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Asistimos al XIX Salón del Manga de Barcelona
Si estás buscando tías buenas en cosplay, vuelve a la lista de foros
Por Andrés JC,
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Llegó, vio y venció. la decimonovena versión del Salón del Manga barcelonés ha reventado las expectativas en todos los sentidos. La circunstancia de situarse en un puente de tres días gracias al Día de todos los Santos ha sido sin duda demoledora. Fue tan salvaje la asistencia que los organizadores tuvieron que cortar la venta de entradas para que no explotara la Fira de Plaza España. Las colas de entrada eran de varios centenares de metros especialmente el viernes, llegando a ocupar las dos aceras de la Avenida María Cristina. ¿Mereció la pena? Bueno, hubo muchos eventos interesantes en el Salón, no tantos referidos a videojuegos como nos habría gustado, pero de eso hablaremos más adelante.
La disposición de la Fira de Barcelona para el evento fue muy similar a la habitual, intentando relegar el gentío al exterior del recinto, objetivo que no fue del todo conseguido. En las horas de mayor afluencia, moverse por el Salón era un infierno, "como siempre". La organización ha asentado este año cerca de 100 expositores, entre los cuales los relacionados con videojuegos eran el stand de Nintendo y el de Microsoft, además de las tiendas de juegos nuevos, de segunda mano y clásicos habituales. La distribución no ha sido la mejor, ya que había pabellones que sólo aprovechaban la mitad de su capacidad mientras que otros apenas tenían 2 metros de distancia entre un expositor y el de enfrente. Aparte de eso, la variedad y calidad de las tiendas y organizaciones que exponían era como siempre excelente.
Uno es aficionado a ver cosplays (unos más que otros), y cuando una gran masa de frikis se amontona en lugares estrechos, la situación se vuelve un poco violenta. Sobre todo si la mayoría de ellos llevan esos cosplays que, por decirlo de una manera suave, no favorecen la higiene (mayormente masculina). Es entonces cuando pasear por el salón se hace insufrible. Y no hablemos de comer. Sólo había uno de los "palacios" destinados a tiendas de comida. De los precios no hablamos, pero las colas para acceder a comprar la comida eran intragables, y los lugares para comer se reducían a... el suelo. Muy mejorable la organización del Salón en este sentido, que esperamos que el año que viene se solucione de alguna manera, y de paso, ayude a mejorar las condiciones higiénicas del lugar; a menos de la mitad de la jornada el nivel de basura por el suelo era ya preocupante.
La nota discordante del Salón se la lleva una batalla campal entre frikis. Sí señores, porque a veces las pasiones hacen que el ser humano se vuelva un ser primitivo. El conflicto vino a través de una discusión Pokémon versus Digimon, en la cual se fue incrementando la tensión hasta llegar a límites incontrolables. Sin más dilación, os dejamos con los testimonios de tan fatídico incidente.