
PlayStation 2
Xbox
Bienvenidos a la pornografía del arma
Black se presta como uno de esos títulos con los que descargar toda la adrenalina acumulada, pero nada más allá de una diversión efímera.

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Hace ya un par de años que Criterion Studios (Burnout es su gran éxito) anunciaron este Black, otro de los muchos juegos que se unen a la caterva de FPS que desfilan por las domésticas y el PC. Su principal carta de presentación era el realismo con el que iba a contar el título a la hora de representar la crudeza del combate con armas de fuego.
Una experiencia armamentística plena
Pues parece que eso se ha conseguido. Como dicen los ingleses, Black nos ofrecerá una experiencia cercana a la pornografía del arma (gun porn), en términos de que se nos mostrarán sus efectos con toda la crudeza y veracidad posible. Echando un ojo a varios vídeos que por la red pululan nos hemos empapado de lo que Black nos ofrecerá: más de lo mismo. Acción a raudales, grandes efectos sonoros y gráficos, un amplio arsenal y enemigos que sin ser ni tontos ni listos nos permitirán descargar nuestra adrenalina.
Entre los efectos gráficos, los que mejor se aprecian en las previews, están las nubes de polvo, desprendimientos de paredes, los diferentes efectos de las armas, etc. Y es que en los escenarios por los que jugaremos podremos sembrar la destrucción a nuestro antojo, desde romper farolas, destrozar paredes (y observar como esos efectos perduran) y demás.
Parece que las únicas características destacables del título serán las que tienen que ver con puntos adicionales al realizar disparos certeros o por carambola (por ejemplo al conseguir que una granada llegue a un punto prácticamente imposible de alcanzar) y al hecho de que los niveles tienen más de un camino para llegar a su final. Algo que se queda completamente obsoleto a día de hoy.
Y poco más que contar
Y es cierto, Black no ofrece más de lo que ya todos conocemos, un FPS frenético con una historia revisitada por cientos de títulos, decenas de objetos con los que interactuar, un apartado técnico notable y una experiencia con las armas que nos encantará pero cuya profundidad parece que se verá mermada por unos planteamientos excesivamente sencillos.
Pero eso no quita para que Black sea uno de los FPS de éxito del año, pues todos sabemos que la simplicidad es uno de los puntos más fuertes que un título puede tener. Pero ésta no va reñida con la profundidad.
Una experiencia armamentística plena
Pues parece que eso se ha conseguido. Como dicen los ingleses, Black nos ofrecerá una experiencia cercana a la pornografía del arma (gun porn), en términos de que se nos mostrarán sus efectos con toda la crudeza y veracidad posible. Echando un ojo a varios vídeos que por la red pululan nos hemos empapado de lo que Black nos ofrecerá: más de lo mismo. Acción a raudales, grandes efectos sonoros y gráficos, un amplio arsenal y enemigos que sin ser ni tontos ni listos nos permitirán descargar nuestra adrenalina.
Entre los efectos gráficos, los que mejor se aprecian en las previews, están las nubes de polvo, desprendimientos de paredes, los diferentes efectos de las armas, etc. Y es que en los escenarios por los que jugaremos podremos sembrar la destrucción a nuestro antojo, desde romper farolas, destrozar paredes (y observar como esos efectos perduran) y demás.
Parece que las únicas características destacables del título serán las que tienen que ver con puntos adicionales al realizar disparos certeros o por carambola (por ejemplo al conseguir que una granada llegue a un punto prácticamente imposible de alcanzar) y al hecho de que los niveles tienen más de un camino para llegar a su final. Algo que se queda completamente obsoleto a día de hoy.
Y poco más que contar
Y es cierto, Black no ofrece más de lo que ya todos conocemos, un FPS frenético con una historia revisitada por cientos de títulos, decenas de objetos con los que interactuar, un apartado técnico notable y una experiencia con las armas que nos encantará pero cuya profundidad parece que se verá mermada por unos planteamientos excesivamente sencillos.
Pero eso no quita para que Black sea uno de los FPS de éxito del año, pues todos sabemos que la simplicidad es uno de los puntos más fuertes que un título puede tener. Pero ésta no va reñida con la profundidad.
Diversión sin excesivas complicaciones y con buena presentación técnica
Más de lo mismo para un género que empieza a estar sobresaturado
