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Análisis de WRC Generations, la última etapa del rally de Kylotonn
Se cierra un capítulo en la historia de los simuladores de conducción sobre tierra

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Mi primer juego en posesión fue V-Rally, en los 90: una época en la que los juegos de coches eran un fenómeno de masas. Pilotar un coche con el grado de realismo que solo permitían los videojuegos era una experiencia extraordinaria, y todos teníamos cierta curiosidad o interés por probarlo. No fue una coincidencia que el título más vendido de la primera PlayStation fuese Gran Turismo. Las cosas han cambiado mucho, y hoy en día es más complicado que un juego de conducción, en concreto, de rally, se introduzca en la conversación del gran público. El rally ha derivado hacia un subgénero de nicho, de mucho realismo y alta exigencia, un desafío que tiene una comunidad pequeña, pero muy fiel. Ahí entra Kylotonn (también conocidos como KT Racing) y su serie de carreras patrocinada por el campeonato oficial de rally, WRC. Tras varias entregas anuales, un ciclo se va a cerrar: WRC Generations es el último juego desarrollado por la compañía francesa, que ha perdido la licencia de WRC en favor de Codemasters (EA).
El rally del croissant
En muchos aspectos, WRC Generations es la culminación con sello francés de 7 años de trabajo, 7 iteraciones sobre un simulador de rally que ha competido de tú a tú con los mejores y ha escalado posiciones en realismo y fidelidad. Al frente podríamos listar varios juegos que han entrado al desafío, pero quizá el más sonado y efectivo ha sido Dirt, de la antes mencionada Codemasters. Los británicos han elaborado durante varios años una marca distintiva en esto de los coches que se deslizan por la grava, aunque eso no significa que Kylotonn no tenga méritos. En muchos aspectos, este WRC Generations aúna contenido de varias entregas previas de WRC, lo que significa que este es un paquete enorme de pistas, coches y modos de juego.

La cantidad de pistas quita el hipo: 750km de etapas a lo largo de 22 países, lo que incluye las 13 ubicaciones del campeonato de rally oficial y un puñado más. Algunas de estas pistas están diseñadas específicamente como desafíos que superar en ciertos modos de juego, no como etapas en un campeonato. Estos números erigen a WRC Generations como uno de los juegos de rally con más recorridos que hemos visto nunca. Hay que señalar, eso sí, que la calidad gráfica de algunas pistas es sustancialmente inferior a otras, quizás porque han sido recuperadas de entregas antiguas sin una actualización correspondiente. En la versión que he jugado, de PS5, se nota que Kylotonn todavía no ha sabido aprovechar la potencia que permiten las nuevas consolas, aunque sí es capaz de ofrecer un rendimiento perfecto y sin fisuras. Además, la selección de coches es cuantiosa para los estándares del rally, con 49 equipos y 37 coches clásicos que podemos utilizar en los llamados eventos especiales.
Encontramos los modos principales tradicionales que nos van a dar horas y horas de diversión: el modo carrera, que nos pone a los mandos no solo del coche, sino también de la escudería, y exige gestionar el dinero y los recursos del equipo para mejorar el coche, contratar personal o elegir qué hacer cada día del calendario. Lo más divertido de este modo, además de la toma de decisiones, es disputar eventos no relacionados con el campeonato que dan puntos de moral y experiencia como recompensas. En estas pruebas cronometradas nos dan un coche especial y un objetivo a superar, como alcanzar el máximo número de metros posible en un tiempo establecido, y siempre con circunstancias específicas. Por otro lado, el modo Temporada es el estándar, en el que correr por todas las etapas del campeonato oficial sin distracciones de por medio.
No es una sorpresa que WRC Generations es un juego exigente, que acaricia un nivel de simulación casi total, y por eso no es muy amigable para el principiante. En este aspecto, para el jugador más novato existen ciertas ayudas para empezar. El tutorial, muy escueto, nos introduce los elementos básicos del juego, pero quizá lo mejor para aprender a jugar son los desafíos. 50 pruebas, cada una pensada para dominar un aspecto concreto: conducción sobre nieve, conducción en malas condiciones, o con baja visibilidad, o con el coche dañado, etc. Es rabiosamente divertido, y sirve para dominar poco a poco el rally con objetivos pequeños, una tarea que de otro modo se puede hacer abrumadora. Más allá de esto, encuentro que las opciones para personalizar la dificultad son escasas y muy restringidas: no es posible, por ejemplo, aumentar el límite de reintentos y la dificultad de los rivales a la vez, ni tampoco hay asistencias a la conducción como en otros juegos actuales (por ejemplo, marcas de frenada en la pista), ni hay opción de rebobinar o similares. Nada que desmotive al jugador experimentado, pero sí algo que motiva que estos juegos de nicho sigan, pues eso, siendo de nicho.

