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Primer Vistazo
Después de las plataformas, Ubisoft intenta revitalizar el rol por turnos.
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Ya estamos ante el tercer juego que hará uso del Ubi Art, esa herramienta gráfica desarrollada por la propia empresa gala para crear títulos en dos dimensiones en alta definición. Después del brillante uso que ha tenido en manos de Michael Ancel y su equipo de Montpellier con las dos últimas entregas protagonizadas por Rayman (Origins y Legends), nos encontramos que hay otras divisiones que lo están empleando. Entre ellos Ubisoft Montreal, el multitudinario estudio que lleva los designios de Assassin's Creed o Watch Dogs ha encontrado tiempo entre sus múltiples proyectos para desarrollar una nueva licencia. Al parecer, detrás de este título están los mismos programadores que nos sorprendieron con Far Cry 3, pero este nuevo acercamiento poco tiene que ver con la acción extrema en una isla paradisiaca. Estamos ante un mirada occidental a uno de los géneros más nipones: el RPG por turnos.
La historia de Child of Light es la de una pequeña princesa-hada llamada Aurora en un mundo de fantasía más propio de un libro infantil como Donde habitan los monstruos que de la obra de Tolkien, por definir el estilo de ambientación que se quiere seguir. La idea es que el leve toque infantil de su apariencia tenga un contraste en los enemigos, situaciones y los entornos que tendremos que recorrer. Y lo consigue con creces. La trama seguirá el progreso de la princesa por multitud de penurias mientras consigue sobrevivir y fortalecerse para enfrentarse a la malvada reina. En su periplo tendremos que hacernos con una poderosa espada incrustada en una piedra y con tres luces mágicas, todo ello en compañía de un fuego fauto azulado que responde al nombre Igniculus. Sí, multitud elementos sacados de otras historias recomponen el mismo cuento de siempre (de entrada, ya veremos como nos esperan muchas sopresas) para diferenciarse en su desarrollo y apariencia.
La historia de Child of Light es la de una pequeña princesa-hada llamada Aurora en un mundo de fantasía más propio de un libro infantil como Donde habitan los monstruos que de la obra de Tolkien, por definir el estilo de ambientación que se quiere seguir. La idea es que el leve toque infantil de su apariencia tenga un contraste en los enemigos, situaciones y los entornos que tendremos que recorrer. Y lo consigue con creces. La trama seguirá el progreso de la princesa por multitud de penurias mientras consigue sobrevivir y fortalecerse para enfrentarse a la malvada reina. En su periplo tendremos que hacernos con una poderosa espada incrustada en una piedra y con tres luces mágicas, todo ello en compañía de un fuego fauto azulado que responde al nombre Igniculus. Sí, multitud elementos sacados de otras historias recomponen el mismo cuento de siempre (de entrada, ya veremos como nos esperan muchas sopresas) para diferenciarse en su desarrollo y apariencia.