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Así es Futuros Redimidos, la última gran expansión de Xenoblade Chronicles 3
La cuarta expansión es una nueva aventura y sirve de cierre a la trilogía Xenoblade Chronicles
Por Andrés JC,
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Este artículo contiene spoilers ligeros de Xenoblade Chronicles 3, en línea con el material promocional de la expansión. Encontrarás un resumen sin referencias argumentales en el último párrafo.
Si has seguido un poco de cerca Xenoblade Chronicles 3, sabes que estamos ante un juego muy especial, la tercera parte de lo que ahora podemos llamar trilogía de RPGs japoneses que empezó en Wii. El primer juego, con una historia autoconclusiva, tenía un universo que más tarde se conectaba de forma imprevista con Xenoblade Chronicles 2; y el año pasado pudimos conocer cómo la tercera entrega servía de catalizador para conformar un relato completo. Pero todavía quedaba algo por contar, faltaba la guinda del pastel. El director de la serie, Tetsuya Takahashi, se había propuesto un objetivo aún más ambicioso: crear un epílogo a toda la trilogía, que a su vez sirve de prólogo a XC3: esto es Futuros Redimidos, una nueva aventura del mismo estilo que Futuros Conectados (de XC1) y Torna: The Golden Country (de XC2).
Seamos claros: la historia de Xenoblade Chronicles 3 tenía un inicio y un final establecidos. Los protagonistas, habitantes de Aionios, participaban en una aventura implacable situada en un mundo sumido en un bucle eterno, donde dos países en guerra continua estaban gobernados por unos seres de misteriosos orígenes. El punto de inflexión ocurría cuando descubrían el artefacto que les permitía convertirse en Ouroboros. Pero ¿cómo se llegó a esta situación? El argumento hacía un buen trabajo para resolver su principal nudo, pero por el camino dejaba algunas cosas a la imaginación o interpretación. ¿Quiénes eran esas estatuas que había en la Ciudad? ¿Por qué la espada de Noah tenía ese poder? ¿Por qué Riku parece saber más que el resto de protagonistas? La expansión Futuros Redimidos se propone responder a estas y muchas más preguntas, y todo ello con una aventura que prácticamente es un juego nuevo.
Qué es Futuros Redimidos
Como ya es tradicional en Monolith Soft, Futuros Redimidos es una expansión gigantesca que nos permite jugar con nuevos protagonistas, en otro escenario y en un lapso temporal previo al juego original. En otras palabras: hay que empezar un juego de nuevo, en un menú aparte, y nada de lo conseguido en Xenoblade Chronicles 3 tiene utilidad aquí. Se trata de una historia complementaria, cuya duración oscila entre 15 y 40 horas, dependiendo de las tareas opcionales que queramos hacer.
Cómo jugar Futuros Redimidos
Tras adquirir la expansión en la eShop y asegurarnos de que Xenoblade Chronicles 3 se ha actualizado en nuestra Switch, tenemos que abrir el juego. En el menú principal nos aparecerá la opción de acceder a Futuros Redimidos, y nos llevará a un nuevo menú exclusivo de la expansión. Desde ahí podemos empezar una nueva partida o cargar la existente.
Cuándo se sitúa la historia
Futuros Redimidos comienza en un momento indeterminado previo a los acontecimientos de Xenoblade Chronicles 3, en Aionios. Sin embargo, algunos de los sucesos que hemos visto aquí ya han ocurrido: en este mundo, encerrado en un bucle, hay ciertos personajes impermeables al destino y capaces de existir de forma independiente. Eso significa que, aunque sea un relato que antecede al juego base, es imprescindible jugarlo después.
Quiénes son los protagonistas
Si fuiste un jugador espabilado cuando visitaste la Ciudad en Xenoblade Chronicles 3, habrás deducido quiénes son los personajes que lideran la expansión, aunque su identidad no era conocida hasta ahora. La aparición estelar de Shulk y Rex, protagonistas de las dos primeras entregas de la serie, se completa con Matthew, habitante de la ciudad y su acompañante A, de origen a priori desconocido; por último, se unen a la fiesta Nikol y Glimmer, de Keves y Agnus. Todos tienen un objetivo común, pese a tener orígenes muy distintos. Hay una amenaza insoportable en Aionios, que se nos revela nada más empezar el juego. Se trata de Alpha, una entidad que nos recordará a otro personaje trascendental del primer Xenoblade Chronicles.
