Mega Drive 32x
El buen hacer de AM2
AM2 trasladó la recreativa del momento a un sistema muy inferior con un resultado extraordinario.
Por Egogamerx,
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Versión analizada Megadrive 32X. Copia física adquirida por el propio autor del texto.
Tras arrasar en recreativas en 1993 y salir junto al lanzamiento de Saturn en Julio de 1995, Sega cumplió su promesa de portar Virtua Fighter a 32X justo un año después del lanzamiento de la consola en Europa. El hecho de ser un port tan tardío conllevó que no fuera suficiente para levantar las ventas de la consola pero a la vez sirvió para disfrutar de algo más de contenido que las versiones de arcade y Saturn.
El juego de lucha 3D de AM2 nos presenta a ocho luchadores (más uno desbloqueable), todos ellos especializados en distintos estilos de lucha y con Akira Yuki como el luchador franquicia. Entre esos estilos de lucha encontramos distintas artes marciales chinas, lucha libre, jujitsu, kárate o taekwondo. Por tanto, cada luchador tiene una serie de movimientos exclusivos más otros comunes a todos los personajes con los que derrotar al rival, ya sea por KO, porque se agote el tiempo o tirándolo fuera del tatami, una de las señas de identidad de la serie.
Para disfrutar de estos luchadores, el título nos presenta cuatro modos de juego empezando por el clásico modo Arcade en el que debemos enfrentarnos a ocho combates al mejor de tres rounds, más un combate final en este caso al mejor de cinco rounds contra Dural, el enemigo final de la saga. Otro modo es el habitual de dos jugadores. El tercero es el modo Ranking, exclusivo en 32X de la versión normal del juego aunque también está disponible en el Remix de Saturn, donde te enfrentas al mismo número de combates que en Arcade y dependiendo de hasta donde avances, cuanto tardes y la variedad de movimientos que hagas se te otorga una calificación mejor o peor. Y finalmente el modo totalmente exclusivo de esta versión es un Torneo para entre uno y ocho jugadores (los huecos los rellena la CPU) en el que se juegan cuartos, semis, final de consolación y la gran final.
El apartado gráfico y sonoro del juego es donde encontramos el mayor bajón respecto a la recreativa, algo lógico si tenemos en cuenta las respectivas capacidades técnicas de la placa Model 1 y la 32X. Cada luchador está compuesto por un menor número de polígonos y el juego se mueve más lento que en recreativa, en torno a unos 20 fps. Aún así el juego se muestra lo suficientemente fluido y suave para que siga resultando espectacular y todo un prodigio técnico para esta consola. Los fondos siguen siendo planos y fijos mientras que el tatami si que es poligonal aunque con un detalle gráfico mucho menor. Otro detalle inferior es que mientras que en recreativa las sombras de los luchadores son las reales del cuerpo, en 32X nos tenemos que conformar con la típica sombra redonda. Como extra, en esta versión podemos elegir entre cinco ángulos de cámara, y aunque la original sigue siendo la mejor, las nuevas son perfectamente jugables.
El hecho de que los juegos de la 32X sean en formato cartucho conlleva una buena noticia y otra mala. La buena es que no hay ningún tiempo de carga previo a los combates y la mala atañe al sonido, que pese a que disfrutamos de las mismas melodías y efectos que en el original, pierden algo de calidad.
Entrando en el apartado jugable, aquí es donde verdaderamente no echaremos de menos la recreativa porque tanto el control como las sensaciones son iguales. Toda la lista de movimientos de los personajes se ha respetado, de la misma forma que contamos con tres botones de acción: puñetazo, patada y defensa. El juego es fácil de aprender pero algo difícil de dominar (aunque no tanto como las secuelas) y es que tras varios intentos no nos será difícil terminar los distintos modos de juego para lo que además contamos con cuatro dificultades. También es posible cambiar el tamaño del escenario, la vida de los luchadores, el tiempo de juego, etc, por lo que podemos ajustar totalmente los combates a nuestro gusto. En este sentido el juego cuenta con tres pequeños defectos y es que con algunos luchadores es relativamente fácil sacar patrones de movimientos con los que es fácil ganar, por otra parte a veces y tras un salto los luchadores no se posicionan correctamente, lo que nos puede acarrear algún disgusto y por último, pese a que al completar el modo Arcade podemos introducir nuestras iniciales para ver el típico ranking de mejores jugadores, cuando apagamos la consola nuestros récords desaparecen ya que el cartucho no cuenta con pila de salvado.
Como buen arcade y a pesar de todos los extras, el juego se hace corto, con el único aliciente de terminarlo con todos los personajes en distintas dificultades o convertirnos en unos maestros del juego para apalizar a algún amigo. Lo bueno es que como cuenta con una grandísima jugabilidad y es tremendamente divertido, podemos pasar horas jugando una y otra vez sin aburrirnos lo más mínimo.
Con todo esto, Virtua Fighter es uno de los mejores juegos de 32X (para muchos seguramente sea el mejor) y uno de esos títulos que cambió la historia de los videojuegos para siempre. Un imprescindible de la seta.
Alternativas
Nada en 3D, en 2D la mejor opción es Mortal Kombat 2.
Jugablemente es como la recreativa.
Dada su naturaleza arcade, el contenido es algo escaso.
Pese a los recortes técnicos respecto a la recreativa, Virtua Fighter es uno de los mejores títulos del sistema.