En lo que sí destaca WRC Generations es en la sensación de simulación. Puede que no sea visualmente tan evocador como la serie Dirt (cuya paleta de colores se aleja del realismo pero crea un efecto mucho más cinematográfico), pero a los mandos del volante el tacto es increíble. Las físicas de los coches, el derrape, los cambios de rasante, la enorme diferencia en el subviraje que hay entre un coche y otro... es una gozada. Cuando dominas hasta cierto punto el pilotaje, superar una etapa limpia es muy gratificante, y se siente que es un producto de tu habilidad. No todo en el motor de físicas es perfecto, creo que el freno de mano es extremadamente sensible y que la caja de cambios (y el velocímetro) registran comportamientos incoherentes. Son problemas menores, sin embargo.
La principal novedad de WRC Generations (que es también novedad en la competición) son los coches con motor híbrido. Se trata de un sistema, similar a lo que integran en otros campeonatos como la F1, en el cual el coche dispone de una batería recargable durante la frenada, que se emplea de forma autómatica cuando pisas el acelerador para ganar un acelerón considerable. Los coches híbridos se controlan de forma bastante distinta, son más nerviosos y más pesados, pero también permiten una conducción mucho más agresiva. La mala noticia es que no están disponibles para disputar una temporada desde el principio, y en su lugar tenemos que conformarnos con los de baja categoría.
Otras novedades de menor calado incluyen un modo Ligas en multijugador y una opción para personalizar nuestros coches con pegatinas y vinilos al más puro estilo Forza Motorsport. Es posible compartir los diseños con la comunidad y descargarnos el que nos guste para luego usarlo en el juego. El modo multijugador, gracias a la naturaleza asíncrona de este deporte, como siempre es una fuente inagotable de horas de diversión: cada día y semana hay retos en los que competir, para ganar puntos y comparar nuestro rendimiento con el de todos los jugadores del mundo, sin importar la plataforma. Existe la opción de apuntarnos a una escudería con otros jugadores y así competir a lo grande, en equipo.
Conclusiones
Hay mucho que hacer en WRC Generations, y pese a sus pequeños inconvenientes, no cabe duda de que es un juego de conducción efectivo. Supone el broche de oro a la carrera "oficial" de Kylotonn, que ahora está enfocado en Test Drive Solar Crown, pero ya ha anunciado que no abandonará su experiencia en juegos de rally. La próxima vez que veamos un juego de tierra de los franceses no será bajo la licencia oficial de la WRC, pero continuará con un legado que, a día de hoy, es digno de elogio.
El rally del croissant
En muchos aspectos, WRC Generations es la culminación con sello francés de 7 años de trabajo, 7 iteraciones sobre un simulador de rally que ha competido de tú a tú con los mejores y ha escalado posiciones en realismo y fidelidad. Al frente podríamos listar varios juegos que han entrado al desafío, pero quizá el más sonado y efectivo ha sido Dirt, de la antes mencionada Codemasters. Los británicos han elaborado durante varios años una marca distintiva en esto de los coches que se deslizan por la grava, aunque eso no significa que Kylotonn no tenga méritos. En muchos aspectos, este WRC Generations aúna contenido de varias entregas previas de WRC, lo que significa que este es un paquete enorme de pistas, coches y modos de juego.


