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Los 10 mandamientos de Rock Band
Cúmplelos a rajatabla y pronto estarás tocando como los ángeles.

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Si juegas en nivel experto, tarde o temprano te enfrentarás a una canción chunga en la que te resultará imposible seguir el ritmo con la mano derecha. Cuando veas caer muchas notas iguales seguidas, lo mejor que puedes hacer es coger la barra de rasgueo con el pulgar y el índice para poder moverla en ambas direcciones. Se trata de una técnica bastante complicada, sobre todo si tienes que utilizarla mientras mueves constantemente la otra mano, así que no te desanimes si al principio no te sale muy bien (como a mí, vaya). También puedes usarla en los solos más difíciles para acertar alguna que otra nota a la desesperada.


Y es aún más infernal cuando hay silencios entre medias.

Si hay un color temido en Rock Band, ese es sin duda el naranja. Puedes estirar el meñique para las notas aisladas, pero cuando empiecen a multiplicarse y a formar parte de acordes no te quedará más remedio que desplazar toda la mano un botón a la derecha: el índice en el rojo, el corazón en el amarillo y así sucesivamente. No hace falta decir que esto deja al descubierto el verde, así que tendrás que volver a él de vez en cuando según las exigencias de cada canción. No te resistas a usar esta técnica, porque es indispensable si aspiras a tocar como un profesional. Con un poco de práctica conseguirás que tu cerebro deje de asociar cada dedo a un color específico y empezarás a mover la mano sin pensarlo.


Me encanta acariciar el plástico de la guitarra.

Con "éxtasis" no nos referimos a un estado placentero de exaltación emocional ni la suspensión del ejercicio de los sentidos por la cercanía con dios, sino a la energía que dobla el multiplicador durante unos preciosísimos segundos en Rock Band. Aunque se puede activar en todos los instrumentos tras acertar las notas blancas correspondientes, la guitarra es el único que deja hacerlo en cualquier momento, de ahí que su gestión tenga un toque más estratégico. Lo mejor es usarla cuando el multiplicador esté en x4 para que se convierta en x8 y en las partes de la canción con notas más fáciles de acertar. Es decir, mejor en riffs que en solos y nunca durante los silencios. Lógicamente, conocer un poco las canciones te resultará de gran ayuda para aprovechar al máximo este recurso.


Activa el éxtasis cuando caigan notas dobles y triples.

¿Te has fijado en esas notas más pequeñas de lo normal que abundan en los punteos y los solos de guitarra? Pues a menos que tengas una mano derecha biónica, para tocarlas tendrás que usar las ligaduras, también conocidas como hammer-ons y pull-offs. Cuando veas venir una secuencia de estas características, rasguea la inmediatamente anterior (que será de tamaño estándar) y posa los dedos sobre los botones cuando las demás crucen la barra. Procura hacerlo siempre en el momento justo, porque de lo contrario perderás el hilo y tendrás que volver a rasguear una nota (incluso si es de las pequeñas) para recuperarlo. Dominar este recurso es uno de los principales retos de Rock Band y la clave para superar los niveles difícil y experto.


Ve quitándote la manía de rasguear todas las notas.