Podríamos pensar que Shulk y Rex van a acaparar el protagonismo. Al fin y al cabo, son personajes que nos han acompañado durante decenas de horas en sus respectivos juegos. Tienen un trasfondo largo y elaborado, y su papel aquí es también relevante. Además, no solo están ellos, si no también muchos elementos de sus respectivas historias que participan ahora. En cambio, el resto de personajes aparecen de la nada y lo tienen difícil para ponerse a su altura. Tanto Shulk como Rex han madurado, ahora tienen un carácter más templado, talante de líderes; añoran cosas del pasado igual que lo añora el jugador, y parte de su crecimiento hasta este momento lo podremos conocer.
Sin embargo, los guionistas han hecho un espléndido trabajo con Matthew, que hace las veces de protagonista principal, como Noah antes. Es un personaje que desborda carisma, con su estilo de combate de artes marciales y un cierto carácter descuidado y temeroso. Tiene una confianza en sí mismo implacable, y a pesar del parecido físico con Noah (que, como podrás imaginar, no es casualidad) su personalidad es muy distinta. Su principal acompañante, una misteriosa chica llamada A, es uno de los principales enigmas de la historia. El pendiente que lleva nos debería dar pistas de su origen si habíamos prestado atención a ciertos personajes de los dos primeros juegos de la trilogía.
La clave del argumento
Sin desvelar la ingente cantidad de sorpresas y secretos que esconde Futuros Redimidos, debes tener clara una cosa: esta expansión tiene mucha más sustancia cuando has jugado previamente a las primeras dos entregas, algo que ya era cierto en el juego principal. La aparición de Shulk y Rex aquí, junto a todo lo que ellos han presenciado, es una parte esencial del argumento. Se hace un breve resumen de lo ocurrido en toda la trilogía, pero es muy recomendable conocerlo de primera mano para comprender todo lo que está ocurriendo. O al menos, intentarlo. La expansión despliega, en poco tiempo, una gran historia cargada de simbolismo, elementos muy abstractos y un entramado complejo de sucesos que requiere mucha atención conectar. El final de la expansión sirve también como final de la trilogía al completo, al situar de forma definitiva todas las piezas en su sitio.
Desentrañar la cantidad de implicaciones de la trama que permite esta expansión sería una tarea ardua y con mucha complejidad. Pero la cosa se vuelve aún más compleja cuando tenemos en cuenta que además, el lapso final de la historia incorpora una referencia bastante explícita a Xenosaga. Esta no es la primera vez que ocurre algo así, ya que KOS-MOS (protagonista de Xenosaga) aparece como personaje secundario y opcional en Xenoblade Chronicles 2. Sin embargo, la referencia en este caso es mucho más significativa. ¿Por qué hay un enlace entre Xenoblade y Xenosaga? Ambas trilogías han sido creadas por Monolith Soft, y en particular, ideadas por Tetsuya Takahashi. Aunque Xenosaga no tuvo apenas presencia en Europa (solo tuvo lanzamiento oficial la segunda entrega), desde hace años se considera emparentada por los fans con Xenoblade, y gracias a lo que ocurre en la expansión, Monolith Soft confirma su anhelo de unir ambos universos.
Una jugabilidad reformulada
A grandes rasgos, la aventura se juega de forma similar a Xenoblade Chronicles 3: exploración por grandes áreas y combate semiautomático en tiempo real con los mismos parámetros, todo ello aderezado con momentos cinematográficos argumentales. Pero ya conocemos a Monolith Soft, que no ha desaprovechado la ocasión para añadir nuevas mecánicas y eliminar otras anteriores. Este es el Xenoblade Chronicles que más énfasis pone en la exploración y persecución de objetivos secundarios. El progreso de los personajes es totalmente diferente: ahora mejoran sus habilidades con puntos de afinidad que conseguimos descubriendo zonas, derrotando un número determinado de enemigos, entregando coleccionables en un menú dedicado, reconstruyendo una ciudad y muchas cosas más. Es un sistema muy estimulante, ya que nos propone tareas pequeñas y sencillas, y la recompensa es inmediata y gratificante. En cierto modo, es una versión optimizada de lo que ofrecía Xenoblade Chronicles Definitive Edition en la reconstrucción de la ciudad.