La cantidad de pistas quita el hipo: 750km de etapas a lo largo de 22 países, lo que incluye las 13 ubicaciones del campeonato de rally oficial y un puñado más. Algunas de estas pistas están diseñadas específicamente como desafíos que superar en ciertos modos de juego, no como etapas en un campeonato. Estos números erigen a WRC Generations como uno de los juegos de rally con más recorridos que hemos visto nunca. Hay que señalar, eso sí, que la calidad gráfica de algunas pistas es sustancialmente inferior a otras, quizás porque han sido recuperadas de entregas antiguas sin una actualización correspondiente. En la versión que he jugado, de PS5, se nota que Kylotonn todavía no ha sabido aprovechar la potencia que permiten las nuevas consolas, aunque sí es capaz de ofrecer un rendimiento perfecto y sin fisuras. Además, la selección de coches es cuantiosa para los estándares del rally, con 49 equipos y 37 coches clásicos que podemos utilizar en los llamados eventos especiales.
«Estos números erigen a WRC Generations como uno de los juegos de rally con más recorridos que hemos visto nunca»
Encontramos los modos principales tradicionales que nos van a dar horas y horas de diversión: el modo carrera, que nos pone a los mandos no solo del coche, sino también de la escudería, y exige gestionar el dinero y los recursos del equipo para mejorar el coche, contratar personal o elegir qué hacer cada día del calendario. Lo más divertido de este modo, además de la toma de decisiones, es disputar eventos no relacionados con el campeonato que dan puntos de moral y experiencia como recompensas. En estas pruebas cronometradas nos dan un coche especial y un objetivo a superar, como alcanzar el máximo número de metros posible en un tiempo establecido, y siempre con circunstancias específicas. Por otro lado, el modo Temporada es el estándar, en el que correr por todas las etapas del campeonato oficial sin distracciones de por medio.
No es una sorpresa que WRC Generations es un juego exigente, que acaricia un nivel de simulación casi total, y por eso no es muy amigable para el principiante. En este aspecto, para el jugador más novato existen ciertas ayudas para empezar. El tutorial, muy escueto, nos introduce los elementos básicos del juego, pero quizá lo mejor para aprender a jugar son los desafíos. 50 pruebas, cada una pensada para dominar un aspecto concreto: conducción sobre nieve, conducción en malas condiciones, o con baja visibilidad, o con el coche dañado, etc. Es rabiosamente divertido, y sirve para dominar poco a poco el rally con objetivos pequeños, una tarea que de otro modo se puede hacer abrumadora. Más allá de esto, encuentro que las opciones para personalizar la dificultad son escasas y muy restringidas: no es posible, por ejemplo, aumentar el límite de reintentos y la dificultad de los rivales a la vez, ni tampoco hay asistencias a la conducción como en otros juegos actuales (por ejemplo, marcas de frenada en la pista), ni hay opción de rebobinar o similares. Nada que desmotive al jugador experimentado, pero sí algo que motiva que estos juegos de nicho sigan, pues eso, siendo de nicho.


En lo que sí destaca WRC Generations es en la sensación de simulación. Puede que no sea visualmente tan evocador como la serie Dirt (cuya paleta de colores se aleja del realismo pero crea un efecto mucho más cinematográfico), pero a los mandos del volante el tacto es increíble. Las físicas de los coches, el derrape, los cambios de rasante, la enorme diferencia en el subviraje que hay entre un coche y otro... es una gozada. Cuando dominas hasta cierto punto el pilotaje, superar una etapa limpia es muy gratificante, y se siente que es un producto de tu habilidad. No todo en el motor de físicas es perfecto, creo que el freno de mano es extremadamente sensible y que la caja de cambios (y el velocímetro) registran comportamientos incoherentes. Son problemas menores, sin embargo.
«Los coches híbridos se controlan de forma bastante distinta, son más nerviosos y más pesados, pero también permiten una conducción mucho más agresiva»
La principal novedad de WRC Generations (que es también novedad en la competición) son los coches con motor híbrido. Se trata de un sistema, similar a lo que integran en otros campeonatos como la F1, en el cual el coche dispone de una batería recargable durante la frenada, que se emplea de forma autómatica cuando pisas el acelerador para ganar un acelerón considerable. Los coches híbridos se controlan de forma bastante distinta, son más nerviosos y más pesados, pero también permiten una conducción mucho más agresiva. La mala noticia es que no están disponibles para disputar una temporada desde el principio, y en su lugar tenemos que conformarnos con los de baja categoría.
Otras novedades de menor calado incluyen un modo Ligas en multijugador y una opción para personalizar nuestros coches con pegatinas y vinilos al más puro estilo Forza Motorsport. Es posible compartir los diseños con la comunidad y descargarnos el que nos guste para luego usarlo en el juego. El modo multijugador, gracias a la naturaleza asíncrona de este deporte, como siempre es una fuente inagotable de horas de diversión: cada día y semana hay retos en los que competir, para ganar puntos y comparar nuestro rendimiento con el de todos los jugadores del mundo, sin importar la plataforma. Existe la opción de apuntarnos a una escudería con otros jugadores y así competir a lo grande, en equipo.
Conclusiones
Hay mucho que hacer en WRC Generations, y pese a sus pequeños inconvenientes, no cabe duda de que es un juego de conducción efectivo. Supone el broche de oro a la carrera "oficial" de Kylotonn, que ahora está enfocado en Test Drive Solar Crown, pero ya ha anunciado que no abandonará su experiencia en juegos de rally. La próxima vez que veamos un juego de tierra de los franceses no será bajo la licencia oficial de la WRC, pero continuará con un legado que, a día de hoy, es digno de elogio.
Jugado en PS5. Copia digital facilitada por Nacon.
Alternativas
Dirt Rally, V-Rally
Muchísimo contenido. Los coches híbridos son un desafío magnífico
Fidelidad muy dispar entre unas pistas y otras. Poca personalización de dificultad
Broche de oro a la carrera de Kylotonn como representante del WRC, que aúna toda una carrera de simulación