
Nintendo Switch
Animal Crossing: New Horizons: Happy Home Paradise - Nuevos horizontes para un juego inagotable
Hemos jugado a la expansión de pago de Animal Crossing: New Horizons, el incombustible y relajado life sim de Nintendo Switch, y te contamos nuestras sensaciones.

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Desde sus inicios, Animal Crossing siempre ha sido una serie que ha destacado por ofrecer una experiencia de juego relajada, en la que no hay un objetivo ni un final. Consiste simplemente en disfrutar haciendo lo que uno quiera dentro de todas las posibles tareas de las que el juego dispone. Y de todas ellas, siempre ha habido una que ha destacado sobre todas las demás, que es la personalización; al fin y al cabo, es lo que hace que cada copia del juego sea algo único y personal. Animal Crossing: New Horizons ha llevado el aspecto creativo y la personalización más lejos que ninguna otra entrega, de ahí que desde el lanzamiento del título hayamos visto las impresionantes creaciones de muchos jugadores, de esas que incluso nos hayan hecho exclamar aquello de "creo que estamos jugando juegos distintos".
Animal Crossing: New Horizons: Happy Home Paradise tiene que ver con todo esto. No es del todo una idea nueva, pues ya la vimos con Animal Crossing: Happy Home Designer para Nintendo 3DS, que entonces se lanzó como juego independiente, centrado principalmente en la personalización y la decoración. En el caso que ahora nos ocupa, el planteamiento cobra un mayor sentido como DLC, ya que, como vamos a ir viendo, se integra dentro de la experiencia principal de Animal Crossing: New Horizons, y nos permite seguir explorando nuestra vena creativa en nuevas islas y casas.


Esta expansión habilitará una nueva opción en el aeropuerto que consiste en "ir al trabajo". Aunque se llame así, lo cierto es que podemos ir cuando queramos y dedicarle el tiempo que estimemos oportuno. Tranquilos, esto es Animal Crossing, trabajar es opcional, aunque ya os digo que vas a querer darle, como mínimo, una oportunidad. El trabajo en cuestión nos llevará al Archipiélago Paraíso, un lugar que transmite paz y tranquilidad, con playas acogedoras y espíritu vacacional. De hecho, por allí veremos algunos personajes que van buscando una casa de vacaciones, y nuestro trabajo será diseñarles el hogar de sus sueños. El meollo empieza hablando con el personaje para que nos cuente qué es lo que quiere. Básicamente nos dirá la temática que debe tener su casa, que puede ser un salón de videojuegos, una casa con piscina, o un rincón de lectura, entre muchas otras cosas. A partir de aquí tendremos que elegir una ubicación en alguna de las islas del archipiélago, las cuales ofrecen diferentes ambientes e incluso estaciones del año diferentes, y ponernos manos a la obra.
Una vez en la casa elegida, podemos empezar a decorar tanto el interior como la parcela exterior. El juego nos impondrá unos pocos objetos que deben estar obligatoriamente en la casa y que van acordes a la temática elegida por el cliente, y a partir de ahí ya podemos continuar como queramos. Aquí no tendremos que preocuparnos por construir o comprar los muebles u objetos que vayamos a poner, los podemos elegir libremente del catálogo, y utilizar cualquiera de sus variaciones de color. El catálogo nos ofrece una lista de objetos sugeridos, que son los que van acorde a la temática de la casa que estamos decorando, pero no tenemos que usarlos todos (seguramente tampoco podríamos, no habría espacio suficiente), ni tampoco tenemos que limitarnos a esos. Tenemos libertad creativa para diseñar la casa como queramos, no hay una manera correcta o incorrecta de hacerlo, ni nos dan puntos por hacerlo mejor o peor. El cliente siempre estará satisfecho con lo que hayamos hecho. No hay más objetivo que la creatividad por la creatividad, y esto no lo decimos como algo negativo. Es la filosofía Animal Crossing, la de pasar un rato tranquilo y sin presiones por cumplir objetivos.


