
PC
Única misión: Aniquilación
El frenético Dawn of War vuelve antes de su próxima y esperada secuela. Con dos nuevas razas, una renovada campaña y las inéditas unidades aéreas. Una expansión algo exigua pero igualmente notable.

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De igual manera entre las tropas de ambas facciones destaca bastante sus particulares unidades definitivas: la Santa Viviente para las Hermanas de Batalla y el Vehículo de Destrucción para los Eldars Oscuros. La aparición de cualquiera de ellas en el campo de batalla casi garantiza la victoria si bien ambos bandos también cuentan con ciertos vehículos muy versátiles: poderosos tanques y una especie de "Dreadnought" en el caso de las Hermanas de Batalla; y diversos tipos de rápidos incursores, antitanques o cazas que asolan rápidamente el escenario en el caso de los Eldars Oscuros. De igual manera también ha habido pequeños cambios en algunas unidades de las otras razas, así como ciertos nuevos poderes que, en general, no afectan demasiado al desarrollo de las batallas, al igual que las inéditas unidades aéreas.
La lucha en nuevos frentes
Ciertamente se esperaba que las nuevas unidades aéreas de esta expansión tuviesen una mayor importancia en los combates pero finalmente su efecto no es tal. Cierto es que pueden ayudar bastante contra la infantería ligera y, principalmente, a explorar el mapa a gran velocidad pero únicamente actúan como una unidad con propulsores, con la única particularidad de no tener que repostar. Gracias a su capacidad aérea pueden salvar ir por rutas insospechadas pero son imposibles de saltar por las montañas de ciertos escenarios.
Todas las razas, a excepción de los necrones (que cuentan con una nueva transformación para el Líder Necrón; la Esencia del Embaucador) cuentan con una nueva unidad aérea: tanto la barracuda del Imperio Tau como el Ala de la Noche eldar, el Talos de los Eldars Oscuros y el Caza Lightning de las Hermanas de la Batalla son rápidos y con buen armamento, pero bastante débiles; en cambio el Garras Infernales del Caos, el Tormenta Land Speeder de los Marines Espaciales, el Cazabombarderoz Orko y el Bombardero Marauder de la Guardia Imperial son algo más resistentes pero con un armamento más especifico.
Entre los demás aspectos presentes en Soulstorm cabe destacar la inclusión de 29 nuevos mapas tanto para el modo Escaramuza como para el Multijugador, que dan lugar a un total de 114 mapas diferentes junto con las correspondientes medallas y logros dentro del multijugador. Estos modos, al igual que el original, nos invitan a frenéticas batallas de hasta ocho jugadores o facciones controladas por el ordenador (con una IA muy bien equilibrada), que aumentan considerablemente la vida del juego, dado que se puede jugar con cualquier usuario de las anteriores entregas de la saga. Asimismo también está presente la opción de personalizar nuestro propio ejército y de ir cambiando el aspecto de nuestro Comandante a lo largo de la campaña, apartados que no se han tocado en absoluto respecto al juego original.
Aspectos técnicos
Técnicamente se nota bastante que el motor gráfico de Dawn of War ya cuenta con cuatro años a sus espaldas puesto que, aunque sigue siendo muy efectivo y muestra unas detalladas y variadas unidades, resulta a estas alturas algo limitado y sólo se ha añadido un pequeño énfasis en la representación del fuego mostrando algunos de los defectos ya presentes con anterioridad, como la escasa distancia de visionado (que hace que en la perspectiva más cercana los escenarios aparezcan de la nada en la lejanía).
Sin embargo el juego puede mostrar ciertas bajadas en su número de imágenes por segundo al acumular demasiadas unidades, si bien la optimización del mismo es realmente buena y puede funcionar perfectamente en un equipo de gama media-alta de hace cuatro años.
Por su parte el apartado sonoro ofrece la gran mayoría de melodías extraídas de las anteriores entregas junto con algunas nuevas que se siguen adaptando a la perfección a la ambientación del juego, más todavía a las -cortas pero presentes- pantallas de carga antes de las diferentes batallas. El nivel de doblaje, de nuevo en inglés, es bastante bueno, con voces muy bien entonadas, por lo que no hay nada que objetar.
Conclusión
Warhammer 40:000: Dawn of War - Soulstorm es una gran expansión pero podría haber sido bastante mejor. El problema no sólo está en la inexistencia de mejoras técnicas sino en que los cambios y novedades, más comparados con los de Dark Crusade, no han sido tan notorios como en dicha expansión. Para los que disfrutan de la saga o nunca la han jugado es una excelente opción pero, en general, es un poco inferior a su predecesor, si bien ambos son notables exponentes del género de la estrategia en tiempo real.
