Consulta Psico: Nemesis
- De un día para otro me dí cuenta de que me había encaprichado de ella, incluso enamorado, ya que......bueno, no le aburriré con mis divagaciones románticas, mejor lo resume y así no pierde tiempo conmigo- interrumpió Némesis su prosa rosa y azucarada.
-Oh, no se preocupe, a mí me gusta escuchar, cobro por ello.- intentó Gex animar a su paciente a que retornara su ritmo lento y emotivo.
-Que no, que si quiero enrollarme mejor escribo en un diario.- insistió Némesis.
-Oh, bueno... .- se desanimó el doctor al pensar que quizás no hubiese una segunda consulta de relleno.
-Lo resumo así: yo estaba muy enamorado de Jill, pero me molestaba que vistiese tan ligera, porque es una indecencia y una provocación a los demás hombres, a los del equipo técnico, el artistico, los zombies, y sobretodo Carlos.
-Ha citado el nombre de otro varón. ¿Considera a esa persona como un peligro de su dominio, un rival a desbancar?
-Carlos Oliviera es el clásico personaje Guaperas que gusta por igual a mujeres y a hombres. Con ese falso acento brasileño, o cubano, no sé, se acercaban las mujeres como moscas famélicas alrededor de un excremento. No lo digo metaforicamente, era verdad, a las mujeres les salían alas y los ojos se les multiplicaban por mil, para llegar a él más rápidamente y observarle mucho mejor (Jill no era una excepción), y el tiznado tenía el mismo color que las mierdas y olía igual, supongo que todos los de su país huelen así.
-Y dale, ya puede estar hiriendo un colectivo sin darse cuenta, si es que no se entera. Repita conmigo:
"Los sudamericanos no huelen mal y los asiaticos... no son menos indignos por su pequeñez"
-"Los sudamericanos no huelen mal y los asiaticos.... no son menos indignos por su pequeñez"- repitió obediente Némesis
- ¡Perfecto! Ya ha superado su misantropía y sus prejuicios y ya puede ser miembro de esta digna sociedad.- gritó feliz Gex- ahora póngase este pañuelo de cuadritos blancos y negros y pose para mi móvil.
Némesis cumple la orden, sintiendose mejor persona y más inteligente.
-Ahora que ya ha curado su misantropía (y su deseo subconsciente deseo de apoyar a las gaviotas) puede desembolsar mis honorarios.
Gex tendió la mano con descarada elegancia, siendo rechazada con un manotazo que casi la disloca.
-¡NO, yo vine aquí por las mujeres y por Jill, no por los p...chinos y los p...morenos!- gritó con impetú Némesis
-De acuerdo, como quiera.., así "trabajaré" más...- murmuró Gex- Estaba hablando del olor corporal, ¿no?
-Sí, de como Carlos apesta y Jill huele bien, como es blanca y es mujer.., huele a.., ¿cómo lo diría usted?
-Ni idea, majo, no tengo naiz. Mejor le pregunto a mi secretaria.-
Gex llamó a su secretaria, quien asomó la cabeza rápidamente.
-¿Sí, doctor?-
-¿A que huelen las mujeres?
-A cosas bonitas, a flores, a duendes sobre nubes, a sardinas naturales sin colorantes.
-Muchas gracias, ya puedes retirarte.
La cabeza desapareció.
--Entonces dice que le gusta su olor pero no que lleve poca ropa, ¿no?
-Así es.
Gex apuntó en un cuaderno lo siguiente: "Sujeto con tendencia naturalista y brote de conservadurismo...un tipo raro".
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