My LIfe: Another Life in Your Hands

También podemos ver en todo momento la relación del personaje con sus familiares y amigos. Los vínculos aparecen representados por emoticonos y la forma de entablar una buena amistad (o algo más) consiste en hablar mucho, llamar por el móvil (el saldo es limitado, hay que comprar tarjetas en la tienda) y hasta hacer regalos. Si la cosa marcha se puede hasta quedar para una cita, cosa que se señala en un calendario del menú. En My Life se puede adquirir y conseguir una buena cantidad de objetos para intercambiar: pociones con efectos diversos, flores, alimentos y, por supuesto, accesorios y tarjetas de crédito.

La vida de un adolescente no es fácil pero, por suerte, en My Life todo está perfectamente organizado en un horario que nos informa de las horas en las que hay que ir al colegio, al gimnasio para ponerse en forma y cuándo toca ir a comer. También hay tiempo libre para decidir qué hacer sin ataduras, como ir a conciertos, visitar a la vidente o darnos un paseo en moto. Por otra parte, llevarse bien con los padres es fundamental.

Si tenemos una buena relación con ellos, son más permisivos y nos dejan salir hasta más tarde, por ejemplo. Pero no todo es de color de rosa en My Life (no nos referimos a la consola), ya que también anda por ahí una rival que hará todo lo posible por fastidiar a la protagonista e incluso quitarle el novio. Suponemos que como en la vida real.

Para saber si se están haciendo las cosas bien, en el menú también hay una pantalla que nos indica el nivel de satisfacción conseguido en aspectos como salud, energía, higiene, alimentación, felicidad, estudios, vida social y belleza. Cada uno está cuantificado en una barra que, cuanto más alta esté, mejor será el estado de ánimo de la chica. Es obvio lo que hay que hacer para mejorarlos, no deja de ser un sistema idéntico al de Los Sims. En el caso de que uno alcance el mínimo, el traslado al hospital será inmediato. En este caso tendremos que pedirle al doctor el medicamento apropiado y tomárnoslo antes de salir de la consulta. Sí, en My Life una visita a la Seguridad Social es suficiente para remediar el mal de amores.

No obstante, el procedimiento de ir al hospital es bastante engorroso. Por suerte, Charlie (el asistente que incluye el juego) nos avisa cuando uno de los parámetros está bajo: siempre es mejor prevenir que curar.

Hasta ahora no hemos hablado de la mascota. Tiene tres barras similares a las de la protagonista: alimentación, higiene y felicidad. Hay que estar pendiente de ella y echarle un vistazo de vez en cuando, de lo contrario habrá que llevarla al veterinario y escoger el tratamiento adecuado para curarla.

Para matar el tiempo, My Life incluye unos cuantos minijuegos en el salón recreativo del centro comercial. Todos son sencillos de controlar y poco desafiantes para las usuarias más mayores. Tenemos un Tres en raya, un examen de matemáticas con preguntas muy básicas, el típico juego de emparejar cartas que están boca abajo, un arcade de conducción... No deja de ser un buen añadido, pero resulta bastante genérico y se echa en falta un poco de originalidad.

Como hemos podido ver, My Life tiene bastantes posibilidades de interacción con los personajes y permite cierta libertad. Una vez analizado el contenido del juego, pasemos a hablar un poco de lo que puede ofrecer en el plano técnico y jugable.