La lucha en nuevos frentes
Ciertamente se esperaba que las nuevas unidades aéreas de esta expansión tuviesen una mayor importancia en los combates pero finalmente su efecto no es tal. Cierto es que pueden ayudar bastante contra la infantería ligera y, principalmente, a explorar el mapa a gran velocidad pero únicamente actúan como una unidad con propulsores, con la única particularidad de no tener que repostar. Gracias a su capacidad aérea pueden salvar ir por rutas insospechadas pero son imposibles de saltar por las montañas de ciertos escenarios.
Todas las razas, a excepción de los necrones (que cuentan con una nueva transformación para el Líder Necrón; la Esencia del Embaucador) cuentan con una nueva unidad aérea: tanto la barracuda del Imperio Tau como el Ala de la Noche eldar, el Talos de los Eldars Oscuros y el Caza Lightning de las Hermanas de la Batalla son rápidos y con buen armamento, pero bastante débiles; en cambio el Garras Infernales del Caos, el Tormenta Land Speeder de los Marines Espaciales, el Cazabombarderoz Orko y el Bombardero Marauder de la Guardia Imperial son algo más resistentes pero con un armamento más especifico.
Entre los demás aspectos presentes en Soulstorm cabe destacar la inclusión de 29 nuevos mapas tanto para el modo Escaramuza como para el Multijugador, que dan lugar a un total de 114 mapas diferentes junto con las correspondientes medallas y logros dentro del multijugador. Estos modos, al igual que el original, nos invitan a frenéticas batallas de hasta ocho jugadores o facciones controladas por el ordenador (con una IA muy bien equilibrada), que aumentan considerablemente la vida del juego, dado que se puede jugar con cualquier usuario de las anteriores entregas de la saga. Asimismo también está presente la opción de personalizar nuestro propio ejército y de ir cambiando el aspecto de nuestro Comandante a lo largo de la campaña, apartados que no se han tocado en absoluto respecto al juego original.
Aspectos técnicos
Técnicamente se nota bastante que el motor gráfico de Dawn of War ya cuenta con cuatro años a sus espaldas puesto que, aunque sigue siendo muy efectivo y muestra unas detalladas y variadas unidades, resulta a estas alturas algo limitado y sólo se ha añadido un pequeño énfasis en la representación del fuego mostrando algunos de los defectos ya presentes con anterioridad, como la escasa distancia de visionado (que hace que en la perspectiva más cercana los escenarios aparezcan de la nada en la lejanía).
Sin embargo el juego puede mostrar ciertas bajadas en su número de imágenes por segundo al acumular demasiadas unidades, si bien la optimización del mismo es realmente buena y puede funcionar perfectamente en un equipo de gama media-alta de hace cuatro años.
Por su parte el apartado sonoro ofrece la gran mayoría de melodías extraídas de las anteriores entregas junto con algunas nuevas que se siguen adaptando a la perfección a la ambientación del juego, más todavía a las -cortas pero presentes- pantallas de carga antes de las diferentes batallas. El nivel de doblaje, de nuevo en inglés, es bastante bueno, con voces muy bien entonadas, por lo que no hay nada que objetar.
Conclusión
Warhammer 40:000: Dawn of War - Soulstorm es una gran expansión pero podría haber sido bastante mejor. El problema no sólo está en la inexistencia de mejoras técnicas sino en que los cambios y novedades, más comparados con los de Dark Crusade, no han sido tan notorios como en dicha expansión. Para los que disfrutan de la saga o nunca la han jugado es una excelente opción pero, en general, es un poco inferior a su predecesor, si bien ambos son notables exponentes del género de la estrategia en tiempo real.
Gráficos
El motor gráfico data del 2004 pero sigue sorprendiendo, más con las inéditas unidades aéreas y el mayor nivel de detalle en los escenarios.
71
Sonido
Las melodías están extraidas de los anteriores capítulos junto con algunas nuevas. Los efectos sonoros siguen siendo espectaculares.
74
Jugabilidad
Las nuevas razas no aportan demasiadas novedades aparte de sus útiles poderes. No por ello el juego deja de ser uno de los más frenéticos del género.
73
Diversión
La campaña es muy larga aunque con pequeños cambios adversos; el multijugador por su parte cuenta ahora con más de un centenar de variados mapas.
78
Alternativas
Aparte de Dark Crusade, superior en algunos aspectos, Command & Conquer 3, Supreme Commander y El Imperio en Guerra son algo superiores. En los próximos meses saldrán Starcraft II y Red Alert 3.
Los 29 nuevos mapas; los poderes de las dos nuevas razas; el frenétismo de todas las batallas.
Novedades algo escasas; ciertos cambios de la campaña; técnicamente no tiene casi novedades.
Una expansión algo inferior a su predecesora pero que encantará a los seguidores de la saga. Dado que no necesita el original es muy recomendable.