar dos grandes representantes cinematográficos de esta curiosa y rocambolesca vorágine del tiempo en las manifestaciones culturales actuales. En este sentido, uno de los aspectos más prometedores es la pluralidad de planteamientos que permiten sus bucles temporales, pues son el entorno perfecto para la proliferación de incontables intrahistorias; sin duda, el eje argumental de Deathloop se presenta a la narrativa dinámica, es decir, a todas esas técnicas destinadas a que el jugador vaya descubriendo el marco general de la trama a partir de pequeñas subtramas que se van generando de manera única y especial y que están intrínsecamente ligadas a su avance. Es un enfoque interesantísimo que pone el foco en el jugador, en su toma de decisiones y en su capacidad de adaptarse a las circunstancias, y la verdad es que estoy deseando experimentar, someter a juicio mis pasos y buscar el camino al éxito en tiempo récord. Es, además, néctar de los dioses para los speedrunners, sin duda.

La cosa es que la misión de Colt no será precisamente fácil, ya que, por supuesto, habrá quienes no tengan ningún interés especial por revertir la situación, y otros simplemente optarán por preservar el bucle temporal, en un vano intento de sucumbir al delirio vesánico y culpable de ceder a los placeres terrenales hasta… bueno, hasta el óbito, claro. A juzgar por lo que hemos visto hasta ahora, la locura es condición sine qua non en Deathloop; todo el mundo parece afectado por la fiebre del ahora, por la perpetuación de un mundo en el que las consecuencias distan de ser definitivas. Parece ser, sin lugar a dudas, el juego más alocado de Arkane (en el buen sentido), hecho que también se refleja en un exquisito diseño artístico que parece aunar el encanto y el estilo propios del cine de James Bond con el poderoso hechizo de la estética pulp, representado en una estética animada y desenfadada que contrasta con la violencia que caracteriza al título.



Y claro, tampoco serán fáciles nuestros cometidos porque Julianna, rival y compañera de Colt en el denostado arte del asesinato con fines comerciales, lo perseguirá continuamente e intentará impedir que tenga éxito en su misión de deshacer el bucle temporal. La figura de Julianna es uno de los aspectos más interesantes de este Deathloop, ya que podrá ser controlada por otros jugadores, en un sistema que recuerda indiscutiblemente a las invasiones de la franquicia Dark Souls; grosso modo, una de las funciones en línea pasa simplemente por invadir la partida de otros jugadores y tratar de darles caza con Julianna. No sé hasta qué punto estará logrado, ya que es un planteamiento un tanto arriesgado, pero si eres de los que se estresa con los segmentos de jugador contra jugador, no te preocupes: es posible jugar sin conexión, de manera que Julianna será, simplemente, un enemigo recurrente y hábil controlado por la inteligencia artificial. No obstante, creo que gran parte de la magia reside precisamente en el desafío bilateral que busca conseguir Arkane con esa dualidad un jugador - multijugador.

Todo esto, por supuesto, estará montado sobre una jugabilidad de shooter en primera persona, en la que la perspectiva subjetiva se justifica a partir de la inmersión que propone el título. Son muchos los detalles que Deathloop rescata de Dishonored, algo que se refleja de manera diáfana en la combinación de poderes sobrenaturales, sigilo y tiroteos que propone el título. Eso sí, ahora la progresión no es lineal, sino que se reinicia con cada ciclo; en otras palabras, más de una vez nos encontraremos empezando de cero. Bueno, no exactamente, en tanto en cuanto la información y los conocimientos sobre Blackreef se quedarán en nosotros, los jugadores. De igual manera, Arkane ha declarado que algunas de las armas y de los poderes se conservarán en el paso de un ciclo a otro, en parte gracias al funcionamiento del “residuo”, una especie de sustancia que nos permitirá mantener cierto equipamiento. Es más, una de estas virguerías de la extraña magia que caracteriza a los juegos del estudio francés pasa por la posibilidad de revivir en determinadas ocasiones sin reiniciar el ciclo, de manera que podremos recuperar nuestros efectos de nuestro cadáver, característica que no es difícil rastrear hasta Dark Souls, de nuevo.




CONCLUSIONES

Deathloop parece ser una mezcla extraña, muy extraña, no os voy a engañar; no obstante, es innegable que también tiene una inenarrable magia que nace, precisamente, de su trama de bucles temporales, de las características prestadas de Dark Souls y de los roguelike (no es un roguelike per se, eso sí; simplemente toma algunas ideas del género), y de sus frenéticos y alocados tiroteos en primera persona, claros herederos espirituales de las aventuras de Corvo y Emily en las sucesivas entregas de Dishonored. Lo nuevo de Arkane lo tiene todo para ser uno de los títulos más potentes de la segunda mitad del año, y quién sabe si de todo 2021 en general. Pintaza tiene, ahora es cuestión de que todas las piezas encajen.

Redactado por Sergi Bosch (Elite)