Tu Xbox en 2006

Lavado de cara para la Srta. Croft

Hay ciertas ocasiones en las que un videojuego traspasa las barreras de su soporte o plataforma y se proyecta más allá de estas barreras apareciendo en medios de comunicación, comics, libros, merchandising o cine, un ejemplo claro de esta aseveración es el juego -la saga sería más apropiado- que ahora tenemos entre manos, y más concretamente su protagonista, la ultra-conocida Lara Croft. Desde que hace una década su primera aventura fuera lanzada para las consolas de 32 Bits y compatibles, la fama de esta dama inglesa no ha parado de crecer como la espuma, siendo uno de los valores más seguros de Eidos su compañía nodriza. Sin embargo, como suelen acusar otras grandes sagas similares, los juegos de la Srta. Croft parecen haber tocado fondo en los últimos años, más concretamente en el último lustro, quizás debido a la explotación abusiva de la saga o al lanzamiento de algunos refritos como Tomb Raider Chronicles o Tomb Raider III, al que se acusó en su momento de ser poco más que una expansión del anterior juego. Ya sea por un motivo o por otro lo cierto es que Eidos trató de darle algo de aire fresco en su penúltima aventura (Angel of Darkness), introduciendo nuevos elementos como la por ejemplo la infiltración, cosa que no llego a cuajar del todo. El juego, lanzando en exclusiva para Playstation 2 recibió muchas críticas en torno al deficiente uso de la cámara o al hecho de la dificultad en su control. Debido a esto la nueva aventura de Lara cambiará de equipo de desarrollo siendo Crystal Dinamics el elegido.

La principal premisa de Tomb Raider Legend parece ser la vuelta a los orígenes, dejándo a un lado tanto artificio y potenciando los elementos que hicieron grande a la saga: Largas exploraciones, buenas dosis de una Lara Croft en su esplendor atlético y, cómo no, puzzles por doquier. La historia nos llevará por diversos escenarios en países tan exóticos como Perú, Japón o Malasia, visitando ruinas antiguas, densas y pobladas junglas, parajes helados y alguna que otra sorpresa. Los desarrolladores hablan sin descanso de que el la mayoría de estos elementos se han llevado al límite mejorando, por ejemplo, la física de los movimientos de la protagonista para hacer que la resolución de los numerosos obstáculos que dificultarán su exploración sea de la forma más intuitiva y variada posible. Sin menoscabo de lo anterior, parece ser que las dosis de acción mantendrán el nivel alcanzando en entregas anteriores, haciendo imprescindible un buen uso de sus pistolas, que en este caso habrá que combinar con los nuevos movimientos de la protagonista lo cual requerirá de cierta pericia.

Una de las principales novedades del juego estará en el modelado de la protagonista, no tanto porque se haya mejorado cualitativamente -el salto técnico entre las diferentes plataformas en que verá la luz así lo evidencian-, que se ha hecho, sino porque su aspecto será diferente al que nos tenía acostumbrados, mostrándose ligeramente menos voluptuosa y más esbelta, algo que sin duda defraudará a más de uno por motivos evidentes. Dejando a un lado los esperados modelados, lo más destacable serán los escenarios recorridos en cada fase, que lucirán más bellos que nunca, haciendo gala de esa exoticidad que rodea los parajes por los que se moverá por la protagonista. Se ha puesto especial empeño en mostrar una interacción con los elementos que resulte bastante creíble, que de verdad haga creer al jugador que Lara se encuentra escalando una pared junto a una cascada o vadeando un pequeño riachuelo. Igual de efectista se mostrará la iluminación, un detalle que tradicionalmente ha sido bien empleado en esta saga, y que ahora pasará a un primer plano cuando se atraviese densas junglas o se exploren lúgubres cavernas mostrando preciosos haces de luz que se cuelan entre sus recovecos.

Esperemos que el debut de Lara en la consola de Microsoft cumpla las expectativas creadas y el nuevo equipo de programación certifique una buena entrega que revitalice una saga cuyos designios se han torcido en los últimos años.