Un combate simplificado y refinado
Si había algo en el combate del juego base es su enorme cantidad de opciones, que a menudo resultaban abrumadoras y algo confusas. Futuros Redimidos no puede evitar que se siga formando una tangana monumental en la pelea, que sigue sin ser muy legible, pero ahora tenemos mucho más control sobre lo que sucede y resulta muchísimo más intuitivo realizar combos. Para conseguir esto, elimina el concepto de clases que había anteriormente y reduce la gran cantidad de artes disponibles, pero a cambio nos ofrece la posibilidad de activar habilidades especiales de cualquier personaje en cualquier momento, de una forma que recuerda al sistema de combate de Xenoblade Chronicles 2. Nunca antes en toda la saga había sido tan fácil derribar y lanzar al enemigo, y acto seguido encadenar un super ataque como explosión, tunda o volteo. Sabes que el combate funciona mejor ahora que antes cuando eres capaz de saber a la perfección qué necesita tu equipo para mejorar, cada personaje tiene un rol fijo y te permite interiorizar tu estrategia para ir mejorándola poco a poco.
Una expansión imprescindible
Es difícil imaginar un cierre más eficaz a Xenoblade Chronicles, como trilogía, que lo que ha hecho Monolith Soft en esta expansión. Es capaz de apelar a todos los juegos previos, de alinearlos bajo un mismo techo y de ofrecer un recorrido nostálgico de regalo. La historia crece aún más en complejidad y profundidad filosófica, que es el fuerte narrativo de la franquicia. Además, es una bomba de diversión: los añadidos y cambios a la jugabilidad le dan un toque magnífico, es muy adictivo, y no llega a ser abrumador, pues la meta siempre la tenemos a la vista. En definitiva, Futuros Redimidos es capaz de ofrecer mucho en muy poco espacio, sintetizando elementos de todos los juegos y expansiones de la serie. En ciertos aspectos, casi podemos considerarlo un juego entero independiente.
En uVeJuegos hemos realizado una cobertura completa de Xenoblade Chronicles 3, con análisis, guía y reseñas del paquete de expansión 2 y paquete de expansión 3.
Valoración:
Lo mejor: Nueva y emocionante historia complementaria. Un pequeño mundo nuevo por descubrir. Acertados cambios jugables.
Lo peor: Los enemigos, en general, son los mismos.
Si has seguido un poco de cerca Xenoblade Chronicles 3, sabes que estamos ante un juego muy especial, la tercera parte de lo que ahora podemos llamar trilogía de RPGs japoneses que empezó en Wii. El primer juego, con una historia autoconclusiva, tenía un universo que más tarde se conectaba de forma imprevista con Xenoblade Chronicles 2; y el año pasado pudimos conocer cómo la tercera entrega servía de catalizador para conformar un relato completo. Pero todavía quedaba algo por contar, faltaba la guinda del pastel. El director de la serie, Tetsuya Takahashi, se había propuesto un objetivo aún más ambicioso: crear un epílogo a toda la trilogía, que a su vez sirve de prólogo a XC3: esto es Futuros Redimidos, una nueva aventura del mismo estilo que Futuros Conectados (de XC1) y Torna: The Golden Country (de XC2).
«El director de la serie, Tetsuya Takahashi, se había propuesto un objetivo aún más ambicioso: crear un epílogo a toda la trilogía, que a su vez sirve de prólogo a Xenoblade Chronicles 3»
Seamos claros: la historia de Xenoblade Chronicles 3 tenía un inicio y un final establecidos. Los protagonistas, habitantes de Aionios, participaban en una aventura implacable situada en un mundo sumido en un bucle eterno, donde dos países en guerra continua estaban gobernados por unos seres de misteriosos orígenes. El punto de inflexión ocurría cuando descubrían el artefacto que les permitía convertirse en Ouroboros. Pero ¿cómo se llegó a esta situación? El argumento hacía un buen trabajo para resolver su principal nudo, pero por el camino dejaba algunas cosas a la imaginación o interpretación. ¿Quiénes eran esas estatuas que había en la Ciudad? ¿Por qué la espada de Noah tenía ese poder? ¿Por qué Riku parece saber más que el resto de protagonistas? La expansión Futuros Redimidos se propone responder a estas y muchas más preguntas, y todo ello con una aventura que prácticamente es un juego nuevo.
