El legado continúa

Desde que Sony y Naughty Dog se sacaron de la chistera la franquicia Uncharted, cada vez que se acerca una nueva entrega la expectación es máxima ante la admiración de millones de fans que ansían disfrutar de una nueva aventura hasta ahora protagonizada por Nathan Drake. El Legado Perdido pretendía ser un mero contenido descargable que aumentara la historia de esta consagrada serie, pero dicho por la propia Naughty Dog, el asunto se les fue de las manos y lo han tenido que considerar como un juego independiente que se sitúa cronológicamente después de Uncharted 4.

Después de los acontecimientos de la última entrega, desde el estudio estadounidense se decide cambiar el rumbo de su historia y que por primera vez después de cinco videojuegos de Uncharted, el protagonista sea otro, o mejor dicho otra. Para la ocasión se ha elegido a Chloe Frazer como protagonista, que conocimos en Uncharted 2, y como acompañante a Nadine Ross, que era una de las antagonistas en El Desenlace del Ladrón. Esta arriesgada pero necesaria decisión, no solo nos da la oportunidad de conocer en profundidad a personajes que se habían quedado en segundo plano, sino que arroja una nueva vía de esperanza ante la posibilidad del lanzamiento de futuros títulos, además de demostrar que la franquicia Uncharted no va ligada a un solo protagonista.

La historia se centra en la India. Nuestro principal objetivo es encontrar el colmillo dorado de Ganesh y eso nos traslada directamente a unas antiguas ruinas del poblado del Imperio Hoysala, donde se desarrolla prácticamente todo el juego. Nuestro enemigo en esta ocasión es Asav, un mercenario indio que busca hacerse con el mismo preciado objeto que nosotros. El único momento fuera de las ruinas es cuando recorremos las calles de esa ciudad de la India que nos mostraron en el trailer de presentación, por lo que ese inicio más pausado y diferente nos lo han destripado por completo. Si eres de los pocos que por suerte no lo ha visto, no lo hagas y disfruta de la experiencia al completo.

Las localizaciones en plena naturaleza son de lo más espectacular, a nivel de gráficos, que se ha visto hasta la fecha en PlayStation 4. Se podría decir sin ningún miedo a equivocarnos que ha superado con creces a lo visto en Uncharted 4 y Horizon Zero Dawn. Las panorámicas que podemos disfrutar te dejarán con la boca abierta, que sumadas a las secuencias de acción, escalada o resolución de puzzles, cierran un círculo difícil de igualar. No obstante, no hay que olvidar que toma como base a la cuarta entrega, por lo que la sensación de estar viendo algo similar a lo ya experimentado está presente en todo momento. Sobre todo la parte en la que tenemos que recorrer un mundo abierto con un 4x4 completando diferentes objetivos.

El desarrollo de los escenarios es muy lineal, con pocas posibilidades de interacción con el entorno, salvo en el citado escenario de mundo abierto. En este último tenemos que completar una serie de objetivos de la historia principal y otros más sencillos, a la par de enigmáticos, que forman parte de un puzzle final con una recompensa de lo más útil. Como novedad, a la hora de recorrer este entorno libre, no tenemos ningún tipo de ayuda visual, más allá de un mapa que podemos sacar cuando deseemos, pulsando el panel táctil central del mando. Los puzzles tienen un progresivo nivel de dificultad, siendo sencillos en un principio y complicándose con el paso de los acontecimientos. No obstante, al final son muy similares, parten de la misma base, y salvo que nos obcequemos en alguno, no revisten de especial complejidad.