Mac
Nintendo 3DS
PC
PlayStation 3
PlayStation 4
PlayStation Vita
Wii U
Xbox One
Shovel Knight: Plague of Shadows
El inquietante Plague Knight hace de las suyas en esta primera expansión.
Por Pablo Ayllón Lolo,
0
0
0
El control de Plague Knight tiene poco o nada que ver con el de Shovel Knight, y ahí es donde está la principal virtud de esta expansión. Y es que, a pesar de que los escenarios son más o menos los mismos, recorrerlos con un personaje enfocado al ataque a distancia y a las maniobras aéreas provoca sensaciones muy diferentes. Lo más complicado de dominar es el salto, que además de ser doble se puede encadenar con un impulso capaz de mandar a Plague Knight de un lado a otro de la sala. El juego exige hacer un uso intensivo de esta técnica en zonas con pinchos, pozos sin fondo y hasta corrientes de aire, por lo que morir como consecuencia de un error de cálculo vuelve a estar a la orden del día.
El uso de las bombas es uno de los puntos fuertes de Plague of Shadows. Aunque al principio solo se pueden tirar hacia delante, existen modificadores que afectan a la duración de la mecha, el tipo de detonación y la trayectoria del lanzamiento, tres factores con los que hay que trastear en función de los enemigos que se presenten. ¿Que un bicho volador te hace la vida imposible? Pues le pones una bomba rastreadora con carga triple. ¿Se te resiste un jefe? Prueba con una flamígera o de efecto retardado.
Todo lo demás sigue prácticamente intacto: los caminos secretos, los puntos de control destructibles, el sistema tipo Dark Souls (aunque aquí pega más Bloodborne) que obliga a recuperar el dinero perdido tras morir... Bueno, ahora también hay que recoger unas monedas verdes que sirven para desbloquear nuevas mejoras y que, por supuesto, están colocadas en los lugares más inaccesibles de los escenarios. Salvo por este pequeño detalle, el nivel de dificultad no es mucho más elevado que con Shovel Knight, y hasta podría decirse que los jefes son más fáciles. Unos combates rediseñados para aprovechar al máximo las habilidades de Plague Knight habrían sido la guinda del pastel.
Plague of Shadows es la excusa perfecta para volver a pasarte un clásico moderno como Shovel Knight o añadirlo a tu colección de una vez por todas. Estamos ante una de esas expansiones que multiplican el valor del producto original, que no era poco, y lo mejor de todo es que no hay que pagar nada para disfrutarla. A ver si las dos que quedan no se hacen tanto de rogar.
Valoración
El uso de las bombas es uno de los puntos fuertes de Plague of Shadows. Aunque al principio solo se pueden tirar hacia delante, existen modificadores que afectan a la duración de la mecha, el tipo de detonación y la trayectoria del lanzamiento, tres factores con los que hay que trastear en función de los enemigos que se presenten. ¿Que un bicho volador te hace la vida imposible? Pues le pones una bomba rastreadora con carga triple. ¿Se te resiste un jefe? Prueba con una flamígera o de efecto retardado.
Todo lo demás sigue prácticamente intacto: los caminos secretos, los puntos de control destructibles, el sistema tipo Dark Souls (aunque aquí pega más Bloodborne) que obliga a recuperar el dinero perdido tras morir... Bueno, ahora también hay que recoger unas monedas verdes que sirven para desbloquear nuevas mejoras y que, por supuesto, están colocadas en los lugares más inaccesibles de los escenarios. Salvo por este pequeño detalle, el nivel de dificultad no es mucho más elevado que con Shovel Knight, y hasta podría decirse que los jefes son más fáciles. Unos combates rediseñados para aprovechar al máximo las habilidades de Plague Knight habrían sido la guinda del pastel.
Plague of Shadows es la excusa perfecta para volver a pasarte un clásico moderno como Shovel Knight o añadirlo a tu colección de una vez por todas. Estamos ante una de esas expansiones que multiplican el valor del producto original, que no era poco, y lo mejor de todo es que no hay que pagar nada para disfrutarla. A ver si las dos que quedan no se hacen tanto de rogar.
Valoración