Qué es Futuros Redimidos
Como ya es tradicional en Monolith Soft, Futuros Redimidos es una expansión gigantesca que nos permite jugar con nuevos protagonistas, en otro escenario y en un lapso temporal previo al juego original. En otras palabras: hay que empezar un juego de nuevo, en un menú aparte, y nada de lo conseguido en Xenoblade Chronicles 3 tiene utilidad aquí. Se trata de una historia complementaria, cuya duración oscila entre 15 y 40 horas, dependiendo de las tareas opcionales que queramos hacer.
Cómo jugar Futuros Redimidos
Tras adquirir la expansión en la eShop y asegurarnos de que Xenoblade Chronicles 3 se ha actualizado en nuestra Switch, tenemos que abrir el juego. En el menú principal nos aparecerá la opción de acceder a Futuros Redimidos, y nos llevará a un nuevo menú exclusivo de la expansión. Desde ahí podemos empezar una nueva partida o cargar la existente.
Cuándo se sitúa la historia
Futuros Redimidos comienza en un momento indeterminado previo a los acontecimientos de Xenoblade Chronicles 3, en Aionios. Sin embargo, algunos de los sucesos que hemos visto aquí ya han ocurrido: en este mundo, encerrado en un bucle, hay ciertos personajes impermeables al destino y capaces de existir de forma independiente. Eso significa que, aunque sea un relato que antecede al juego base, es imprescindible jugarlo después.
Quiénes son los protagonistas
Si fuiste un jugador espabilado cuando visitaste la Ciudad en Xenoblade Chronicles 3, habrás deducido quiénes son los personajes que lideran la expansión, aunque su identidad no era conocida hasta ahora. La aparición estelar de Shulk y Rex, protagonistas de las dos primeras entregas de la serie, se completa con Matthew, habitante de la ciudad y su acompañante A, de origen a priori desconocido; por último, se unen a la fiesta Nikol y Glimmer, de Keves y Agnus. Todos tienen un objetivo común, pese a tener orígenes muy distintos. Hay una amenaza insoportable en Aionios, que se nos revela nada más empezar el juego. Se trata de Alpha, una entidad que nos recordará a otro personaje trascendental del primer Xenoblade Chronicles.
Podríamos pensar que Shulk y Rex van a acaparar el protagonismo. Al fin y al cabo, son personajes que nos han acompañado durante decenas de horas en sus respectivos juegos. Tienen un trasfondo largo y elaborado, y su papel aquí es también relevante. Además, no solo están ellos, si no también muchos elementos de sus respectivas historias que participan ahora. En cambio, el resto de personajes aparecen de la nada y lo tienen difícil para ponerse a su altura. Tanto Shulk como Rex han madurado, ahora tienen un carácter más templado, talante de líderes; añoran cosas del pasado igual que lo añora el jugador, y parte de su crecimiento hasta este momento lo podremos conocer.
«Los guionistas han hecho un espléndido trabajo con Matthew, que hace las veces de protagonista principal»
Sin embargo, los guionistas han hecho un espléndido trabajo con Matthew, que hace las veces de protagonista principal, como Noah antes. Es un personaje que desborda carisma, con su estilo de combate de artes marciales y un cierto carácter descuidado y temeroso. Tiene una confianza en sí mismo implacable, y a pesar del parecido físico con Noah (que, como podrás imaginar, no es casualidad) su personalidad es muy distinta. Su principal acompañante, una misteriosa chica llamada A, es uno de los principales enigmas de la historia. El pendiente que lleva nos debería dar pistas de su origen si habíamos prestado atención a ciertos personajes de los dos primeros juegos de la trilogía.
La clave del argumento
Sin desvelar la ingente cantidad de sorpresas y secretos que esconde Futuros Redimidos, debes tener clara una cosa: esta expansión tiene mucha más sustancia cuando has jugado previamente a las primeras dos entregas, algo que ya era cierto en el juego principal. La aparición de Shulk y Rex aquí, junto a todo lo que ellos han presenciado, es una parte esencial del argumento. Se hace un breve resumen de lo ocurrido en toda la trilogía, pero es muy recomendable conocerlo de primera mano para comprender todo lo que está ocurriendo. O al menos, intentarlo. La expansión despliega, en poco tiempo, una gran historia cargada de simbolismo, elementos muy abstractos y un entramado complejo de sucesos que requiere mucha atención conectar. El final de la expansión sirve también como final de la trilogía al completo, al situar de forma definitiva todas las piezas en su sitio.