Sin embargo, sería un error pensar que Happy Home Paradise carece de profundidad. Sorprendentemente, su sencilla premisa ofrece también un sentido del progreso, capaz de mantener el interés del jugador en seguir avanzando. Con cada casa que terminemos sentiremos que la historia progresa, pese a no haber un hilo argumental como tal. Desbloquearemos nuevas posibilidades, como adaptar el tamaño de las casas para que se ajuste a nuestra visión, añadir elementos arquitectónicos tales como paredes o columnas, hacer casas de dos plantas o tener que diseñar espacios para dos personajes que comparten vivienda, o personalizar el sonido ambiente o añadir iluminación de colores. Entre medias, nos propondrán también habilitar locales vacíos ubicados en la isla central, y convertirlos en un colegio, restaurante o un consultorio médico, con los que construir nuestro propio resort a medida. Además, muchas de las posibilidades que desbloqueemos aquí nos las podremos llevar a la isla principal, ya sea a nuestra propia casa o incluso a la de nuestros vecinos, que serán también personalizables. También podremos comprar objetos únicos con el salario que ganaremos decorando casas, y que podremos utilizar en la isla principal.
Completar la "historia" puede llevar fácilmente unas veinte horas, dependiendo también del tiempo que cada uno quiera dedicarle a cada casa, lo que no está nada mal considerando que esto es un DLC. Pero como ocurre siempre en Animal Crossing, realmente no existe un verdadero final. Incluso aunque ya hayamos desbloqueado todas las nuevas posibilidades, aún podremos volver a las casas anteriormente decoradas para reformarlas con las opciones que en su momento no teníamos, hacer fotos nuevas para compartirlas, o simplemente por hacer una visita. Otro aspecto interesante a tener en cuenta es que Happy Home Paradise resuelve parcialmente la que ha sido una de las críticas más habituales de Animal Crossing: New Horizons: que haya una sola isla para todos los perfiles de usuario de la consola, de manera que solo uno de ellos es el que tiene acceso a todas las posibilidades del juego. En esta expansión esto no ocurre, puesto que cada jugador puede tener su propio Archipiélago Paraíso con todas sus posibilidades de manera independiente al resto de jugadores con los que comparta consola.


CONCLUSIONES
Happy Home Paradise toma la experiencia de Animal Crossing: New Horizons y la extiende más allá de los límites de la isla principal. Ofrece mucho más espacio para seguir dando rienda suelta a nuestra creatividad, y la posibilidad de desbloquear nuevas características que podemos trasladar a la isla principal. Y aunque este DLC se centra en el aspecto de la personalización, en general se siente como una parte integral de todo el juego y no tanto como un espacio independiente al que simplemente vamos a colocar objetos. Aquí también formaremos una comunidad y unas relaciones con los personajes a los que les hemos diseñado su casa, y podremos seguir disfrutando de una experiencia relajada, sin presiones y sin que exista una manera correcta o incorrecta de jugar; al mismo tiempo, el título ofrece una progresión que logra mantener el interés por seguir jugando. Si eres de esos que le han dedicado ya muchas horas al juego y han disfrutado con todas las opciones de personalización que ofrece y te has quedado con ganas de más, Happy Home Paradise es una expansión imprescindible.
Animal Crossing: New Horizons: Happy Home Paradise tiene que ver con todo esto. No es del todo una idea nueva, pues ya la vimos con Animal Crossing: Happy Home Designer para Nintendo 3DS, que entonces se lanzó como juego independiente, centrado principalmente en la personalización y la decoración. En el caso que ahora nos ocupa, el planteamiento cobra un mayor sentido como DLC, ya que, como vamos a ir viendo, se integra dentro de la experiencia principal de Animal Crossing: New Horizons, y nos permite seguir explorando nuestra vena creativa en nuevas islas y casas.


Esta expansión habilitará una nueva opción en el aeropuerto que consiste en "ir al trabajo". Aunque se llame así, lo cierto es que podemos ir cuando queramos y dedicarle el tiempo que estimemos oportuno. Tranquilos, esto es Animal Crossing, trabajar es opcional, aunque ya os digo que vas a querer darle, como mínimo, una oportunidad. El trabajo en cuestión nos llevará al Archipiélago Paraíso, un lugar que transmite paz y tranquilidad, con playas acogedoras y espíritu vacacional. De hecho, por allí veremos algunos personajes que van buscando una casa de vacaciones, y nuestro trabajo será diseñarles el hogar de sus sueños. El meollo empieza hablando con el personaje para que nos cuente qué es lo que quiere. Básicamente nos dirá la temática que debe tener su casa, que puede ser un salón de videojuegos, una casa con piscina, o un rincón de lectura, entre muchas otras cosas. A partir de aquí tendremos que elegir una ubicación en alguna de las islas del archipiélago, las cuales ofrecen diferentes ambientes e incluso estaciones del año diferentes, y ponernos manos a la obra.
Tenemos libertad creativa para diseñar la casa como queramos, no hay una manera correcta o incorrecta de hacerlo, ni nos dan puntos por hacerlo mejor o peor.
Una vez en la casa elegida, podemos empezar a decorar tanto el interior como la parcela exterior. El juego nos impondrá unos pocos objetos que deben estar obligatoriamente en la casa y que van acordes a la temática elegida por el cliente, y a partir de ahí ya podemos continuar como queramos. Aquí no tendremos que preocuparnos por construir o comprar los muebles u objetos que vayamos a poner, los podemos elegir libremente del catálogo, y utilizar cualquiera de sus variaciones de color. El catálogo nos ofrece una lista de objetos sugeridos, que son los que van acorde a la temática de la casa que estamos decorando, pero no tenemos que usarlos todos (seguramente tampoco podríamos, no habría espacio suficiente), ni tampoco tenemos que limitarnos a esos. Tenemos libertad creativa para diseñar la casa como queramos, no hay una manera correcta o incorrecta de hacerlo, ni nos dan puntos por hacerlo mejor o peor. El cliente siempre estará satisfecho con lo que hayamos hecho. No hay más objetivo que la creatividad por la creatividad, y esto no lo decimos como algo negativo. Es la filosofía Animal Crossing, la de pasar un rato tranquilo y sin presiones por cumplir objetivos.