Desentrañar la cantidad de implicaciones de la trama que permite esta expansión sería una tarea ardua y con mucha complejidad. Pero la cosa se vuelve aún más compleja cuando tenemos en cuenta que además, el lapso final de la historia incorpora una referencia bastante explícita a Xenosaga. Esta no es la primera vez que ocurre algo así, ya que KOS-MOS (protagonista de Xenosaga) aparece como personaje secundario y opcional en Xenoblade Chronicles 2. Sin embargo, la referencia en este caso es mucho más significativa. ¿Por qué hay un enlace entre Xenoblade y Xenosaga? Ambas trilogías han sido creadas por Monolith Soft, y en particular, ideadas por Tetsuya Takahashi. Aunque Xenosaga no tuvo apenas presencia en Europa (solo tuvo lanzamiento oficial la segunda entrega), desde hace años se considera emparentada por los fans con Xenoblade, y gracias a lo que ocurre en la expansión, Monolith Soft confirma su anhelo de unir ambos universos.
Una jugabilidad reformulada
A grandes rasgos, la aventura se juega de forma similar a Xenoblade Chronicles 3: exploración por grandes áreas y combate semiautomático en tiempo real con los mismos parámetros, todo ello aderezado con momentos cinematográficos argumentales. Pero ya conocemos a Monolith Soft, que no ha desaprovechado la ocasión para añadir nuevas mecánicas y eliminar otras anteriores. Este es el Xenoblade Chronicles que más énfasis pone en la exploración y persecución de objetivos secundarios. El progreso de los personajes es totalmente diferente: ahora mejoran sus habilidades con puntos de afinidad que conseguimos descubriendo zonas, derrotando un número determinado de enemigos, entregando coleccionables en un menú dedicado, reconstruyendo una ciudad y muchas cosas más. Es un sistema muy estimulante, ya que nos propone tareas pequeñas y sencillas, y la recompensa es inmediata y gratificante. En cierto modo, es una versión optimizada de lo que ofrecía Xenoblade Chronicles Definitive Edition en la reconstrucción de la ciudad.
Un combate simplificado y refinado
Si había algo en el combate del juego base es su enorme cantidad de opciones, que a menudo resultaban abrumadoras y algo confusas. Futuros Redimidos no puede evitar que se siga formando una tangana monumental en la pelea, que sigue sin ser muy legible, pero ahora tenemos mucho más control sobre lo que sucede y resulta muchísimo más intuitivo realizar combos. Para conseguir esto, elimina el concepto de clases que había anteriormente y reduce la gran cantidad de artes disponibles, pero a cambio nos ofrece la posibilidad de activar habilidades especiales de cualquier personaje en cualquier momento, de una forma que recuerda al sistema de combate de Xenoblade Chronicles 2. Nunca antes en toda la saga había sido tan fácil derribar y lanzar al enemigo, y acto seguido encadenar un super ataque como explosión, tunda o volteo. Sabes que el combate funciona mejor ahora que antes cuando eres capaz de saber a la perfección qué necesita tu equipo para mejorar, cada personaje tiene un rol fijo y te permite interiorizar tu estrategia para ir mejorándola poco a poco.
Una expansión imprescindible
Es difícil imaginar un cierre más eficaz a Xenoblade Chronicles, como trilogía, que lo que ha hecho Monolith Soft en esta expansión. Es capaz de apelar a todos los juegos previos, de alinearlos bajo un mismo techo y de ofrecer un recorrido nostálgico de regalo. La historia crece aún más en complejidad y profundidad filosófica, que es el fuerte narrativo de la franquicia. Además, es una bomba de diversión: los añadidos y cambios a la jugabilidad le dan un toque magnífico, es muy adictivo, y no llega a ser abrumador, pues la meta siempre la tenemos a la vista. En definitiva, Futuros Redimidos es capaz de ofrecer mucho en muy poco espacio, sintetizando elementos de todos los juegos y expansiones de la serie. En ciertos aspectos, casi podemos considerarlo un juego entero independiente.
En uVeJuegos hemos realizado una cobertura completa de Xenoblade Chronicles 3, con análisis, guía y reseñas del paquete de expansión 2 y paquete de expansión 3.
Valoración:
Lo mejor: Nueva y emocionante historia complementaria. Un pequeño mundo nuevo por descubrir. Acertados cambios jugables.
Lo peor: Los enemigos, en general, son los mismos.
Jugado en Switch. Copia digital proporcionada por Nintendo