Sin embargo, sería un error pensar que Happy Home Paradise carece de profundidad. Sorprendentemente, su sencilla premisa ofrece también un sentido del progreso, capaz de mantener el interés del jugador en seguir avanzando. Con cada casa que terminemos sentiremos que la historia progresa, pese a no haber un hilo argumental como tal. Desbloquearemos nuevas posibilidades, como adaptar el tamaño de las casas para que se ajuste a nuestra visión, añadir elementos arquitectónicos tales como paredes o columnas, hacer casas de dos plantas o tener que diseñar espacios para dos personajes que comparten vivienda, o personalizar el sonido ambiente o añadir iluminación de colores. Entre medias, nos propondrán también habilitar locales vacíos ubicados en la isla central, y convertirlos en un colegio, restaurante o un consultorio médico, con los que construir nuestro propio resort a medida. Además, muchas de las posibilidades que desbloqueemos aquí nos las podremos llevar a la isla principal, ya sea a nuestra propia casa o incluso a la de nuestros vecinos, que serán también personalizables. También podremos comprar objetos únicos con el salario que ganaremos decorando casas, y que podremos utilizar en la isla principal.
Sería un error pensar que Happy Home Paradise carece de profundidad. Su sencilla premisa ofrece también un sentido del progreso, capaz de mantener el interés del jugador en seguir avanzando.
Completar la "historia" puede llevar fácilmente unas veinte horas, dependiendo también del tiempo que cada uno quiera dedicarle a cada casa, lo que no está nada mal considerando que esto es un DLC. Pero como ocurre siempre en Animal Crossing, realmente no existe un verdadero final. Incluso aunque ya hayamos desbloqueado todas las nuevas posibilidades, aún podremos volver a las casas anteriormente decoradas para reformarlas con las opciones que en su momento no teníamos, hacer fotos nuevas para compartirlas, o simplemente por hacer una visita. Otro aspecto interesante a tener en cuenta es que Happy Home Paradise resuelve parcialmente la que ha sido una de las críticas más habituales de Animal Crossing: New Horizons: que haya una sola isla para todos los perfiles de usuario de la consola, de manera que solo uno de ellos es el que tiene acceso a todas las posibilidades del juego. En esta expansión esto no ocurre, puesto que cada jugador puede tener su propio Archipiélago Paraíso con todas sus posibilidades de manera independiente al resto de jugadores con los que comparta consola.


CONCLUSIONES
Happy Home Paradise toma la experiencia de Animal Crossing: New Horizons y la extiende más allá de los límites de la isla principal. Ofrece mucho más espacio para seguir dando rienda suelta a nuestra creatividad, y la posibilidad de desbloquear nuevas características que podemos trasladar a la isla principal. Y aunque este DLC se centra en el aspecto de la personalización, en general se siente como una parte integral de todo el juego y no tanto como un espacio independiente al que simplemente vamos a colocar objetos. Aquí también formaremos una comunidad y unas relaciones con los personajes a los que les hemos diseñado su casa, y podremos seguir disfrutando de una experiencia relajada, sin presiones y sin que exista una manera correcta o incorrecta de jugar; al mismo tiempo, el título ofrece una progresión que logra mantener el interés por seguir jugando. Si eres de esos que le han dedicado ya muchas horas al juego y han disfrutado con todas las opciones de personalización que ofrece y te has quedado con ganas de más, Happy Home Paradise es una expansión imprescindible.
Copia digital proporcionada por Nintendo.